Jonathan César Blanco, de 22 años, no se inmutó cuando un Tribunal de Corrientes lo halló culpable de asesinar a su abuela de 25 puñaladas y luego generar un incendio dentro de la casa para ocultar el crimen. Lo condenaron a prisión perpetua y en su fallo los jueces también manifestaron “la necesidad de que realice un tratamiento psicoterapéutico en forma sostenida sistemática y continuada en el Hospital San Francisco de Asís por el término que resulte necesario”, para abandonar su adicción a las drogas.
Blanco tenía apenas 20 cuando cometió el crimen, ocho años después que comenzara a consumir estupefacientes. Su abuela Nilda Maidana (66) era la única que aún batallaba para alejarlo de las drogas y buscaba incorporarlo a los programas de recuperación.
Pero Nilda también comenzaba a sentir el agotamiento. Es que su nieto le robaba dinero, le sustraía cosas para vender y así poder comprar más droga. Esa situación hizo que la relación se tensara y la mujer amenazara con denunciarlo.
Según la reconstrucción que realizó la Justicia, en la madrugada del 31 de octubre de 2022, Jonathan y un amigo ingresaron a la vivienda de la mujer, en el barrio Serantes, con el fin de llevarse algo de valor para cambiarlo por drogas. Nilda escuchó ruidos y se levantó. Fue entonces que el joven y un amigo, por entonces menor de edad, la atacaron a puñaladas. La mujer tenía 25 heridas, según el resultado de la autopsia.
Los dos jóvenes revolvieron toda la casa en busca de dinero y joyas. Además, se apoderaron de algunos electrodomésticos pequeños que llevaron a la casa de un amigo. Antes de escapar iniciaron tres focos de incendio con el fin de que las llamas consumieran el cuerpo y el crimen quedara impune.
Jonathan César Blanco (22) asesinó de 25 puñaladas a su abuela, Nilda Maidana (66), y luego incendió la casa para ocultar rastros, en Corrientes.La rápida intervención de los Bomberos impidió que la vivienda fuera consumida totalmente por las llamas. El médico policial que estuvo en la escena del hecho constató las heridas y el caso rápidamente comenzó a ser investigado como un homicidio.
Fueron los familiares de Jonathan los que lo colocaron como principal sospechoso. Apenas la Policía lo detuvo, el joven confesó el crimen y aportó la dirección dónde habían ocultado las cosas.
“Los procesados provocaron un gran desorden para apoderarse de gran cantidad de pertenencias y, posteriormente, con el fin de ocultar rastros, generaron tres focos ígneos en el interior del inmueble de la víctima”, sostuvo la jueza de Instrucción Josefina González Cabaña cuando elevó la causa a juicio oral, el año pasado.
Jonathan César Blanco (22) asesinó de 25 puñaladas a su abuela, Nilda Maidana (66), y luego incendió la casa para ocultar rastros, en Corrientes.Junto a Blanco fueron detenidos un menor y Carlos Alberto Barreto, quien fue absuelto durante el juicio oral por insuficiencia probatoria.
Los jueces Juan José Cochia, Ariel Héctor Gustavo Azcona y Román Facundo Esquivel, resolvieron condenar a Blanco como coautor del delito de homicidio triplemente calificado por haberse cometido contra un ascendiente, con alevosía, y para ocultar otro delito, en concurso real con incendio.
La misma responsabilidad le cupo a Brandon Báez Rodriguez, que era menor de edad al momento del crimen. Ahora, la jueza de Familia, Niñez y Adolescencia, Carolina Macarrein, deberá establecer la pena que deberá cumplir el joven.
SC
