Este jueves, por primera vez en sede judicial, declararon Hugo Araudou (20) y Oscar Jegou (21), los jugadores titulares del seleccionado de rugby de Francia imputados por abuso sexual agravado en Mendoza. Y aseguraron que nunca hubo un «no» en la relación con la mujer de 39 años que los denunció. Los audios que ella le envió a una amiga que la acompañó al boliche Wabi después del supuesto ataque confirmarían la versión de los deportistas.
«Estamos confiados en que pueden recuperar pronto la libertad, ya presentamos el escrito. Antes del lunes, el fiscal debe resolver si vuelven a Francia porque estos chicos son absolutamente inocentes«, dijo Rafael Cúneo Libarona, defensor de los rugbiers, y hermano del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona.
En una audiencia previa, el martes a la noche, le hicieron escuchar los audios a la mujer, que primero negó que fuera su voz, pero luego terminó admitiendo que era ella. «Tuvo que relatar y recordar todos los momentos que vivió. Y si bien le hicieron escuchar audios y, más allá de la revictimización que eso supone, pudo explicar uno por uno el contenido de esos diálogos», dijo después de la declaración su abogada, Natacha Romano.
En el primer mensaje que le mandó a su amiga con la que fueron juntas al boliche, la denunciante le dice que no la espere porque se había ido con un rugbier que conoció. «Me fui con un rugbier, no cuentes conmigo«, le avisa.
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Este es el primer audio que la denunciante le manda a una amiga contándole qué pasó la noche con uno de los rugbiers franceses.
El intercambio de mensajes siguió ya a la mañana del día siguiente, luego del encuentro sexual.
«Loca, gracias por el aguante, por todo. Conocí a un rugbier francés altísimo el chabón, re lindo (ríe) re lindo. Y llegué a mi casa a las nueve de la mañana, a las nueve. O sea te debo la vida, me hiciste re el aguante de dejarme acá con la S. (NdR: en referencia a su hija) en mi casa, siempre la misma historia, la vez que salgo aproveché, boluda. Me cagó a palos, me agarró del cachete y me ha dejado unos machucones en la cara, ahhhh, en la mandíbula, en la cola, rasguñones en la espalda… No sabés, tremendo el pendejito«, se escucha en el audio.
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La denunciante le da detalles de la noche con uno de los rugbiers franceses.
En un siguiente mensaje, la mujer remarca las características físicas de Auradou («Tremendo el morocho, unos ojos»), da detalles íntimos del encuentro con el rugbier francés pero también describe las lesiones que le quedaron después, como un ojo morado, machucones en la mandíbula, en la espalda y en los pechos: «Me tuve que tomar un diclofenac».
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La denunciante cuenta detalles íntimos del encuentro con el rugbier francés.
En un último mensaje, la amiga le pregunta si era «el grandote», y le cuenta que ella se quedó «hablando con el rubio, pero era un pendejito», por Jegou. Y a la descripción de los moretones, le advierte: «Igual depende de lo que quiere cada uno, pero tenés que tener cuidado boluda con eso».
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La amiga de la denunciante le responde los mensajes y le cuenta que ella «se fue con uno del Tomba»
La indagatoria del jueves, a cargo del fiscal Darío Nora, de la Unidad Fiscal de Delitos Sexuales, fue larga y compleja porque requirió de traductores oficiales de francés. La defensa argumentó que tanto las pruebas aportadas y recabadas por la Fiscalía, como las filmaciones de las cámaras del hotel Diplomatic, los testigos que no oyeron gritos y las imágenes de la mujer y uno de los rugbiers a los besos en el ascensor, previo a ingresar a la habitación, son contundentes del consentimiento. En este sentido, los audios de la mujer previos y posteriores serían una de las pruebas de mayor peso.
Los denunciados llegan a esta instancia con el beneficio de la prisión domiciliaria, ya que están alojados en una casa de la ciudad de Mendoza desde hace más de 20 días.
Rafael Cuneo Libarona, abogado de los rugbiers franceses. Foto Reuters«Conseguir la libertad es que puedan volver a Francia, de lo contrario sería una restricción ambulatoria. En nuestra presentación a la Fiscalía, de más de 40 páginas, hablamos del retorno a Francia, la Constitución Argentina los ampara en su derecho de volver a su casa, y de ejercer su profesión como jugadores de rugby profesional», detalló Cúneo Libarona.
El episodio por el que terminaron denunciados dos rugbiers franceses
Araudou y Jegou fueron detenidos en Buenos Aires y trasladados a Mendoza, imputados por abusado sexual en grupo a una mujer de 39 años, en la habitación del hotel de lujo en el que se alojó todo el seleccionado y el equipo técnico, la madrugada del 7 de julio pasado.
