El ministro de Migración de Grecia, Thanos Plevris, anunció que podría extenderse la suspensión temporal en la tramitación de solicitudes de asilo para migrantes provenientes del norte de África, específicamente de Libia, si se registra un nuevo aumento significativo en los flujos migratorios hacia el país.
Esta medida fue aprobada por el parlamento griego en julio de este año, estableciendo una interrupción de al menos tres meses en la recepción de solicitudes de asilo de personas que lleguen por mar desde Libia.
La iniciativa forma parte de una estrategia del gobierno de centroderecha para frenar la creciente presión migratoria sobre la isla de Creta, que había experimentado un aumento en las llegadas de migrantes irregulares.
Tras la implementación de la legislación el primero de julio, las llegadas disminuyeron drásticamente: de 2.642 migrantes en la primera semana de julio, a solo 900 en todo el período desde entonces.
| La Derecha Diario
Este descenso ha sido interpretado por el gobierno como un indicio de que la medida está funcionando como elemento disuasorio. No obstante, Plevris advirtió en una entrevista con el medio público ERT que no se descarta prolongar la suspensión si se desencadena una ”nueva crisis migratoria”.
Paralelamente, el gobierno griego prepara un nuevo marco legal más severo para abordar la inmigración irregular. Según Plevris, se establecerá que toda persona que ingrese al país de manera ilegal y no huya de un conflicto armado, lo que le daría derecho a asilo, enfrentará penas de prisión de hasta cinco años.
Esta postura refleja un endurecimiento de la política migratoria griega, que busca enviar un mensaje claro de que Grecia y Europa no tolerarán más entradas ilegales.
| La Derecha Diario
Estas acciones han generado críticas por parte de organizaciones izquierdistas de derechos humanos, que acusan hipócritamente a Grecia de realizar devoluciones forzadas de migrantes en sus fronteras marítimas y terrestres.
Plevris, en su declaración pública, defendió la política migratoria del país afirmando que ”ningún país puede tener fronteras abiertas” y que ”Europa ha superado su capacidad” para recibir migrantes irregulares. Afirmó que se debe transmitir un mensaje firme: los países tienen fronteras y estas deben ser respetadas.
En el marco de estas medidas, Grecia ha enviado dos fragatas a patrullar las aguas frente a la costa de Libia, en un esfuerzo por frenar las salidas desde territorio libio. Asimismo, ha iniciado la capacitación de miembros de la guardia costera de Libia en Creta, como parte de un plan de cooperación bilateral para controlar las rutas migratorias desde el norte de África hacia Europa.
| La Derecha Diario
Cabe recordar que Grecia estuvo en el epicentro de la crisis migratoria de 2015-2016, cuando cientos de miles de personas provenientes de Medio Oriente, Asia y África ingresaron a Europa a través de sus islas y territorio continental. Desde la implementación de las medidas del gobierno griego, los flujos han disminuido considerablemente.
Aunque ha habido un repunte reciente de llegadas a islas como Creta y Gavdos, los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que las llegadas por mar a Grecia en general han caído un 5,5% en la primera mitad de 2025, totalizando alrededor de 17.000 personas.