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16 noviembre, 2024

Su mamá la medicó por años sin razón hasta que ella la mató con su novio: la escalofriante vida de Gypsy Rose

Antes del crimen, las Blanchard eran reconocidas en Estados Unidos como las sobrevivientes de una historia llena de desgracias: múltiples enfermedades, tratamientos costosos y un hogar destrozado por el huracán Katrina. Sin embargo, se desencajó una cadena de mentiras que conmovió al país y al mundo.

Julieta Ortiz

27 de enero 2024, 06:00hs

Gypsy Rose y Clauddine

Gypsy Rose y Clauddine «Dee Dee» Blanchard. (Foto: Gentileza NBC News)

En el 2015, un caso policial recorrió los medios de Estados Unidos y conmovió al país entero. Con el tiempo, la historia de Gypsy Rose Blanchard llegó a aparecer en las portadas de los diarios del mundo con un titular escalofriante: mató a su madre con la ayuda de su novio después de descubrir que la había medicado durante años sin necesidad.

Ahora, el nombre de la joven volvió a resonar con fuerza después de que se diera a conocer la noticia de que, tras ocho años de prisión, consiguió salir en libertad condicional. “Confié en ella, pero llegó un momento en el que me di cuenta de que era ella o era yo”, expresó en el nuevo documental del canal Lifetime, “Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard”.

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El 14 de junio de 2015, la policía del condado de Greene, en Misuri (Estados Unidos), encontraron el cuerpo sin vida de una mujer llamada Clauddine Blanchard. Estaba acostada boca abajo con varias puñaladas en la espalda. La cama estaba cubierta de sangre y en la casa no quedó ningún rastro de su única hija, Gypsy Rose.

Dos días más tarde, la encontraron en Wisconsin junto a su novio Nicholas Godejohn y los detuvieron por sospecha de asesinato.

Después de que los investigadores desenredaran los testimonios de ambos jóvenes, descubrieron que había una historia más escalofriante detrás.

Una vida llena de mentiras: enfermedades falsas y tratamientos innecesarios

Gypsy Rose Blanchard nació el 27 de julio de 1991 en Golden Meadow, Luisiana, Estados Unidos. Desde los primeros tres meses de vida, tuvo una serie de problemas respiratorios debido a los supuestos síntomas que su madre le sugería a los médicos. Por esta razón, se le diagnosticó apnea del sueño y la mandaron a su casa con un aparato que le permitía respirar mejor.

Desde sus tres meses de vida, Gypsy fue diagnosticada con varias enfermedades de acuerdo a los presuntos síntomas que su madre decía que tenía. (Foto: La Tercera)

Desde sus tres meses de vida, Gypsy fue diagnosticada con varias enfermedades de acuerdo a los presuntos síntomas que su madre decía que tenía. (Foto: La Tercera)

Sin embargo, “Dee Dee”, como era apodada la mujer, estaba segura de que su hija tenía algo más grave y le insistió a los especialistas.

Así fue cómo a los siete años, Gypsy empezó a usar una silla de ruedas después de que su mamá le dijera a su padre y a sus familiares que, a causa de un trastorno cromosómico, no se iba a poder desarrollar como los otros chicos y, eventualmente, sus músculos iban a dejar de funcionar por completo.

Desde los siete años, Gypsy Rose usó una silla de ruedas cuando no la necesitaba. (Foto: Crime and Investigation UK)

Desde los siete años, Gypsy Rose usó una silla de ruedas cuando no la necesitaba. (Foto: Crime and Investigation UK)

Tiempo más tarde, la nena comenzó a ser alimentada a través de una sonda por haber bajado extremadamente de peso supuestamente por las afecciones que sufría. De esta manera, Gypsy fue pasando de consultorio en consultorio y creciendo bajo reiterados diagnósticos fatales: ataques de epilepsia, distrofia muscular y leucemia.

Debido a la cantidad de medicamentos que consumía, la nena comenzó a tener complicaciones en los dientes y tuvo que asistir a la escuela desde su casa ya que trasladarse no era una opción.

Las mentiras de “Dee Dee” llegaron a tal punto que le rapaba la cabeza a su hija para hacer parecer que se estaba sometiendo a quimioterapia y que por eso “se le caía el pelo”.