Además del aporte de los peritos médicos y el análisis de las imágenes del hotel, declararon en la causa el chofer del Cabify que trasladó a la mujer hasta su domicilio, la amiga que la acompañó en el boliche, el personal del hotel Diplomatic y compañeros del equipo de los rugbiers que estaban en las habitaciones contiguas. Todos dijeron que no notaron nada que les llamara la atención y dijeron no haber escuchado gritos ni llantos.
Respecto de los audios que se conocieron ahora, los presentó como prueba la defensa de los rugbiers. La amiga entregó a la fiscalía los mensajes que estaban en su teléfono. Ahí la denunciante comenta lo lindo que era el rugbier con el que había ido al hotel, pero a medida que detalla lo que pasó, la amiga le dice que habría vivido una situación violenta. Y unas horas más tarde, se anima a denunciarlos.
La denunciante decidió concurrir a una oficina fiscal en una comisaría de la ciudad de Mendoza el domingo 8 de julio a la tarde, 10 horas después de dejar la habitación del hotel cuando tomó un Cabify hacia su casa.
Durmió unas horas y cuando despertó intercambió mensajes con su amiga, habló con su hermano y dijo que tomó conciencia de lo que había vivido. «Me asfixiaron con la mano, me arrastraron por el piso tirándome de los pelos, me mordieron, me arañaron, cachetazos, me penetraron por la vagina los dos, y fui forzada a realizar felación a ambos sujetos», se lee textual en la declaración judicial.
Inmediatamente, la Fiscalía resolvió que fuera examinada por peritos médicos del Cuerpo Médico Forense de Mendoza. El examen detalla: «Equimosis violácea (moretón) de 4 cm por 1 cm en párpado inferior izquierdo. Otra lesión similar en el mentón y en clavícula derecha».
Sobre las lesiones que se ven en el resto del cuerpo, el informe pericial dice: «Equimosis violácea en la mama izquierda de 1,5 cm por 0,5 cm; igual en ambas piernas, en el glúteo izquierdo un hematoma de 2 cm por 1 cm; y cinco excoriaciones con costra hemática en la espalda a la altura de la escápula».
En la zona genital, la pericia que está en el expediente menciona que «no presenta lesiones perineales, perivulvares, ni anales«.
Cuando al terminar la indagatoria se le consultó al defensor de los rugbiers sobre estas lesiones en el cuerpo de la mujer, Cúneo Libarona respondió con otro detalle que está en la causa: «La víctima padece la enfermedad de Von Willebrand, un trastorno hemorrágico, ocasionado por bajos niveles de proteínas de la coagulación en sangre, lo que implica que el agarre fuerte produzca un moretón».
Para la defensa, la mujer cree que pasó lo que no pasó. «Acá nunca hubo un no, eso lo dicen las pruebas en el expediente, y la conducta que se ve de ella antes y después de mantener relaciones sexuales», insistió Cúneo Libarona.
El no es no
El punto más controvercial de la causa es si la mujer refiere haber mencionado en la habitación su negativa o, con posterioridad, consideró que lo que había ocurrido puertas adentro fue un abuso sexual y no una relación consentida.
Ese es el argumento de la querella: la denunciante declaró que fue violada seis veces por los dos jugadores, que se alternaban. «Dijo que intentaron asfixiarla, que uno de ellos la orinó y que fue golpeada«, detalló la abogada Romano.
Natacha Romano, abogada de la denunciante. Foto ReutersDe acuerdo con la declaración de este jueves de los rugbiers no fue abuso sino sexo consentido: «Admiten que les costó entenderla por la diferencia idiomática (aunque la mujer tiene un nivel intermedio de inglés y ellos hablan inglés, además de francés), que no oyeron un no de parte de la mujer, y que no hubo violencia, solo agarres», de acuerdo con el relato de los abogados de ambas partes.
El lunes se vence el plazo para decidir si los jugadores siguen detenidos. Si el fiscal Darío Nora no pide la prisión preventiva, entonces recuperarán la libertad.
En el caso de que el fiscal acceda al pedido de libertad de la defensa de los rugbiers, el mismo día se les devolverían sus pasaportes y podrían volver a Francia.
Araudou y Jegou quedarían libres en calidad de imputados y deberían reportar cada cierta cantidad de días a la Justicia Argentina, presentándose en algún consulado argentino en Francia.
«La imputación en una causa no significa ni más ni menos que la investigación sobre esa persona, es decir, de recuperar la libertad no termina la imputación, el proceso continúa», explicó Cúneo Libarona. Y estimó que con las pruebas obtenidas, y cuando esté la pericia psiquiátrica de la denunciante, el proceso judicial terminará en dos meses con el sobreseimiento.
Mendoza. Corresponsal
AS