Carla evaluó seriamente la posibilidad de faltar el último fin de semana al restaurante en el que trabaja en Funes, localidad ubicada al oeste del Gran Rosario. Sin embargo, el destino quiso que estuviera en ese local gastronómico en el preciso momento en el que un cliente de 93 años se atragantó mientras comía. Es que la joven le practicó la maniobra de Heimlich y consiguió salvarle la vida.
El episodio sucedió el domingo al mediodía en el restaurante La Masía, ubicado en Fuerza Aérea y Suipacha, donde la desesperación comenzó a crecer cuando la familia de aquel hombre notó que no lograba respirar.
“Yo estaba atendiendo otra mesa, cuando escuché que una persona a la que estaba atendiendo de adentro pidió desesperadamente una ambulancia. Entonces le pregunté al encargado qué había pasado y escuché que me dijo algo de RCP. Como yo sabía hacerlo corrí hacia donde estaba el señor”, relató la joven heroína en declaraciones a El Tres de Rosario.
En esa dirección, agregó: “Salí corriendo para donde estaba el señor, que ya no estaba consciente. Le pregunté al hijo que si quería que lo ayude, me dijo que sí, y le pedí por favor que me sostenga al señor porque al ser yo de contextura más chiquita, no podía tenerlo”.
“Le hicimos la maniobra un par de veces y el señor recuperó la consciencia rápido. Después lo sentamos y le dimos un poco de agua”, añadió la joven, quien comentó que aprendió a realizar la maniobra de Heimlich en un curso de reanimación cardiopulmonar (RCP) en el colegio secundario.
Carla recordó que fueron instantes en los que estuvo “súper tranquila, como si no hubiese pasado nada” y que luego siguió haciendo su trabajo. “Como todos, uno dice la sé pero no creo usarla. Y al final la usamos”, remató.
Minutos más tarde arribó al restaurante una ambulancia. “Me felicitaron porque me dijeron que si no hubiese sido (realizado la maniobra) en esos minutitos, capaz no hubiéramos podido ayudarlo”, expresó.
“El señor se fue como si no hubiera pasado nada, se ve que era muy fuerte. Tanto él, como el hijo y los nietos me agradecieron. Vienen bastante seguido”, afirmó Carla, quien comentó que luego de pasar por ese momento de tensión se rió junto a sus compañeros por haber atravesado “un momento de shock”.
Cómo realizar la maniobra de Heimlich en caso de atragantamiento
La maniobra de Heimlich debe hacerse cuando una persona tiene obstruida la vía aérea por algún objeto o alimento que tenga atorado en la garganta, y que además no pueda hablar, toser con fuerza o respirar de manera adecuada.
Este procedimiento también puede ser acompañado con golpes en la espalda y compresiones torácicas que permitan solucionar el atragantamiento. No obstante, esta técnica no debe realizarle automáticamente una vez que una persona se atragante, ya que hay varias contraindicaciones al respecto.
Los bebés con menos de un año no pueden recibir la maniobra de Heimlich, mientras que los niños que pesen menos de 20 kilos sólo pueden recibir compresiones moderadas y algunos golpes en la espalda. Asimismo, a las mujeres embarazadas hay que hacerle compresiones en zonas abdominales.
Maniobra de Heimlich: paso a paso, cómo realizarla.Si bien se recomienda utilizar bastante fuerza al realizar esta técnica, se debe prestar atención para no excederse y causar lesiones en la zona.
Para poder llevarla a cabo ante situaciones de emergencia hay que situarse detrás de la persona que se está ahogando y rodear su cintura con los brazos, cerrando ambos puños. Luego, hay que reclinar el cuerpo de paciente hacia adelante y hacer presión sobre el abdomen y empujar hacia arriba, repitiendo el movimiento hasta cinco veces.
En caso de que la persona con las vías aéreas obstruidas se encuentre sentada el procedimiento es el mismo, aunque el socorrista deberá ponerse a su altura antes de comenzar con la maniobra.
Si el ahogado es un niño, hay que prestar atención al color de su piel y esperar a que intente largar el objeto o alimento tosiendo. Si no logra hacerlo de esta manera, automáticamente hay que comenzar con la maniobra de Heimlich, pero sin que sea de forma brusca.
Si la persona ahogada se desmaya, hay que recostarla hacia arriba e iniciar las compresiones en la boca del estómago y comprobar que el paciente esté respirando. Si sigue atragantada, hay que iniciar la maniobra de Heimlich nuevamente, pero si no presenta signos de mejora se debe aplicar la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP).
ES