Con el tiempo, la historia comenzó a cobrar sentido de una forma macabra: ambas empezaron a llamar la atención de la prensa local y varios organizaciones sin fines de lucro empezaron a ayudarlas de forma económica. Por ejemplo, en el 2008, Habitat for Humanity -una ONG dedicada a construir casas a las personas sin recursos- les construyó un hogar en Springfield, Misuri, después de que perdieran todo durante el huracán Katrina.

Gypsy Rose Blanchard y

Gypsy Rose Blanchard y «Dee Dee» viajaron a Disney gracias a una fundación que le «cumplía sueños» a chicos con cáncer. (Foto: Bustle)

Por otra parte, el gobierno estadounidense financiaba las consultas médicas y los medicamentos, y Gypsy comenzó a dar charlas motivacionales en múltiples eventos. Incluso, una fundación que les “cumplía sueños” a chicos con cáncer, les pagó un viaje a Disney para ambas y fueron tratadas como celebridades.

Un amor y un escape, el “plan perfecto”

En el 2013, Gypsy ya tenía 22 años, aunque no tenía idea de su edad, ya que su madre se lo ocultaba, incluso llegó a falsificar su partida de nacimiento en varias ocasiones. A su familia y a otras personas, “Dee Dee” les decía que la joven tenía un retraso madurativo y que su mente era la misma de la de una adolescente de 16 años.

Para ese momento, el abuso físico empeoró: la mujer la golpeaba y, muchas veces, la encadenaba a su cama. Fue en ese entonces cuando la joven se empezó a dar cuenta de que en realidad no estaba enferma.

«Dee Dee» llegó a ocultarle su edad a Gypsy Rose, incluso falsificó varias veces su partida de nacimiento. (Foto: Gentileza El Universal)

Para distraerse de la “cárcel” en la cual era mantenida, la joven conoció a un chico a través de un sitio web de citas para personas cristianas. A escondidas de su progenitora, mantuvo una relación a distancia con Nicholas Godejohn, quien vivía a más de 800 kilómetros de distancia.

A medida que pasaba el tiempo, Godejohn y Blanchard se acercaron más y más hasta enamorarse, pero no podía estar juntos porque la mamá de ella no lo permitiría. A pesar de ello, se prometieron el uno al otro que harían lo posible para que nada ni nadie los separe.

Para eso, decidieron encontrarse en persona para lo cual coordinaron una salida al cine: ella iría con su mamá y él llegaría a la sala de “casualidad”, donde entablarían una conversación y trataría de “caerle bien” a Dee Dee.

Sin embargo, no funcionó como esperaban ya que a ella le pareció un chico extraño “por haber ido solo a ver una película para niños”.

«Cariño, podemos hacer una videollamada para hablar de nuestro plan?», escribió Gypsy, mientras que Nicholas le respondió: «Okey, cariño». (Foto: News Leader)

A partir de ese suceso, ambos pensaron en un “Plan B” (como lo llamaron ellos mismos) y discutieron los detalles a través de mensajes. Gypsy, cansada del abuso físico y psicológico de su madre, le pidió a Nicholas que la matara para que así puedan vivir juntos en libertad.

Todo comenzó el 12 de junio de 2015. Nicholas viajó de Wisconsin a Misuri para ingresar a la casa de las Blanchard mientras la madre dormía. Luego de que Gypsy le avisara que había dejado un cuchillo y unos guantes para ocultar las huellas en la cocina, él se dirigió a la habitación de la mujer mientras ella se metía al baño para no estar presente.

“Escuché cómo mi mamá se despertó y cómo parecía sorprendida. Se escucharon algunos ruidos que no pude distinguir y la escuché decir mi nombre un par de veces. Ella me pidió ayuda y luego sólo hubo silencio”, contó la joven en el documental “Mommy Dead and Dearest” sobre el momento del homicidio.

Nicholas y Gypsy se conocieron a través de una página web de citas para personas cristianas. (Foto: Oxygen)

Nicholas y Gypsy se conocieron a través de una página web de citas para personas cristianas. (Foto: Oxygen)

Godejohn la apuñaló 17 veces en la espalda. Después del brutal ataque, ambos borraron las huellas, empacaron sus cosas y viajaron a la casa de él en Wisconsin.

