Acababa de firmar Marc André Ter Stegen una parada descomunal en el último suspiro de la primera mitad ante el disparo de Pepé. Y esa mano derecha envió el balón al saque de esquina a favor del Villarreal. Sacado el córner desde la banda izquierda del ataque se elevó el meta alemán y se quedó con la pelota en las manos. Pero al caer su rodilla derecha se quebró de tal manera que tuvo que abandonar el partido, siendo sustituido por Iñaki Peña con el 1-2 en el marcador en ese momento.
Se marchó Ter Stegen en la camilla con lágrimas en los ojos, temiéndose lo peor, consciente de que su lesión en la rodilla tiene muy mala pinta. El portero se tapaba los ojos con ambas manos, mientras los jugadores del Barça y del Villarreal se echaban las manos a la cabeza asustados por todo lo que estaban viendo.
Ovación de La Cerámica
El público, respetuoso y consciente de lo que estaba ocurriendo, dedicó una cariñosa ovación hacia el meta alemán, consolado también por Marcelino, el técnico del Villarreal. En el palco, Joan Laporta, el presidente azulgrana, se quedó sin palabras, al igual que Deco, el director deportivo, y Bojan, el miembro de la comisión deportiva.
Pedri intentaba animar a sus compañeros para acabar la primera parte sin dejarse llevar por el impacto emocional que suponía ver a su portero abandonar en camilla, y llorando, el césped, temiendo volver a entrar durante mucho tiempo en la enfermería. Ya fue operado de esta rodilla en mayo de 2021 después de arrastrar problemas físicos durante esa campaña.
