Viajar es una ventana al mundo que cautiva las mentes de quienes buscan experiencias únicas y envolventes como si fueran libros que se leen con pisadas. El modelo tradicional de turismo con paquetes de “talla única” no es el único que domina el mercado. El boom que ahora seduce a los pasajeros es el de experiencias inmersivas y de nicho, con un perfil definido.
Influencers, emprendedores, profesionales y chefs organizan viajes especializados en grupos, una tendencia que cuenta con dos singularidades: los circuitos son temáticos y el recorrido está a cargo de un líder, una especie de gurú, quien diagrama el itinerario, aportando su saber y sello distintivo.
El leit motiv puede estar en la gastronomía, la historia, la arquitectura, las expresiones culturales o en cualquier disciplina que permita explorar intereses personales. Los grupos, que suelen ser heterogéneos, se enriquecen con el bagaje de cada miembro y, por lo general, terminan forjando amistades que trascienden en el tiempo.
“En su mayoría, son personas bien informadas y apasionadas por su área de interés. Gran parte de los viajeros son parejas y adultos solos entre 30 y 50 años. Además, hay un creciente interés en los adultos mayores que buscan experiencias más profundas y significativas, y en mujeres que prefieren viajes en grupo”, analiza Virginia Jouanny, directora de Producto y de Marketing de Atrápalo Argentina, ante la consulta de Clarín.
Los valores de estos viajes son muy disímiles. Depende de si es por el país o por el exterior, y lo exótico del destino, si el paquete incluye el aéreo o si los viajeros se encuentran allá. Está claro que el turismo gurú no es para todo el mundo, y también que la experiencia que se vive en estos viajes tampoco es común.
¿Se puede comparar, a nivel precio, con un viaje planeado por cuenta propia? Sus organizadores aseguran que no. «Obviamente el costo va a ser mayor, porque hay un estándar de experiencia. Hay cosas que si lo armás por tu cuenta, no van a existir. Con un contingente, puedo pedir llegar a la azotea de algún edificio en particular que si lo buscás solo, no existe», describe Alejandro Cosme, que organiza viajes con foco en la arquitectura.
Y asegura que en el viaje pasan cosas que no ocurren en otro formato de turismo: «Surgen charlas que tienen que ver con el mundo al que cada uno pertenece y se comparten no solo las experiencias que se van forjando en la cotidianeidad. Compartimos todo y al ser tan heterogéneo el grupo, todos nos enriquecemos. Y se termina armando un grupo de como de secundaria, que queda en contacto y después hace reencuentros. Se forman amistades”.
La tendencia está en crecimiento, con una diversificación cada vez mayor de las propuestas. Aquí, algunos de los tours especializados que ya se ofrecen desde Argentina.
Sabores y aromas de Italia
El origen estuvo en la comida. El chef Donato de Santis fue uno de los pioneros en el turismo gurú, con viajes a su Puglia natal que comenzó a hacer ya en 2018. Y hoy son varios los tours que incluyen Italia. Uno de ellos es el que prepara para la primavera 2025 en Liguria Pietro Sobra, el reconocido periodista y crítico enogastronómico, junto a la agencia Piamonte su próxima salida para la primavera de 2025 en Liguria. Serán sólo 12 viajeros, para garantizar exclusividad y trato personalizado.
Fainá, pascualina, pesto, pan dulce y matambre arrollado son algunos de los platos típicos de Génova y de Liguria que se hicieron populares en Argentina, y Pietro buscará presentarlos en su versión original para que los participantes entiendan las diferencias con las recetas homónimas argentinas.
Saborear Italia. La propuesta del viaje que arma el crítico Pietro Sorba. “Elegí la región de Liguria y su capital Génova, porque son los lugares donde nací y crecí. Ese conocimiento y pertenencia son los valores agregados que deseo transmitir a los participantes que acompañaré personalmente en este recorrido goloso. Lo siento como un acto de amor hacia Argentina”, recapitula en diálogo con Clarín.
Las apuestas culinarias por el país de la bota que impulsa Julieta Oriolo, chef del restaurante La Alacena, se vivenciarán en mayo. Hija de una madre calabresa, promete una cocina genuina conectada con el entorno que incluye clases de cocina en lugares exóticos como un castillo, un convento o en medio de la montaña. También, visitas a productores locales. “Entre los participantes dominan los foodies, quienes disfrutan de comer y cocinar en sus casas”, destaca.
Conocer la historia y la arquitectura
El arquitecto Cosme (@bauhasaurus) delinea sus viajes junto a Flivo, que se encarga de la parte logística. Articula la arquitectura con la historia de las ciudades que recorre junto a su contingente. El próximo viaje será a Montevideo, en marzo.
Un contingente con el arquitecto Cosme. Foto Instagram @alejandrocsome“La construcción de cada itinerario me lleva entre cuatro y seis meses. La idea no es solo observar y fotografiar edificios sino aprenderlos. Por eso, pienso en una agenda cultural y en textos bibliográficos que ofrezcan una mirada académica. La audiencia es variada, la mitad de los viajeros son arquitectos. Quienes vienen de la profesión lo toman como un posgrado para aprender desde la locación. El resto, busca conocer la arquitectura de otra forma, desde un aspecto más humano y social”, relata.
