La Junta de Andalucía cuenta desde este lunes con una nueva consejera de Salud y Consumo. María del Rocío Hernández Soto, nacida en Sevilla, es médica especializada en Pediatría y sus áreas específicas. Desde marzo de 2019 desempeña el cargo de directora-gerente del Distrito Sanitario de Atención Primaria Aljarafe-Sevilla Norte y, a partir de este lunes, sustituirá a Catalina García como titular de Salud. García, por su parte, pasa a la consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente.
Licenciada en Medicina por la Universidad de Sevilla, cuenta con una dilatada experiencia en puestos de dirección de salud. En la actualidad, desde junio de 2022, también ocupa el cargo de presidenta de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP).
Una cartera, muchos retos
Al asumir la titularidad de Salud, Hernández se enfrenta a una cartera que acumula no pocos problemas estructurales. En los últimos meses, las abultadas listas de espera, la falta de personal sanitario o el retraso en la actualización de las bolsas han estado en el centro del debate.
Hasta el punto de que el pasado mes de junio tuvo lugar la primera huelga sanitaria en Andalucía, convocada por cuatro de los cinco sindicatos que componen la Mesa Sectorial de Sanidad (Satse, CSIF, CCOO y UGT, todas excepto el SMA). A principios de junio, la propia Catalina García advirtió de que los centros de salud no podrían abrir con normalidad este verano debido al déficit de sanitarios; y a mediados de julio se resignó a una «complicada» situación este verano.
En este sentido, la nueva consejera de Salud deberá encauzar la petición que desde Andalucía y en otras comunidades gobernadas por el Partido Popular han lanzado al Gobierno de España para solventar la falta de profesionales, incrementando el número de plazas de MIR.
Otra de las grandes losas que arrastra la consejería es la de las listas de espera. Aunque el Gobierno andaluz saca pecho de un nuevo descenso en las listas de espera de la sanidad andaluza este verano, el número de pacientes que esperan fuera de plazo para ser operados roza las 42.000 personas, el plazo medio de espera para una intervención quirúrgica es de 139 días y casi medio millón de andaluces están a la espera de poder ver a un especialista.
También tendrá que hacer frente a las condiciones laborales precarias de muchos profesionales del SAS. Precisamente, este año Andalucía vio nacer a una nueva plataforma de sanitarios, la PEPA, hartos del «maltrato institucional del SAS». El aumento de las agresiones a personal de la sanidad pública así como la creación de un régimen sancionador contra estas agresiones (prometido hace un año por la anterior consejera) son otros asuntos que tampoco podrá olvidar en un cajón la nueva titular.
Reacciones
Desde CCOO, el secretario general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios, José-Pelayo Galindo, ha valorado «positivamente» el cambio en la consejería de Salud, «deseándole lo mejor a Catalina García en su nuevo puesto». Desde CCOO esperan «que queden atrás políticas sanitarias nefastas que han llevado al SAS al abismo», así como «las negociaciones paralelas a la Mesa Sectorial, las filtraciones a prensa y el incumplimiento de los pactos adoptados libremente en la Mesa Sectorial». En este sentido, valoran que «el cambio difícilmente puede ir a peor» y esperan «que la nueva consejera aprenda de los errores cometidos» por la hasta ahora titular de Salud.
Por su parte, Antonio Macías, responsable del sector de salud de UGT, también valoran «como un paso importante el cese de la consejera». Pero advierten: «entendemos que lo que hay que cambiar son las políticas, no sólo a las personas». «Las políticas contrarias a los trabajadores y a los pacientes hay que cambiarlas radicalmente, y la persona que sustituya a la consejera cesada deberá tenerlo en cuenta o estaremos en las mismas«.