“La verdad los hará libres”

Después de dos días, la Policía los encontró y los detuvieron en el domicilio de Nicholas. Durante el allanamiento, encontraron 5000 dólares que le habían robado a “Dee Dee” y el cuchillo con el cual fue asesinada: lo habían mandado por correo y todavía se encontraba adentro del sobre.

En un principio, Gyspy mintió en su testimonio alegando que no sabía que su mamá estaba muerta y que no había tenido nada que ver con el crimen. Pese a ello, Nicholas lo confesó todo y, durante el juicio, la fiscalía pudo acceder a los chats en los cuales demostraba que se trataba de un plan premeditado.

Durante el juicio de Blanchard y Godejohn, se revelaron los chats en los que planeaban el asesinato de

Durante el juicio de Blanchard y Godejohn, se revelaron los chats en los que planeaban el asesinato de «Dee Dee». (Foto: News Leader)

Sin embargo, al mismo tiempo, otra verdad salía a la luz: la historia del abuso que sufrió Gypsy desde que tenía tres meses de edad bajo el extremo control de su mamá.

En este sentido, la defensa de la acusada se basó en que fue una simple víctima del síndrome de Munchausen por poder, es decir “una enfermedad mental y una forma de maltrato infantil en la que el cuidador del niño, con frecuencia la madre, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que está enfermo”, según Medline Plus.

De esta manera, el caso dio un giro y generó una amplia repercusión en los medios locales y de todo el mundo con un enigma presente hasta el día de hoy: ¿Era Gypsy una sobreviviente o una asesina?

Fotos policiales de Gypsy Rose Blanchard y Nicholas Godejohn, acusados por el asesinato de Clauddine Blanchard. (Foto: El Universo)

Fotos policiales de Gypsy Rose Blanchard y Nicholas Godejohn, acusados por el asesinato de Clauddine Blanchard. (Foto: El Universo)

En noviembre de 2018, la joven se declaró culpable de asesinato en segundo grado y fue sentenciada a diez años de cárcel, con acceso a libertad condicional una vez que haya cumplido el 85% de su condena. Mientras tanto, se solicitó la cadena perpetua a Godejohn por homicidio en primer grado.

Una vez tras las rejas, la vida de Gypsy Rose siguió cobrando relevancia, incluso inspiró la realización de producciones audiovisuales como The Act, una serie de ficción basada en el caso, y el documental que se estrena semana a semana desde el 17 de enero en Lifetime, “Confesiones de prisión: Gypsy Rose Blanchard”.

A través de las distintas entrevistas que la chica concedió a la prensa, contó su historia en primera persona y hasta admitió sentir un alivio después del crimen: “En la prisión en la que vivía antes con mi mamá, era como si no pudiera caminar, no podía comer, no podía tener amigos. Acá en la cárcel soy más libre que viviendo con ella. Puedo vivir como una mujer normal”, expresó según Mirror.

Gypsy Rose Blanchard y su esposo Ryan Scott Anderson. (Foto: Instagram/@gypsyrose_a_blanchard)

Gypsy Rose Blanchard y su esposo Ryan Scott Anderson. (Foto: Instagram/@gypsyrose_a_blanchard)

En el 2020, conoció a Ryan Scott Anderson, un profesor de Luisiana (Estados Unidos) que le envió una carta mientras ella cumplía su condena. Con el tiempo, formaron un vínculo y decidieron casarse dos años después de estar en pareja. Incluso, en una entrevista con People, confesaron que planean tener hijos juntos.

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A ocho años de permanecer en el Centro Correccional de Chillicothe, en Misuri, Gypsy Rose Blanchard salió en libertad condicional el 28 de diciembre de 2023.

Primeras imágenes de Gypsy Rose Blanchard saliendo de la cárcel el 28 de diciembre de 2023. (Foto: Milenio)

Primeras imágenes de Gypsy Rose Blanchard saliendo de la cárcel el 28 de diciembre de 2023. (Foto: Milenio)

Ahora se dedica a hacer videos en TikTok, en donde cuenta detalles de su rutina diaria, y se autodenomina activista por la conciencia del síndrome de Munchausen por poder.

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