Tres figuras relevantes de la organización dejaron sus puestos. ¿Qué hay detrás de estas decisiones? ¿Responden a una misma razón?
07 de agosto 2024, 11:46hs
OpenAI, la organización que desarrolla ChatGPT, atraviesa tiempos de restructuración. Tres ejecutivos de alto rango, algunos de ellos integrantes del grupo fundador, abandonaron la organización. En ese marco, emergen las especulaciones. ¿Las salidas responden a una misma razón? A fin de cuentas, ¿cómo afectan esas decisiones al futuro del chatbot y, ulteriormente, a los usuarios?
OpenAI: ¿quiénes son los tres ejecutivos que se bajan del barco?
Una de las salidas más resonantes es la de Greg Brockman, que hasta ahora se desempeñó como presidente de OpenAI y fue uno de sus 11 fundadores, junto al actual CEO, Sam Altman, y a Elon Musk, que ahora impulsa su propia empresa de inteligencia artificial, xAI.
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El caso de Brockman no es, al menos por ahora, una salida definitiva. Según dijo en un tuit, decidió tomar un año sabático y el plan es reincorporarse en el 2025. “Es la primera vez que descansaré desde que cofundé OpenAI hace nueve años. La misión está lejos de completarse, todavía tenemos una IAG segura que construir”, escribió.
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John Schulman es otro de los que se aleja de OpenAI. El caso de este hombre, que también es uno de los cofundadores de la organización, es diferente al de Brockman. Tras liderar los equipos que perfeccionan el modelo de lenguaje en el que se basa ChatGPT, Schulman pasó a las filas de la competencia. Ahora es parte de Anthropic, rival de OpenAI en el ámbito de la inteligencia artificial y desarrollador del chatbot Claude.
El trío que se aparta de OpenAI se completa con Peter Deng. Según su perfil en LinkedIn, ha trabajado en esa compañía desde mayo del año pasado, desempeñándose como vicepresidente en el área de productos de consumo. Anteriormente, Deng fue parte de compañías como Uber y Meta.
Éxodo en OpenAI: un vistazo al sacudón en la cuna de ChatGPT
The Information reveló que las tres salidas de OpenAI no parecen estar relacionadas entre sí. En ese sentido, Schulman —el ejecutivo que pasó a la competencia— se esforzó por señalar que su partida no se debió a desacuerdos o conflictos. “Para ser claro, no me voy por falta de apoyo a la investigación (…) Por el contrario, los líderes de la empresa han estado muy comprometidos con la inversión en el área”, comentó en un tuit extenso.
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El propio Altman, que ahora lidera OpenAI, respondió con elogios el tuit de su colega. “Sos un investigador brillante, un pensador profundo (…) y sobre todo un gran amigo para todos nosotros. Te extrañaremos muchísimo y te haremos sentir orgulloso”, dijo el CEO de la organización detrás de ChatGPT.
Restructuración en OpenAI luego del cimbronazo de 2023
Amén de las recientes salidas, aquí repasadas, OpenAI vive un tiempo de relativa calma. Al menos, si comparamos su presente con los hechos ocurridos en noviembre del año pasado, cuando Altman y algunos de sus laderos fueron abruptamente despedidos.
En la ocasión, reinó el hermetismo, aunque luego circularon detalles de los acontecimientos. El eje del conflicto fue el siguiente: integrantes de la junta directiva acusaron al director ejecutivo del grupo de ocultar información acerca de los desarrollos y avances. En declaraciones muy posteriores a esa revuelta, una exintegrante de esa mesa chica reveló que se enteraron del lanzamiento de ChatGPT por un tuit de Altman.
¿Qué ocurrió, más tarde? Tras algunas semanas tumultuosas, el CEO recuperó su cargo y hubo limpieza en la junta. Tal como señalamos en la ocasión en TN Tecno, su regreso lo encontró empoderado gracias a un acuerdo que incluyó una profunda revisión de la gobernanza en la organización.
Si bien el presente de OpenAI es relativamente calmo, tal como señalamos, cabe recordar que el conglomerado que desarrolla ChatGPT, el generador de imágenes DALL-E y el de video Sora sigue bajo escrutinio, no solo por parte de los reguladores que procuran controlar los avances en inteligencia artificial. Recientemente, exempleados de la organización lanzaron fuertes críticas hacia Sam Altman y sus dirigidos, alegando que priorizan la celeridad en el lanzamiento de los servicios a expensas de la seguridad de esos sistemas.
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Los riesgos asociados a los avances en IA están a la vista. Entre las problemáticas más prominentes aparecen el incremento de la desinformación, la difamación a través de falsificaciones profundas (deepfakes) y las violaciones a los derechos de propiedad intelectual. Además, hay un aspecto menos concreto, aunque también más acuciante: ¿es factible que las máquinas desplacen a los humanos? Examinar esa variable no es descabellado: el mismísimo Altam dijo en una ocasión que su mayor miedo es “causar grandes daños al mundo”.
Por estas razones, no es trivial revisar el devenir de OpenAI, que desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 se ha convertido en el paradigma de la inteligencia artificial generativa y que, es sabido, también trabaja en los próximos pasos que darán esas tecnologías.