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Resistencia
7 noviembre, 2024

Familiares y compañeros de trabajo: quiénes eran los tres muertos en la persecución en La Matanza

Eran las 5.30 de la tarde del jueves y una persecución policial terminó de la peor manera en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza. Una banda de delincuentes que escapaban de la Policía tras haber robado al menos dos autos -con pocas cuadras de diferencia- en uno de ellos chocó a toda velocidad contra un Volkswagen Golf en el que seis hombres volvían de trabajar.

El impacto causó que tres de esos trabajadores murieran en el acto y los otros tres tuvieran que ser hospitalizados de urgencia. Los seis eran albañiles y venían de trabajar en la misma obra.

Los fallecidos son Agustín Gómez, Matías Maldonado y Alejandro Payé. Los heridos, Juan Maldonado (32), Brian Acuña (31) y Luis Machuca, que sufrieron politraumatismos y fueron trasladados al Hospital Simplemente Evita, y al Hospital. T. Germani. Machuca recibió el alta este viernes.

«¿Cómo se sigue, mi dientudo? ¿Cómo vamos hacer para no extrañarte? No puedo creer que ya no voy a verte…», escribió en Facebook Yaque Maldonado, familiar de Matías, que estaba casado con Cintia Díaz.

«Bueno, él es Matías, un chico trabajador, esposo y padre de cuatro criaturas, en esta tarde noche falleció producto de un choque, por la (vez) 1001 de ladrones que se dieron a la fuga. Mati venía de trabajar «, posteó Erica, amiga de la esposa de Matías, en Instagram.

Cintia, esposa de Matías, le contó a Clarín que él era ayudante de albañil, y que iba rotando en distintas obras. «Mi marido iba con su hermano Juan, que está internado porque tiene la mandíbula rota. Igual va a salir un ratito del hospital para velar al hermano«, dijo la mujer.

Matías, uno de los albañiles fallecidos cuando el auto en el que viajaba fue chocado por un ladrón. Tenía cuatro hijos.Matías, uno de los albañiles fallecidos cuando el auto en el que viajaba fue chocado por un ladrón. Tenía cuatro hijos.Manejaba Machuca, el jefe, que los estaba llevando a una estación de servicio para que desde allí pudieran llegar más rápido a sus casas. En el grupo tenían varias relaciones familiares: Juan, el hermano de Matías, a su vez era cuñado de Agustín, otro de los fallecidos.

«Venían tomando mate en el auto. Mi marido no tiene celular, pero el hermano de él sí y le había avisado a la mujer que estaban volviendo. Cuando yo me comunico con ella me dice que hace una hora no le contestaba -relata Cintia-. Después me llama ella, a las 19.30 pasadas, y me dice que se estaban yendo en la ambulancia, pero no sabía quién había fallecido».

La mujer no supo qué hacer y, como describe, entró en pánico: «No tenía con quién dejar los chicos porque no tengo familia acá, todos viven en Córdoba. Él tiene más familiares acá».

Matías era el papá de sus cuatro hijos. El más grande, de 9, el que le sigue está por cumplir 5, la nena mayor tiene 3 y la menor tiene uno y medio. «Él era re buen padre, trabajador. Venía de trabajar cansado y así y todo igual se iba a jugar con los chicos, los llevaba a la plaza o jugaban en casa», recuerda.

Ese día Cintia le había dicho a su marido que no fuera a trabajar. «Fue igual, porque el sábado habíamos comprado el cemento y la cal para empezar a levantar la pared (y necesitaba el dinero). Yo tenía como un presentimiento. Además, no había dormido bien porque mi nena estaba descompuesta, la de uno, y nos levantamos varias veces los dos. Pero fue igual. Quiero justicia, que se resuelva todo rápido y que no puedan salir más de la cárcel. Me lo arrebataron a mí y a sus cuatro hijitos», cierra.

La pareja estaba ahorrando para poder dejarles una casa mejor a sus hijos. Ahora ella y sus conocidos están publicando un alias bancario (Cintiadiaz1995) en redes para recibir donaciones y poder afrontar los costos de la casa velatoria.

Alejandro Payé, otra de las víctimas, vivía en González Catán junto a su mujer, Luly Sandoval, y sus cinco hijos, entre los que está una beba que nació hace dos semanas. El albañil había estudiado en la E.E.M. Nº 51.

