El aterrizaje de Joselu Mato en el Bernabéu no fue fácil. El delantero salido de la cantera del Real Madrid regresaba al conjunto blanco feliz para tener una oportunidad que nunca sospechó que pudiera volver a darse. Llegaba para suplir a un Mariano aferrado a un contrato de cinco años que demostró una falta de compromiso alarmante que terminó cansando al club y enfadando a la grada. Algo parecido a lo que le está pasando al hispano-dominicano en el Sevilla.
La huida de Benzema le puso la grada en contra
El caso es que Joselu venía a sumar y dar descanso a Benzema cuando se encontró con la espantada inesperada del francés a Arabia Saudí, lo que encendió los ánimos entre los aficionados blancos. La salida de Karim no fue contestada por Florentino Pérez con la contratación de otro delantero, ya que el Madrid seguía esperando cerrar la llegada de Kylián Mbappé. Y Joselu se quedó como único delantero puro de la plantilla.
Carlo Ancelotti no terminaba de ver cómo acoplarle porque su estilo de juego rompía con la naturaleza asociativa de su propuesta. De hecho, cambió el esquema del 4-3-3 al 4-4-2 con Bellimghan en el vértice del rombo del mediocampo y los brasileños por delante. Pero Joselu, acostumbrado a ganarse hasta el último de los que ha jugado en su carrera a base de trabajo, no se dejó intimidad por los pitos de una grada que encontraba al exdelantero del Alavés demasiado tosco para un club de la jerarquía del Real Madrid.
Joselu, durante su presentación como jugador del Real Madrid. EFE
El apoyo del vestuario
Sin embargo, Mato encontró rápidamente el apoyo del vestuario, donde la presencia de su cuñado Dani Carvajal, que está casado con la hermana de la mujer de Joselu fue clave. Más allá de ese lazo familiar, los compañeros vieron que Joselu trabajaba sin descanso y no ponía malas caras cuando se anunciaba el once titular y no aparecía su nombre. Y lejos de eso, cada vez que salía sumaba en ataque haciendo su trabajo. A veces con goles, y otras mantiendo ocupados a los centrales para que Jude, Vinicius, Rodrygo o Brahim aparecieran más liberados en el área.
Su actitud convenció a Ancelotti, que terminó por encontrar en él un recurso y una alternativa diferente a la hora de atacar a equipos que se atrincheraban atrás y le daban la pelota a los blancos. Especialmente, en el Bernabéu. Hoy Joselu es el delantero más efectivo de la plantilla, con 11 goles y 3 asistencias en 1308, saliendo a gol cada 118,9 minutos en los 29 partidos que ha jugado, siendo titular solo en once. Jude Bellingham, por ejemplo, marca cada 129,3 minutos, al acumular 18 goles en 2328 minutos repartidos en 26 partidos jugados, todos como titular. Joselu atraviesa por unas de las fases más felices de su vida, con su regreso a la Liga, su estatus de delantero fijo en las lista de la selección de De la Fuente, y ahora marcando casi en cada partido que juega con el Real Madrid.
Alternativa de Endrick
Como Joselu llegó al Bernabéu con uno de los suelos más bajos de la plantilla, el club incluyó en su contrato una cláusula por la que si Joselu es capaz de marcar 15 goles esta temporada, recibirá un suculento bonus que sumará a los honorarios que percibe en el conjunto blanco. En el Espanyol cobraba 800.000 euros anuales y en el Madrid no llega ni a eso. De ahí la inclusión de un bonus por goles que está cerca de ser ganado por el ariete gallego.
El Real Madrid firmó el pasado verano un acuerdo de cesión con el Espanyol que incluía una opción de compra por 1,5 millones de euros que los blancos ejecutarán a la conclusión de este curso. Así, Mato será la alternativa en el ataque al brasileño Endrick, que llegará este verano para lucir el 9 que nunca vistió Mbappé. Y mientras eso ocurre, Joselu seguirá trabajando en silencio y aprovechando cada rato del que disponga para marcar goles y ganarse el cariño de una afición que ha dejado de pitarle por su falta de talento y le ovaciona por su trabajo y sus goles.