Desde el año 2010 que el paranaense Federico Garmendia vivía en Ibiza, ganándose la vida como DJ, su pasión. Siempre estuvo ligado a la música y le encantaba animar fiestas, por eso eligió residir en España, donde los eventos están a la orden del día. Al parecer, nada hacía prever el trágico desenlace y la Policía Nacional Española y la Científica de Ibiza investigan las causas de la muerte del argentino de 38, que falleció el lunes a la mañana, luego de caer del tercer piso del edificio donde vivía. Era soltero y no tenía hijos.
«No caemos todavía en lo que sucedió. Nos llamaron desde España para contarnos lo que había pasado con Fede», le cuenta a Clarín Joaquín Garmendia, hermano mayor del DJ que perdió la vida. «No está claro el motivo, pero según lo que nos adelantó la policía científica, mi hermano pudo haberse descompensado y tener la mala suerte de caer justo del lado de la ventana, que da a la calle. Nos dijeron que la ventana tenía un golpe, pero el miércoles nos darán el informe de la autopsia».
Desde Paraná, Joaquín hace saber que habló con amigos y se descartaría el suicidio. «Por lo que pude averiguar, mi hermano estaba muy bien de ánimo y de hecho el domingo habló con María Mercedes, su hermana melliza, y le contó que estaba ahorrando para poder venir a la Argentina»,
María Mercedes tomó un avión el mediodía del martes para buscar a su hermano Federico «y traerlo cuanto antes». Joaquín aclaró que «no estamos haciendo una colecta para recaudar fondos y poder traerlo a Fede, sino que es algo que estamos haciendo privadamente familiares y amigos».
Habitué del gimnasio. Federico se solía levantar temprano para realizar actividad física antes de encarar su jornada laboral. «Puede haber tenido en ese momento la descompensación. Hace un mes, arreglando el aire acondicionado de su casa, se mareó y se cayó, golpeó la cabeza con el piso y se rompió varias dientes y tuvo fractura de mandíbula. Pero después nos dijo que se hizo chequeos y que estaba bien, cómo saberlo».
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El DJ de 38 años murió en circunstancias aún no reveladas luego de caer al vacío desde el tercer piso del edificio en el que vivía.
Viva la libertad
En sus redes sociales Garmendia se mostraba amante de su oficio, de viajar por Europa y no ocultaba sus ideologías políticas. La foto de su perfil de Facebook es el presidente Javier Milei. «Es la hora de un cambio», posteó en otra imagen. «Votá por la libertad, hoy le ganamos por nocaut a la casta», había escrito en octubre de 2023, en las elecciones presidenciales argentinas, con un primer plano de Milei haciendo un gesto boxístico.
«Fasten your seatbelt» (ajusten sus cinturones), se lee en otra imagen con la caricatura del primer mandatario sosteniendo una motosierra. Y junto a ese posteo hay uno más en el que, en una suerte de foto montaje de una nota sobre el procesamiento del intendente Fernando Espinoza por abuso sexual, escribió: «Muzzarella las mugrientas éstas», arriba de las fotos de Nancy Dupláa, Florencia Peña, Lali Espósito y Dolores Fonzi. «Aquí está la prueba de que las feministas reaccionan según sus intereses de izquierda… hdp».
A Garmendia le gustaba mostrar su buena vida en Europa y también solía hacer gala de sus marcados bíceps frente al espejo. «¿Qué pasó?». «No puede ser». «Pero si estabas súper bien», fueron algunas de las reacciones de sus conmocionados amigos en las redes sociales tras enterarse de la muerte del argentino.
«Lloro y lloro y no voy a parar de llorar, se me fue un pedazo de mi vida, no lo puedo creer y no lo voy asimilar nunca«, escribió Alberto Garmendia, su padre, inmerso en la angustia. «Duele, mierda que duele y allá lejos… Ahí va ir tu hermana con la que compartiste los nueve meses de gestación, a buscarte para que quedes en casa» (sic)
«Ay Federico, ¡que dolor, por que tanto dolor? Si vos fuiste feliz a tu manera y era lo que a mí me interesaba. Yo no se hasta cuando voy a soportar este dolor, pero nos volveremos a encontrar y descansaremos juntos y en paz. Chau mi amado hijo, hasta que nos volvamos a encontrar., Me retumba a cada rato el ‘qué hacés viejos querido’, que me decías cuando te hablaba».
Joaquín, el hermano mayor, le dedicó unas palabras a Federico, que las repitió al borde de las lágrimas: «Vos, cabrón, loco, tiro al aire, y yo siempre como el hermano mayor, tratando de enseñarte una lección para hacerte ver que no todo era como vos decías».
«La vida nos distanció, pero en los últimos días venía pensando que nos debíamos una charla, teníamos que hablar. Pero el lunes recibimos un mazazo de que ya no estabas entre nosotros. Y duele mucho hermano, muchísimo. Nunca sentí un dolor así. Nos quedó un abrazo pendiente. Me da cierta tranquilidad que al menos estos meses, con nuestras diferencias a flor de piel, nos hicimos saber cuánto nos queríamos. Hoy ya estás en paz».
PS