Bruno vino de visita a la Argentina, su país de origen, por una «buena noticia»: un embarazo que, en unas semanas, agrandará a la familia. Se había ido a Estados Unidos por la inseguridad. Este jueves a la mañana, con su cuñado eligieron una mesa sobre la vereda para tomar un desayuno a las 11.30, en un bar de Bernal. Decían que se sentían seguros, despreocupados a centímetros de la calle. Justo en ese momento, un delincuente apareció súbitamente, pistola en mano, y -según reveló más tarde- le gatilló en la cabeza al «visitante». Todo para llevarse una mochila que contenía una computadora, un par de anteojos, dinero y documentación.
«No vivo acá hace 5 años, me fui por la inseguridad», contó la víctima, casi nueve horas después del violento hecho. Aún mantenía la templanza que había mostrado cuando el delincuente lo apuntó con el arma.
En la grabación del robo, captado por las cámaras de seguridad del bar donde Bruno y su cuñado tomaban un café con un vasito de jugo, se observan los últimos instantes de una charla en la que se veían «tranquilos».
«La conversación giraba en torno a la inseguridad, y teníamos sensación de seguridad en ese momento. Veníamos hablando de que nos veíamos tranquilos y que tal vez la inseguridad en algunos sectores no existía, como en el que estábamos», contó a TN. Pero un intruso y la violencia vinieron a contradecirlo.
«Es el destino, es el karma», dijo resignado ya por la noche, vestido con una remera negra, casi como un reflejo de su estado de ánimo, contrario a su colorida azul y verde con la que disfrutaba junto a su cuñado a las 11.39, cuando el delincuente alteró la escena.
«Vos estás en el centro de Bernal tomando un café a las 11.30 de la mañana. Estamos con mi cuñado y al costado había una mesa con una familia. En el video se ve que sólo una persona sale corriendo, pero había más personas. En ese contexto, donde estábamos tranquilos, termina pasando esta situación. Nadie la busca y te la encontrás», reflexionó Bruno.
Violento robo en Bernal a un argentino que vino de visitaLa filmación es breve, menos de medio minuto. Pero es contundente. De forma repentina, el atacante aparece vestido con un jean celeste y una remera gris y anteojos oscuros. Empuña un arma con ambas manos. Le apunta únicamente a Bruno. Le reclama un bolso y plata. Además, detalló la víctima, «otra cosa que yo no tengo».
El agresor se acerca hasta la silla de Bruno. Estira el brazo y de detrás de ella saca una mochila negra, que la víctima había dejado allí lejos del alcance de un potencial punguista.
«Yo no vivo acá, me mudé hace 5 años y el hito fundamental fue la inseguridad en ese momento. Siempre con el anhelo de volver porque estar lejos de tu país es de lo más difícil. Estábamos muy contentos y emocionados por este viaje. Vinimos por una gran noticia para la familia, que se agranda«, reveló la intimidad de su visita.
Sin embargo, toda sensación de bienestar y reencuentro con su tierra se diluyó en esos instantes de la misma violencia que alguna vez lo espantó. «De repente, a una semana de volvernos, [el viaje] culmina con un hecho que tal vez la familia se achicaba. Yo entro en razón cuando lo pienso y veo el video: a mí me gatillaron en la cabeza».
«Se ve que me gatilla», dijo la víctima del robo violento en Bernal
Bruno necesitó algún tiempo durante el día para que le cayera la ficha. En el video se escucha que le dice a su cuñado que le sacaron «todo». Se lo ve calmo, pero despistado: se queda sin reacción.
«[El delincuente] me habla de un bolso y plata. Había una mochila y poca plata y mi computadora. Lo que me deja sin reacción son esas dos cosas. Encontrarme un arma en mi cabeza, gatillada porque se escucha y se ve en el video, y que me pide otra cosa que yo no tengo, entonces se ve que pongo la cara de incredulidad ante el hecho», explicó sobre su reacción.
Todo fue rápido en la confitería, ubicada a menos de una cuadra de la comisaría en el centro de Bernal. Y las respuestas fueron dispares. El cuñado de Bruno abandona su silla casi por reflejo, para alejarse del ladrón. Otro hombre sale corriendo y, casi en tiempo récord, cruza la calle y se pierde de foco. Una mujer que salía del local, en cambio, sigue caminando tranquilamente, como ignorando por completo lo que ocurría a centímetros de ella.
Bruno explicó que la Policía «llegó rápido». Pero a él le dio la cabeza en veinte segundos. Contra lo que consideraba en la charla antes de la tormenta, este jueves a la noche criticó que en Argentina, a diferencia de Estados Unidos, las fuerzas de seguridad locales «vienen, están, pero ¿qué hacen?».
«Allá es diferente, actúan y estas cosas no pasan», añadió antes de emprender el regreso al extranjero.
AGE
