Después de recuperar su nivel prepandemia en el primer trimestre de este año, la economía española seguirá creciendo por encima de las grandes economías del euro (Alemania, Italia y Francia) durante los dos próximos años hasta situarse 6,6 puntos por encima de 2019, según los cálculos del Gobierno realizados a partir de los datos de la Comisión Europea y avanzados por el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, durante su primera comisión como titular de este departamento en el Congreso de los Diputados.
Según las cifras, la actividad económica avanzará un 2% en 2024 y otro tanto en 2025, después de cerrar 2023 con un crecimiento del 2,5% a pesar del escenario de ralentización económica a nivel europeo por la subida de la inflación y los tipos de interés. Precisamente, el impulso del último tramo del año –con un crecimiento del 0,6% del PIB en el cuarto trimestre de 2023 respecto a los tres meses anteriores– sitúa a España «en un punto de partida ventajoso» para «cumplir con los objetivos de crecimiento» a juicio de Cuerpo.
«El arrastre que tenemos por los buenos datos desde 2023 nos posicionan antes de empezar el año 2024 creciendo ya un punto porcentual y esto de nuevo es un elemento muy positivo para ser capaces de seguir creciendo y seguir cumpliendo nuestros objetivos de crecimiento diferencial», ha expresado el ministro que prevé dar «continuidad» a la política económica de su predecesora en torno a tres ejes principales: la cohesión social con el objetivo del «pleno empleo», la competitividad del sector productivo y la responsabilidad fiscal y medioambiental.
Defensor del cliente financiero
Al recibir la cartera de Economía, Comercio y Empresa, Cuerpo reveló que de todas las medidas económicas creadas por el equipo de la vicepresidenta Nadia Calviño en los cuatro años anteriores de la que más orgulloso se sentía era de los avances en materia de “inclusión financiera de personas mayores y personas con discapacidad”. Una vez al frente del ministerio, ha revelado que la inclusión financiera será uno de los principales ejes de su gobierno con la creación de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero, que se decayó cuando estaba en la última parte de su tramitación tras la disolución de las cortes en junio. El primer paso para su puesta en marcha se dio la semana pasada con la aprobación por parte del Consejo de Ministros por el procedimiento de urgencia.
Además, el ministro ha añadido entre sus prioridades el uso social de los pisos de la Sareb, el conocido como ‘banco malo’, así como avanzar en la “formación y recualificación” de trabajadores para “casar” oferta de trabajo y demanda de las empresas y “rellenar”, así, los “huecos” de las empresas. “Aquí hay un vínculo director con la creación del Consejo Nacional de Productividad que permitirá seguir incidiendo en la productividad con medidas o shocks que llegan a la economía como el impacto de la Inteligencia Artificial en el sector productivo”, ha explicado.
Por otra parte, ha avanzado la creación de la agencia estatal evaluación de políticas públicas, que revise las distintas decisiones antes de que se tomen (mientras la Airef será la encargada de hacerlo expost), así como “actuaciones relacionadas con la canalización de financiación hacia la transición verde” con la publicación del libro verde de finanzas sostenibles.
