El Ministerio de Salud rechazó este jueves el reclamo administrativo que presentó una tabacalera frente a la prohibición que esa cartera impuso a la importación y comercialización de los calentadores de tabaco.
La decisión se oficializó a través de la Reoslución 4105/2023, que fue publicada en la última edición del Boletín Oficial y que llevó la firma de Carla Vizzoti, todavía titular de la cartera de Salud.
En específico, a fines de marzo de 2023 se vetó la importación, distribución, comercialización, la publicidad y cualquier modalidad de promoción y patrocinio en todo el país de los sistemas o dispositivos electrónicos denominados habitualmente como calentadores de tabaco o «productos de tabaco calentado (PTC)», argumentando razones de «riesgo para la salud de la población».
Frente a esa medida, la tabacalera Massalin Particulares -filial local de Philip Morris– expresó su “sorpresa” y consideró que iba “a contramano del más esencial sentido común y de los avances de la ciencia, homologados por agencias de salud a nivel global».
“La decisión del Ministerio de Salud se opone a la tendencia global, significa un incomprensible retroceso, e implica la sustracción de una alternativa para los más de 7 millones de fumadores adultos que hay en el país”, agregaron.
El IQOS de Philip Morris, el dispositivo para calentar tabaco que la compañía comercializa en 73 mercados.En su reclamo, la tabacalera «argumentó que la norma impugnada resulta nula de nulidad absoluta e insanable, por encontrarse viciada de incompetencia, al importar el ejercicio incompetente y extralimitado por parte del Poder Ejecutivo y que se viola el derecho a la libertad económica«.
A pesar de las razones esgrimidas, el ministerio de Vizzotti sostuvo que «no se identifica agravio alguno que pueda sostener las afirmaciones de la reclamante, motivo por el cual corresponde rechazar el reclamo administrativo interpuesto«.
La prohibición tiene como objetivo «reducir el consumo de productos elaborados con tabaco; reducir al mínimo la exposición de las personas a los efectos nocivos del humo de productos elaborados con tabaco; reducir el daño sanitario, social y ambiental originado por el tabaquismo; prevenir la iniciación en el tabaquismo, especialmente en la población de niños y adolescentes; y concientizar a las generaciones presentes y futuras de las consecuencias producidas por el consumo de productos elaborados con tabaco y por la exposición al humo de productos elaborados con tabaco».
Los dispositivos para quemar tabaco, un variante menos nociva para los fumadores-Esta medida provocó, entre otras consecuencias, que la multinacional Philip Morris suspendiera una inversión de 300 millones de dólares que planeaba hacer para producir estos productos en su planta de Merlo, provincia de Buenos Aires.
Los argumentos de la prohibición de los calentadores de tabaco
En sus considerandos, la Resolución insistió en que estos dispositivos “se promueven para ser utilizados en reemplazo de los cigarrillos convencionales, especialmente en los lugares donde se prohíbe fumar, aduciendo que están desprovistos de los efectos deletéreos de los productos de la combustión del tabaco”.
Además, aseguró que “de acuerdo a investigaciones independientes, los ‘Productos de Tabaco Calentados’ producen aerosoles con nicotina y otras sustancias químicas como el acetaldehído, la acroleína y el formaldehído, las cuales son dañinas y potencialmente dañinas para la salud”.
En la normativa también se recordó que “siendo la nicotina una droga sumamente tóxica y con fuertes propiedades adictivas, el uso de estos dispositivos, además del potencial riesgo que representa para individuos con patologías cardiovasculares, puede inducir en nuevos usuarios una dependencia a la droga”.
Philip Morris suspendiera una inversión de 300 millones de dólares que planeaba hacer para producir estos productos en su planta de Merlo.“La evidencia sostiene que los productos novedosos como los PTCs y similares son especialmente atractivos para niños, niñas y adolescentes, y su introducción en el mercado tiene el potencial de conducir a la iniciación tabáquica en jóvenes y adultos no fumadores, amenazando los logros ya obtenidos en materia de control de tabaco mediante las políticas públicas previamente implementadas”, justificó el Ministerio de Salud en el mismo documento.
Por último, se remarcó que “la evidencia científica independiente disponible sobre los PTCs es suficiente” para que el Ministerio de Salud “pueda evaluar un potencial riesgo para la salud de la población y el desarrollo de comportamientos adictivos en los jóvenes, resultando necesario hacer uso del principio precautorio, que respalda la adopción de medidas protectoras ante las sospechas fundadas de que ciertos productos o tecnologías creen un riesgo grave para la salud pública o el medio ambiente”.
Fue en ese marco que resolvió «rechazar el reclamo impropio interpuesto por Massalin Particulares S.R.L» y dejó establecido ante «la reclamante que con el dictado de este acto queda agotada la vía administrativa».
Cómo funcionan los calentadores de tabaco
Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un documento publicado en marzo de 2020, los PTC calientan el tabaco, a veces junto con un líquido, hasta temperaturas más bajas que en un cigarrillo convencional (en general inferiores a 600 °C) mediante un calentador alimentado a pilas.
“Ese calentador integrado puede ser una fuente externa que aerosolice la nicotina contenida en un cigarrillo especialmente diseñado (como en el caso de iQOS y de glo) o una cámara de calentamiento hermética que aerosolice la nicotina directamente del tabaco (como en Ploom y Pax)”, detalló ese organismo.
Y añadió: “El calentador se carga con corriente eléctrica y quien lo usa aspira por la boquilla a voluntad para inhalar el aerosol, que así penetra en el organismo”.
Los productos de tabaco calentados “emiten aerosoles que contienen nicotina y sustancias tóxicas cuando se calienta el tabaco o se acciona el dispositivo que lo contiene” y la persona que los utiliza “inhala esos aerosoles cuando aspira o fuma” por ese artefacto.
“Además de la nicotina, una sustancia sumamente adictiva, contienen aditivos no tabáquicos y suelen estar aromatizados. El tabaco se suministra en forma de cigarrillos especialmente diseñados (p. ej. los «heat sticks» o «sticks») o en cápsulas o cartuchos”, agrega la OMS.
ES