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Resistencia
16 octubre, 2024

El Gobierno se plantea retrasar la votación de la senda de estabilidad si no garantiza los apoyos

La votación de la senda de estabilidad prevista para este jueves no tiene los apoyos necesarios a día de hoy y, en función de cómo avancen las conversaciones con los socios, el Gobierno se plantea darse más tiempo. Fuentes socialistas se abren a la posibilidad de retirar del orden del día del pleno del Congreso la votación, al recordar que se trata de una potestad del Gobierno, si no tienen garantías de que saldrá adelante, ante el previsible rechazo de PP, Vox y Junts que ya la tumbaron el pasado mes de julio. El Ejecutivo está así a la espera de “la evolución” de las próximas horas para tomar una decisión.

La reunión el pasado viernes en las afueras de Ginebra (Suiza) entre una delegación del PSOE, encabezada por su secretario de Organización, Santos Cerdán, el ‘expresident’ Carles Puigdemont, acompañado del secretario general de Junts, Jordi Turull, no sirvió para acercar posiciones. “Nada nuevo”, admitían en la cúpula del PSOE para reconocer en privado la falta de apoyos en estos momentos.

Inicialmente, se preveía llevar al Congreso el proyecto presupuestario a lo largo de este septiembre, lo que obligaba a un acuerdo rápido entre PSOE y Sumar para diseñar las cuentas. Pero la relajación de los tiempos, encaminado a facilitar un cambio de posición de los de Carles Puigdemont, enfría también los plazos para el entendimiento.

Con la vista puesta a una redefinición de la estrategia en el congreso de Junts, en el Ejecutivo siguen sin tirar la toalla. Pedro Sánchez ya activó al equipo de negociadores de la investidura para intentar un acercamiento. Esto es, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, y el número tres del PSOE, Santos Cerdán. Además del propio proyecto de Presupuestos, sobre todo en lo referente a las inversiones para Cataluña y compromisos de ejecución, sobre la mesa están pendientes diferentes carpetas que podrían servir como moneda de cambio: la relativa al impulso de la lengua catalana, la ley de delegación de competencias en inmigración o el «reconocimiento nacional” de Cataluña.

Por este motivo se enfrían los plazos para presentar los Presupuestos. Antes del congreso de Junts no sería el mejor momento para someter la votación de las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos, según reconocen fuentes del Ejecutivo. “No hay plazos, lo importante es tenerlos”, remarcan en Moncloa sobre los tiempos para la presentación de los Presupuestos.

Los socialistas apelan por otra parte al efecto de las presiones sobre Junts para que se decanten por una vía más pragmática. En este sentido barruntan que pueden “ayudar” cuestiones como la concentración frente a la sede de Junts la pasada semana después de que cambiasen su voto a última hora para tumbar la admisión a trámite de la reforma para regular los alquileres.

Ante la falta de apoyos, desde el Gobierno y Ferraz ya comenzaron este lunes a hacer control de daños. El principal argumento que están desplegando los ministros socialistas es que las previsiones económicas son buenas y que las últimas cuentas aprobadas en la pasada legislatura son expansivas y dejan un amplio margen de maniobra. La prioridad es tener nuevos Presupuestos, y la intención es presentarlos como mandata la Constitución, pero su hipotético rechazo por parte del Congreso no variará la determinación de seguir gobernando.

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