El historiador Eduardo Lazzari también propone relatar la historia en los sitios donde transcurrió, vinculando el lugar con los personajes. “Es una forma no convencional para explicar procesos complejos de forma sencilla. Por ejemplo, podemos hablar sobre la personalidad de Arturo Ilia en su casa natal, observando el carruaje en que su padre lo llevaba a la plaza. Hay muchos interrogantes de por qué la Argentina de hoy no está a la altura de lo que pensaron sus padres fundadores”, reflexiona.
Las propuestas de septiembre son Buenos Aires parisino, un viaje a las colonias galesas del Chubut desde una perspectiva cultural y un recorrido por Mendoza y San Juan para revalorizar el tiempo histórico de San Martín y Sarmiento. Para la época estival, lanzará una experiencia autoguiada y novedosa a Pergamino, que incluye la visita a un museo ferroviario. Sus contingentes son más numerosos: entre 30 y 40 personas.
Destinos y experiencias exóticas
La posibilidad de moverse en grupo y con todo organizado es un diferencial cuando el viaje implica un destino exótico. Eugenia Chodos (@saborearelmundo) y Mariana Villamarin (@almadeviaje) ya van por el sexto grupo de mujeres con el que viajarán rumbo a Marruecos. La próxima salida será en mayo de 2025. Es un viaje de lujo, de 10 días con todo incluido, a un valor que ronda los 5.000 euros.
Un grupo de viajeras en Marruecos. Foto @saborearelmundo En forma minuciosa, diagraman una aventura colmada de contrastes y vida local en la que atraviesan las diferentes facetas de Marruecos. Suelen participar viajeras de entre 40 y 65 años, entusiasmadas por vivenciar una experiencia reveladora. “Nos sentamos en una cueva con nómadas bereberes en pleno Valle de Rosas y también en los restaurantes más exclusivos de todo el recorrido, desde Nobu Marrakech hasta un Picnic Chic a orillas del Dades. La experiencia es transformadora, es un reseteo del alma”, describen.
Fernando Duclos es un periodista argentino más conocido por el nombre en redes sociales, Periodistán. Lleva recorridos miles de kilómetros, y ahora emprendió viajes en los que él guía a otros por India y Pakistán, y está cerrando uno a Irán y otro a Egipto. Propone conocer durante aproximadamente 20 días sitios poco convencionales para el turismo. El costo suele rondar los 2.000 y 4.000 dólares, más allá de los aéreos.
¿Quiénes son los turistas que lo acompañan? “Buscan tener otras experiencias, más en contacto con la gente antes que vacacionar. Son pasajeros cansados de visitar los mismos destinos, Europa y Estados Unidos. Les interesa la historia como el imperio persa, el Islam o las dinastías chinas. Si bien lo turístico está presente, también nos sentamos en un café a conversar con los locales o caminamos por las calle sin rumbo”, narra.
Un viaje interior
El ex modelo Matías Camisani fue más de 30 veces a India. No se mueve en bloque con los viajeros sino que, durante 15 o 20 días, los invita, por ejemplo, a recorrer los festivales, ingresar a los templos y mezquitas, caminar los bazares y comer en la calle con locales.
“Es un destino que puede ser inabarcable por todas las posibilidades que ofrece. Cada viaje es distinto. Trato de incluir alguna festividad y pienso un itinerario acorde a la época del año: casi siempre incluyo Agra, Jaipur y Varanasi que son imprescindibles para quien recorre por primera vez el norte de India”, le cuenta a Clarín. Su próximo viaje: en febrero, donde la guía de un monje zen aportará su experiencia erudita sobre el dharma del Buda.
Un viaje interior es también el que proponen Agustina Echegoyen y Lucrecia Melcior, quienes idearon retiros internacionales de yoga y coaching que incluyen meditación, pranayamas, alimentación saludable y rituales ancestrales. Los organizan en Perú, Bariloche y Bali, entre otros lugares.
Clases de yoga y meditación, en los viajes que arman Echegoyen y Melcior. Todos los caminos están abiertos y la duración depende del destino; aunque algunos ya se volvieron clásicos como Perú, la isla de los dioses. Están pensados solo para mujeres, sin límite de franja etaria. El requisito es que tengan ganas de compartir un trabajo de introspección.
El próximo desafío será en Colombia. “Lo más importante es que el lugar tenga magia y que sea un enclave natural que nos permita tener un viaje inmersivo que invite a activar emociones, despertar la consciencia y a conectar con la madre Tierra y con nuestro interior. También, sumamos una cuota de aventura turística que puede ser aprender surf”, asume la dupla.
El mundo del té
No es necesario cruzar la frontera para vivir una experiencia de turismo gurú. Por ejemplo, acá la ingeniera Victoria Bisogno, escritora especializada en té y fundadora del Club del Té (www.elclubdelte.com), gestiona desde 2010 excursiones a las plantaciones de té de Misiones para cosechar y elaborar el té con las propias manos.
Aprendizaje sobre el té, en un viaje a una plantación argentina. Foto El Club del TéLa escapada dura cuatro días y tiene un costo aproximado de 700 dólares. Se organiza en la época de brotación de té, una en octubre y otra en febrero. La mayoría de los pasajeros son mujeres de entre 30 y 40 años, profesionales y amantes del té de toda América latina. Como en todos estos casos, turistas con un interés específico, ganas de aprender y apertura a un viaje distinto.