Desde la mitad del año a esta parte se intensificaron los acciones contra la tracción sangre en la ciudad, sobre esto Chávez explicó que se realizaron “distintas fases”, “comenzamos con los secuestros de animales rurales sueltos en la vía pública, posterior a eso hicimos un censo en diferentes centros comunitarios donde algunos carreros se acercaron para brindar sus datos y después comenzamos con operativos esporádicos en diferentes zonas de la ciudad de Resistencia, micro y macro centro”.
“Concentramos también una gran cantidad de operativos y, a partir de agosto, empezamos con operativos más rigurosos, para dar curso a la ordenanza que tenemos que es la prohibición de la atracción a sangre dentro del ejido municipal”, planteó.
“Primero tiene que haber una decisión política para poder llevar a cabo ciertas acciones, eso es lo que hubo desde el gobernador y el intendente para poder llevar a cabo esta actividad y después con las herramientas que teníamos empezamos a realizar diferentes tipos de protocolos, ver qué actores podrían ser partícipes para poder llevar a cabo este tipo de acción y esto lleva también a prueba de error, por eso seguimos mejorando y evolucionando en cada uno de los protocolos”, sostuvo.
El subsecretario señaló que “esto es solamente un eslabón dentro de todo el circuito que tendríamos o que tendrían que estar acorde para poder llevar a una solución definitiva ya sea la modificación o la erradicación total de tracción a sangre. Hacen falta leyes provinciales para poder llevar a cabo ciertas acciones para los carreros, soluciones ya sean económicas o la modificación de la tracción, que la Legislatura hoy está trabajando en llevar a cabo ese tipo de proyectos”, apuntó.
Además, remarcó que se tiene comunicación “también con otros municipios cercanos a Resistencia porque la idea es trabajar también coordinadamente porque estamos dentro de un eje bastante amplio, el Gran Resistencia abarca Fontana, Barranqueras, Vilelas, por eso necesitamos estar en concordancia de alguna manera para poder llevar acciones en conjunto. Somos solamente un espejo y queremos que eso se replique en cada una de las localidades”, afirmó.
Puntualmente, sobre los operativos de secuestros, el funcionario detalló que “se han suscitado diferentes casos, primero llevamos a cabo el secuestro del equino y del carro junto con la Policía Rural, la Subsecretaría de Tránsito, la Guardia Urbana y médicos veterinarios de la Subsecretaría de Gestión Ambiental, agentes que están capacitados”.
”Cuando eso se articula, depende de la situación con la que nos encontramos en la calle, procedemos a la acción, una vez que se detecta ese mal estado sanitario automáticamente la vía judicial a través del Juzgado de Faltas provincial y el carro sí queda secuestro definitivo de parte del municipio para su posterior destrucción. Hoy más del 80% tiene a sus equinos en mal estado”, aseguró.
En cuanto a una etapa posterior, de reconversión del trabajo de las personas que conducen los carros a tracción a sangre, Chávez indicó: “Gracias al censo que hicimos, ya estamos hablando con diferentes familias de los cuales van a aceptar cierta ayuda de parte del Estado, en este caso se hará por medio de un convenio mutuo. Todavía no está definida cómo sería la ayuda, necesitamos primero analizar cuál es la situación económica de cada una de las familias para poder llevar a cabo una acción que realmente sea sostenible también en el tiempo”, resaltó.
“Tenemos aproximadamente 78 carreros hoy censados, pero se estima que dentro del éjido municipal hay más de 150 y si contamos los municipios de alrededor que generalmente vienen a Resistencia estamos hablando arriba de los 600 u 800 carreros aproximadamente. Hasta ahora, 18 carros fueron secuestrados”, acotó.
Para Chávez, “es necesario ponerse esa capa de superhéroe para con ellos sin dejar de lado el estado económico de las familias”. “Vemos un cambio porque hay menos movimiento de la tracción a sangre, sí se ve más en las periferias”, aseveró y recalcó que “siempre se trata de conversar con los carreros, explicarle cuál es la situación, el por qué se lleva a cabo el secuestro y los futuros procesos que podemos llegar a hacer para poder solucionarle esa parte a las familias”.
Balance de la Subsecretaría
Consultado sobre los demás ejes de trabajo dentro de la Subsecretaría de Ambiente, su titular hizo un balance “muy positivo”. “Hasta noviembre, la Dirección General de Veterinaria y Zoonosis no tenía ningún tipo de acciones y más allá de que los profesionales son excelentes en su trabajo. Desde noviembre no se hacían castraciones masivas hasta que pudimos volver a darle los insumos necesarios para que puedan empezar a dar los servicios básicos que da el Centro Veterinario y a partir de febrero o marzo empezamos con la evolución de esas castraciones”, remarcó.
“Necesitamos también el año que viene seguir evolucionando, llegamos a fin de año con un promedio de, en un mes, 750 castraciones de 100 que comenzamos en marzo y queremos llegar a un número ideal para el año que viene entre 2500 y 3000 castraciones; también empezando a activar centros comunitarios que estén acorde a este tipo de prácticas. Hemos hecho una prueba piloto con vacunación antirrábica y desparasitación en dos centros comunitarios que están aptos para poder empezar el año que viene a fondo y poder llevar más servicios cercanos a la ciudadanía”, adelantó.
Actualmente, el Centro Veterinario está trabajando de lunes a viernes mañana y tarde, de 7 a 11 y de 14.30 a 19 y los sábados de 8 a 11. “Todos los viernes del último mes se dan 250 turnos para castraciones de acuerdo a la evolución, cada 15 días se vuelve a dar turnos, pero la atención clínica es por hora de llegada”, comentó.
En cuanto a la recolección y tratamiento de los residuos urbanos, Chávez concedió que “el balance siempre fue positivo porque siempre fuimos para adelante, nos encontramos sin maquinaria y se pudieron comprar camiones propios, containers, para poder poner en diferentes puntos de la ciudad”.
“La ciudadanía también aportó desde su lado para empezar a poder colocar sus residuos donde corresponde y hace falta muchísimo más todavía”. “Empezamos a tocar ciertos residuos, como el aceite de cocina usado que empezamos a hacer una recolección posterior a una firma con un convenio de una empresa; hemos hecho campañas de recolección de RAE que son electrónicos junto con ECOM”, aseveró.
“Creo que tenemos la suficiente capacidad para poder ser el centro del nordeste argentino. El año que viene seguiremos trabajando a full”, concluyó.