Alejandro Payé, albañil, otra de las víctimas tras la persecución.Alejandro Payé, albañil, otra de las víctimas tras la persecución.Agustín Gómez, la tercera víctima fatal, tenía dos hijos, uno de ocho años y otro de tres. «Hermano, qué dolor, Dios mío, te lo llevaste. Ya no sufre más. Te voy a extrañar mucho. Todas tus locuras, tus llamadas todas las noches, tus cigarrillos todos los días. (…) Con papá sos otro ángel más que se fue», posteó en Facebook su hermana Mayra.

En diálogo con este diario, contó que Agustín hacía changas de albañil. La familia Gómez todavía continuaba cicatrizando una herida, la pérdida de otro hermano de Agustín. «Es el segundo hermano que pierdo, hace ocho años atrás me mataron a un hermano. Lo habían encontrado en una zanja tirado con un tiro en la cabeza. Su muerte quedó impune. Yo quiero que con la muerte de Agustín se haga justicia, que no quede impune. Quiero que ellos paguen», reclamó.

Brian Acuña, uno de los heridos que este viernes estaba siendo operado porque su cuadro de salud se agravó, es muy fanático de River, pero no de las redes sociales. De hecho, durante cinco años no posteó en Facebook, hasta que en 2019 subió una foto con su madre y sus amigos celebraron con comentarios como «¡Volviste a las redes!».

Según contó Machuca, quien conducía el Golf, a Clarín, vio a Brian en el hospital y dijo que «está shockeado. No sabe que fallecieron los otros compañeros. Lo iban a operar del riñón. Estaba orinando sangre». A Acuña le quedaron atrapadas las piernas contra una de las puertas.

Brian Acuña, uno de los heridos, en el estadio Monumental.Brian Acuña, uno de los heridos, en el estadio Monumental.«Nosotros veníamos normal, no veo venir el auto, porque veo a otro estacionado. Me acerco, paso y cuando voy pasando a un metro, ya veo dos luces y sentimos el choque. No llegué a ver el auto bien. Empezó a dar vueltas el auto y terminamos adentro de una casa», describe el conductor.

«Abro la puerta, me tiró y ellos no reaccionan. Ninguno. Estaban todos golpeados. Los fui bajando de a uno. Primero Juan, después Mati, después Agustín. Ale falleció ahí nomás», relata. Antes de ser identificado como una de las víctimas del episodio, Machuca recuerda que un policía se acercó a él apuntándole con el arma reglamentaria. «Yo les decía: ¡Es el otro auto! Ahí vi cómo 3 o 4 policías detenían a uno de los delincuentes».

Cómo fue el choque

El raid delictivo se inició en Morón. Con un Volkswagen Suran, que todavía no se determinó si había sido robado previamente, los delincuentes roban un Citroën C3. Ahí llega el alerta a la Comisaría 4ta de Morón y se da inicio a una persecución con dos patrulleros y un Volkswagen Fox, sin plotear, que es un vehículo del servicio externo de esa seccional policial.

«La Policía pierde el rastro del C3. En ese interín, los mismos delincuentes roban un Chevrolet Prisma, que es el que finalmente impactó con un Volkswagen Golf, en el cruce de las calles Andalgalá y F. Beazley, del barrio Los Pinos. Ahí viajaban las tres víctimas fatales junto a tres personas más que resultaron heridas. En el Prisma había un sólo delincuente», dijo a Clarín Carlos Arribas, titular de la Fiscalía de Homicidios de La Matanza.

Video

La impresionante colisión en la localidad de Villa Luzuriaga también dejó tres heridos de gravedad.

El impresionante choque, que fue registrado en una cámara de seguridad, terminó con uno de los autos prácticamente incrustado en el frente de una casa.

La Policía detuvo al conductor del Prisma, identificado en el parte policial como Robert Renaut, de 22 años, extranjero aunque no se informó su nacionalidad. Tiene antecedentes por robo y encubrimiento y en las próximas horas será indagado por el fiscal. Hay también una cantidad aún no determinada de prófugos.

A Renaut, lo van a imputar por robo agravado por el empleo de arma de fuego, eso en relación a los autos, por homicidio agravado criminis causae, triplemente agravado, por las tres muertes, y además, triple homicidio criminis causae en grado de tentativa, por los tres heridos.

AS

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