«Vivía para el trabajo mi viejo, se la pasaba todo el día en el frigorífico y cuando por fin decidió tomarse unos días para irse a la playa, estos hijos de puta lo asaltan, le quieren robar la camioneta y le disparan a matar», cuenta Matías (23), uno de los cuatro hijos de Leonardo Antonio Quinteros (49), el dueño de un frigorífico asesinado el miércoles durante un asalto en Merlo.
Leonardo ya tenía su vehículo cargado para irse de vacaciones a San Bernardo con su familia. Antes de salir a la ruta, tenía que pasar por su frigorífico a buscar una llave que había dejado olvidada. Pero cuando abrió la puerta de su casa, en Pontevedra, fue asaltado por ladrones que lo mataron de un balazo a quemarropa. Los asesinos están prófugos.
Desde la casa velatoria en Merlo, Matías atiende a Clarín. «Toda la familia le había insistido para que se distraiga un poco, para que moje las patas en el mar, que vea la luz del sol. El viejo no pensaba más allá que en su frigorífico, era muy responsable, tenía empleados a los que cuidaba y cuando nos dijo que viajaba nos dio una alegría».
Dice Matías, que vive y trabaja en Isidro Casanova que «el Conurbano es una ruleta rusa y creo que todos nos vamos haciendo la cabeza que algún día nos va a tocar a nosotros… Así vivimos». Se escucha un llanto cercano. «Disculpá, es mi hija Milena (3) que la tengo en brazos, la única nieta de mi papá. Mile es la devoción de mi viejo, no puedo hablar en pasado».
Maldice Matías el olvido de unas llaves de su casa en el frigorífico, que Leonardo iba a ir a buscar, cuando fue emboscado por los asesinos. «Ahora que estoy hablando con vos tendría que estar hablando con él y que me contara su primer día de playa… Y lo tengo en un cajón con un balazo», escupe rabia y dolor.
A Leonardo Quinteros lo mataron para robarle la camioneta cuando estaba por salir de vacaciones con su familia.«Salía para el frigorífico a buscar unas llaves para dárselas a un hermano mío, que iría a darles de comer a sus perros los días que papá estuviera en la playa. Quiso no perder tiempo y salió temprano, en un momento del día que todavía (los delincuentes) están a la pesca. Esas malditas llaves…«.
Se le dificulta hablar a Matías, dice que necesita despedirse de Leonardo, su padre, le urge entrar en razón por lo sucedido. «Un tipo joven, tenía toda la vida por delante. Me enseñó a laburar de joven, gracias a él pude tener un mercado de fiambres y si bien no era el mismo rubro, teníamos cosas laborales en común que nos mantenía en contacto. Nunca faltaba un matecito juntos. No puedo creer que lo tengo acá muerto en un cajón».
Cómo fue el crimen
El asesinato ocurrió a las 5.30 de la madrugada, en Otamendi y Olaya, en la puerta de la casa de Leonardo, dueño de un frigorífico de carne de cerdo. El hombre salía de su casa con su camioneta ya cargada. Tenía que ir justamente hasta su empresa para buscar una llave que había dejado olvidada adentro y volver a buscar a su familia para emprender viaje.
Fue en ese momento cuando apareció un grupo de ladrones, fue ejecutado de al menos un disparo por delincuentes que escaparon tras apoderarse de su camioneta Volkswagen Amarok azul. El vehículo fue encontrado abandonado algunas horas después abandonado en Virrey del Pino, La Matanza.
La Amarok estaba cargada con las cosas que la familia iba a llevar a sus vacaciones. Por pedido del fiscal, la camioneta fue secuestrada para buscar rastros de los asesinos.
El empresario asesinado en Merlo tenía 49 años y estaba a punto de irse de vacaciones a San Bernardo. Foto @TripoloneDaniel«Estaba preparando todo dentro de la casa cuando escucho un par de disparos en la puerta. Al salir, me encontré con Leonardo tirado en el piso y lleno de sangre«, relató la novia de la víctima, casi en estado de shock. La mujer detalló que se iban de vacaciones a San Bernardo.
Minutos después, fuentes policiales confirmaron que Quinteros recibió un disparo en el estómago, del lado derecho. Peritos policiales encontraron en el lugar una vaina 9 mm.
«Era dueño de un frigorífico y un laburante»
«No sabemos cuántos delincuentes eran; le pegaron un tiro y quedó en la puerta de la casa. No sabemos más nada, está la (Policía) Científica y están investigando», confirmó el hombre.
Al referirse a Quinteros, Damián aseguró que era dueño de un frigorífico ubicado en Rafael Castillo, en La Matanza y que «no hacía otra cosa que laburar».
«Era chabón laburador, un chabón que le dio laburo a mucha gente, todo el barrio laburaba con él, no sé cuántos empleados tenía, como 40», agregó el empleado, quien recordó que la víctima «ya había sufrido algunos robos».
Damián dijo que la víctima tenía cuatro hijos, uno de los cuales estaba de vacaciones y ahora está volviendo, y agregó que él también se hallaba de vacaciones y estaba por emprender un viaje.
Poco antes del ataque, Quinteros le había dejado un mensaje de voz a su sobrino, con quien trabajaba en el frigorífico, para avisarle que se había olvidado una llave de su casa en el comercio. Se cree que luego de esa comunicación fue emboscado y asesinado.
La causa está a cargo del fiscal Fernando Capello, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Morón. En la investigación trabaja también la Comisaría 5° de Pontevedra. Los investigadores revisaban las imágenes de las cámaras del lugar para identificar a los asesinos.
MG