La memoria del sacerdote egabrense Manuel Osuna Bujalance (1930-2020), se recuerda más desde la tarde de este viernes 4 de octubre en Cabra, tras procederse a rotular con su nombre una nueva placeta, tras la recuperación de esta gracias a las obras de consolidación y restauración de la ladera sur de la muralla del barrio histórico de la Villa a través de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado, Edusi, ‘Cabra+Ciudad’. Una inversión superior a los 3,5 millones de euros, que permitió la consolidación de los paños de la muralla sur y la rehabilitación de su torre, el alambor y la ejecución de la mencionada placeta y de un paseo bajo que se comunica con la plaza Rubén Darío mediante una serie de estructuras metálicas.
Así lo ha recordado el alcalde Fernando Priego, que acompañado de familiares del sacerdote y de miembros de la corporación municipal, en el transcurso de la inauguración de esta plaza, “con la que queremos perpetuar su memoria precisamente en este entorno tan ligado a su vida y su labor pastoral” de quien durante cuatro décadas fue el párroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y Ángeles “entregándose en cuerpo y alma tanto a salvaguardar, recuperar y mantener el patrimonio cultural eclesiástico, como a la defensa, clasificación y custodia del importantísimo Archivo Parroquial que es testigo de la historia misma de nuestra ciudad”.
Solar de la calle Tinte
Este nuevo espacio, incorporado al entramado urbano de Cabra, ha sido posible indicaba el regidor tras conseguir que “un solar de la calle Tinte se convierta en un lugar de esparcimiento, recuerdo y cultura tanto para los vecinos del barrio de la Villa, como para el resto de egabrenses y las personas que nos visitan”.
La nueva placeta Manuel Osuna Bujalance se compone de elementos que intentan recoger y dar a conocer la historia de este barrio que fue la génesis de la antigua Villa de Cabra. Así, cuenta con pavimento artístico elaborado con chino cordobés, dos bancos y una fuente ornamental sobre la que se ubica un imponente retablo cerámico en el que se representa al rey Fernando III ‘El Santo’, que reconquistó la ciudad el 15 de agosto de 1240 y la efigie de un soldado medieval, obras éstas del escultor madrileño Juan Up.
En el lado opuesto, una escalera da acceso al nuevo tramo de paseo que discurre bajo la muralla y que conecta con el ya construido, dando lugar a un trazado que invita a conocer el pasado de la ciudad, incorporando entre otros elementos una maqueta que muestra cómo sería la antigua zona de intramuros en el siglo XVII, basada en la reconstrucción y recreación digital de la Villa y el convento de Capuchinos surgida de los estudios realizados por los investigadores Antonio Ramón Jiménez, Aioze Trujillo y Javier Arroyo.
La inauguración de la placeta finalizó con las intervenciones de familiares del sacerdote egabrense y del delegado municipal de Presidencia, Javier Fernández, quien hizo un completo recorrido por la trayectoria y los méritos del sacerdote, que llevaron a la feligresía de la Asunción y Ángeles a solicitar, en el año 2020, la rotulación de un espacio público con su nombre.
