El Niro híbrido enchufable se posiciona en el escalón intermedio de la electrificación, combinando los puntos fuertes de los eléctricos y los de los coches de combustión
Texto: Álex Soler
Kia presentó el nuevo Niro a mediados de 2022 para continuar con la historia de éxito que supuso la introducción del modelo allá por el 2016. Por aquel entonces, el SUV compacto surcoreano destacó por atreverse a ofrecer todas las opciones electrificadas: la hibridación convencional, la hibridación enchufable y la electrificación total. Ya en 2022, la apuesta no podía estar por debajo y el nuevo Niro no decepcionó. A una revolución estética acorde con la nueva imagen de la marca y un salto adelante tecnológico, la segunda generación del crossover mantenía su propuesta completamente electrificada, aunque renovó y mejoró su oferta mecánica.
La combinación perfecta
Esta propuesta mecánica del Kia Niro posiciona a este SUV como uno de los únicos vehículos capaces de satisfacer las necesidades eléctricas de cualquier conductor, desde los que quieren aprovechar únicamente la energía para reducir su consumo, hasta los que quieren un eléctrico puro, pasando por el conductor que quiere todo lo que puede darle un eléctrico sin renunciar a los puntos fuertes de la combustión gracias a la versión PHEV.
Como equipamiento exclusivo de esta variante, el sistema Zonas Verdes se convertirá en el mejor aliado del conductor, ya que permitirá al vehículo gestionar de forma el modo 100% eléctrico para su uso en zonas urbanizadas o las vías cercanas a colegios u hospitales, designadas como zonas verdes. Una vez el Niro detecta que entra en una de estas zonas, personalizables por el conductor, cambia automáticamente a modo eléctrico.
Más práctico, atractivo y tecnológico
Los argumentos a favor del nuevo Niro no terminan en sus motores y la eficiencia de su versión PHEV. El nuevo diseño que estrenó con su segunda generación es también un punto a favor, adaptándose al lenguaje estético ‘Opuestos Unidos’ que la marca estrenó con el EV6 y el reciente Sportage, con lo que gana en elegancia y fluidez y se muestra más avanzado.
En ese sentido, destaca la parrilla ‘tiger face’, que sustituye anterior ‘tiger nose’, para ofrecer un diseño más global, que trasciende de la parrilla para extenderse hasta las aletas del paragolpes y la zona bajo el capó. Las luces son LED de serie tanto delante como en la zaga, zona en la que estrenan una forma vertical a ambos lados del portón del maletero. En general, el Niro destaca por sus líneas fluidas, que evocan la aerodinámica y la tecnología. El pilar C, de un color distinto al resto de la carrocería, aporta un toque de contraste a este SUV de 4,42 metros de largo, 1,82 de ancho y 1,45 metros de alto. En el caso de la versión PHEV, su maletero ofrece 348 litros de capacidad de carga.
En cuanto al interior, el salto es evidente. Tomando como base el concepto de los citados EV6 y Sportage, la doble pantalla de 10,25 pulgadas -una para el cuadro de instrumentos y otra para el infoentretenimiento- de su salpicadero curvado, crea un ecosistema digital completado gracias al sistema Head-Up Display de 10 pulgadas. Es compatible con los teléfonos móviles más habituales vía las aplicaciones Apple CarPlay y Android Auto. Asimismo, el usuario tendrá acceso a la aplicación móvil Kia Connect para gestionar funciones en remoto como la carga de la batería o sistemas como el aparcamiento automático.
Más allá de estas dos funciones, no faltan algunas de las más habituales, como el asistente de mantenimiento de carril, el control de crucero, el asistente de seguimiento de carril, el asistente de circulación por autopistas o la alerta de fatiga, entre muchas otras.
Disponible en los acabados Concept, Drive y Emotion, el Kia Niro PHEV está disponible en España desde 39.415 euros.