La junta militar de Birmania tiene previsto ejecutar el próximo martes a cinco miembros de las milicias prodemocráticas que combaten al Ejército, condenados a la pena capital por el asesinato de cinco policías, denunció este viernes la oenegé Parlamentarios de ASEAN para los Derechos Humanos (APHR, por sus siglas en inglés).
Los condenados, con edades comprendidas entre los 24 y 33 años y supuestos miembros de las Fuerzas para la Defensa del Pueblo (PDF, en inglés), surgidas tras el golpe de 2021 para combatir al régimen militar, están acusados de disparar en agosto de 2021 contra un grupo de policías mientras viajaban en un tren de cercanías en Rangún.
Los asaltantes fueron arrestados días después y sentenciados a la pena capital en mayo de 2023 durante un opaco proceso llevado por un tribunal civil dentro de la prisión de Insein, en Rangún, donde se encuentran presos. «El uso de la pena capital como herramienta para reprimir la disidencia es inaceptable y debe ser condenado en los términos más enérgicos», dijo Wong Chen, parlamentaria malasia y miembro de la citada oenegé.
En julio de 2022, la junta birmania retomó la aplicación de la pena de muerte, no utilizada en las últimas tres décadas, al ejecutar a cuatro presos, entre ellos dos políticos opositores condenados por terrorismo. «Resulta especialmente desconcertante que se trate de la primera vez que el poder judicial civil, en lugar de un tribunal militar, dicta sentencias de muerte desde el golpe, lo que indica un cambio preocupante en los procedimientos judiciales en Birmania», apunta Kasit Piromya, exministro de Exteriores de Tailandia y miembro de la junta directiva de APHR.
Según los datos de la Asociación para la Asistencia a Presos Políticos (AAPP) de Birmania, desde el golpe de Estado más de cien presos se encuentran en el corredor de la muerte, mientras que el régimen ha condenado en rebeldía a muerte a otras 42 personas.
El golpe de Estado, que acabó con una década de transición democrática, ha sumido a Birmania en una profunda crisis política, social y económica, y abrió una espiral de violencia con nuevas milicias civiles, como la PDF, que han exacerbado la guerra de guerrillas que vive el país desde hace décadas.
Las PDF son el brazo armado del autoproclamado Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que pretende reinstaurar la democracia y crear un Estado federal. Esta milicia y las guerrillas étnicas con las que colabora han logrado importantes victorias contra el Ejército en los últimos meses, principalmente en las regiones fronterizas del país.
