“Hoy, la ciudadanía está pidiendo ser parte del proceso de supervisión sobre cómo se manejan los recursos estatales”, afirmó. De esta manera, e inspirada en la Oficina Anticorrupción nacional, la propuesta busca adaptarse a las realidades locales y contempla la participación de diversos actores.
La nueva oficina estaría conformada por representantes de diferentes bloques de la Cámara Legislativa, así como miembros de la sociedad civil, empresarios y comisiones vecinales. En ese sentido, Blanc enfatizó que todos los integrantes deberán pasar por un concurso que evalúe sus antecedentes, asegurando así la transparencia y la idoneidad de los participantes.
También se incluiría la participación de académicos de universidades públicas y gratuitas, fomentando una visión integral sobre la problemática y la participación de todos los sectores de la ciudadanía.
“Los chaqueños quieren saber adónde va el dinero y si realmente se cumple con los objetivos para los cuales está destinado”, concluyó.