El índice mundial de precios de los alimentos que cada mes elabora la FAO, la organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, se mantuvo «ligeramente por debajo de su cifra de junio», con un promedio de 120,8 puntos. Es el segundo mes consecutivo en que este indicador, que registra los cambios mensuales de los precios internacionales de un conjunto de productos alimenticios, se mantiene prácticamente estable, un 3,1% por debajo de su valor correspondiente al mismo período de 2023.
Así, a pesar de que se detectaron ciertos «incrementos en las cotizaciones internacionales de aceites vegetales, productos cárnicos y azúcar, estos se vieron que compensados por el descenso de las de los cereales«, indica la organización internacional. «El índice de precios de los cereales disminuyó un 3,8% desde junio, sobre todo porque el trigo registró una caída al aumentar la disponibilidad estacional de este producto derivada de las cosechas en curso en el hemisferio norte y con unas condiciones favorables en Canadá y Estados Unidos que favorecen las expectativas de unas cosechas abundantes más avanzado el año», señala la FAO.
Uno de los sectores que, en cambio, experimentó una subida de precios el mes pasado fue el de los aceites vegetales, fundamentalmente de palma, de soja, de girasol y de colza. La FAO lo atribuye, en buena medida, a la presión que algunas variedades están soportando por parte del sector de los biocombustibles en el continente americano. Las cotizaciones en este ámbito fueron 3,2 puntos (un 2,4 %) superiores a las de junio, lo que representa el segundo aumento consecutivo y el nivel más alto en un año y medio.
Carnes, azúcar y leche
El índice de precios de la carne aumentó un 1,2% impulsado sobre todo por la fuerte demanda de importaciones de carne de ovino, bovino y aves de corral, «incluso pese a la ligera disminución de los precios de la carne de cerdo» debido al excedente en Europa occidental, señala la FAO. El azúcar, que últimamente llevaba viviendo unos meses de cierta estabilidad, se encareció un 0,7% respecto a junio, dado que «una producción inferior a la prevista en Brasil contrarrestó los efectos de mejora de las lluvias monzónicas en India, y de unas condiciones favorables en Tailandia», indica el organismo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura. Por último, el precio de los lácteos fue «invariado» en julio, «ya que los descensos de cotizaciones de las leches en polvo compensaron los aumentos de las de mantequilla y queso«.
