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26 agosto, 2025

Se consume hasta un 70% menos de carne roja de la recomendada nutricionalmente

Las cifras que revela el informe están basadas en 3.750 encuestas realizadas en todas las provincias del país y la tabla nutricional del INDEC.

Una encuesta nacional refleja la caída del consumo de alimentos de calidad, debido a la pérdida de poder adquisitivo de las familias. Desde el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas, Germán Romero advirtió que se incrementó la compra de productos altos en carbohidratos y azúcares: “El dinero no alcanza para una dieta equilibrada”.

Radio UNNE dialogó con el titular del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas, dependiente del Centro de Almaceneros de la provincia de Córdoba. Compartió que las cifras que revela el informe están basadas en 3.750 encuestas realizadas en todas las provincias del país y la tabla nutricional del INDEC, que comprende lo mínimo que necesita una familia para alimentarse de manera nutricionalmente equilibrada. 

“Nuestro instituto habitualmente realiza encuestas de hogar; además de otros trabajos estadísticos como medir la inflación, medir valores de canasta básica total, canasta básica alimentaria. El resultado fue lo que veníamos palpitando desde nuestra tierra, Córdoba, e imaginamos que el escenario nacional no iba a ser diferente”, adelantó Romero al aire de la 99.7.

“Nos encontramos con una brecha profunda entre lo que se recomienda y lo que realmente hoy se está comiendo en el hogar argentino, en función de la pérdida de poder adquisitivo que tiene. Si bien la mala alimentación no es un fenómeno nuevo, indefectiblemente se ha agudizado en este último tiempo”, aseguró.

Romero compartió que carnes rojas como el asado, la molida especial o cortes para elaborar milanesas se encuentran en severa disminución de compra: “Se consume hasta un 70% menos de carne roja de la recomendada nutricionalmente”. Además, añadió: “Incluso con el pollo, que hoy ocupa un lugar ponderante por ser más económico, se consume 21% menos de lo recomendado”.

Comer “lo que se puede”

El entrevistado aseguró que detrás de las cifras “hay familias que comen lo que pueden”, y analizó: “Hay una mala composición por una cuestión de poder adquisitivo. Se buscan productos más baratos y más llenadores, porque el dinero no les alcanza para hacer una vida equilibrada. Hay un 20% más de consumo de pan que lo recomendado, de legumbres menos 28%. En arroz y fideos, se consume 25% más en promedio”.

Romero además compartió que la encuesta reflejó que aumentó el consumo de papa en un 28% por sobre lo recomendado, en detrimento de otra variedad de verduras, hortalizas y hojas verdes. El consumo de frutas también se encuentra desplomado: los datos de la encuesta reflejaron una caída, según los indicadores recomendados, del 54% en la banana, del 27% en las mandarinas y un 60% en las manzanas.

“hay familias que comen lo que pueden…. Se buscan productos más baratos y más llenadores, porque el dinero no les alcanza para hacer una vida equilibrada».

“Con esta profunda caída del poder de compra de las familias argentinas, continuamente estamos reuniéndonos con profesionales de la nutrición, que nos advierten sobre la gravedad del problema en el desarrollo de la infancia, el desarrollo de la adolescencia, donde es fundamental el consumo de proteínas, de fibras, de calcio; hoy no lo estamos encontrando”, señaló.

Romero reconoció que si bien la subnutrición como fenómeno no es nuevo, se agravó en al menos los últimos cinco años. Advirtió que en una primera etapa en Argentina aumentó el consumo de segunda y terceras marcas con la caída del poder adquisitivo de las familias; mientras que paulatinamente se empezaron a resignar productos con proteínas, fibras, calcio por otros productos que generan más sensaciones de ansiedad.

“Hoy esto se profundizó y llegamos a una etapa la más lamentable, donde además de estos cambios alimenticios, se generan el recorte de porciones y de ingesta. El consumo de azúcar se incrementó un 30%, el consumo de yerba un 13%, el consumo del té un 25%. Indefectiblemente estamos hablando de que muchas veces la infusión con una gran cantidad de pan reemplaza habitualmente una cena o un almuerzo”, analizó el referente.

«Estamos hablando de que muchas veces la infusión con una gran cantidad de pan reemplaza habitualmente una cena o un almuerzo”.

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