Sentada en una silla, sujetando una muleta y abrazando el retrato de su hijo con todas sus fuerzas. Con gafas de sol, sollozando y mirando al suelo. La imagen del dolor de la madre de Julian Alessandro Cadman, el niño australiano de 7 años que murió el atentado de las Ramblas Barcelona, ha sido la que ha derrumbado de nuevo el dolor en el Pla de l’Ós. Han pasado siete años desde el fatídico 17 de agosto de 2017 cuando una furgoneta arrasó con 14 vidas. El homenaje a las víctimas este sábado en el corazón de la masacre ha vuelto a llenar Barcelona de dolor.
El retrato del sonriente Cadman mostraba una vida que le esperaba y que nunca fue. Igual que el muñeco de Ironman que su madre ha depositado en las jardineras que servían de homenaje a los 14 fallecidos en Barcelona y Cambrils. Vidas rotas que estallaban en llantos durante el minuto de silencio. Esta vez, sí se ha respetado.
Como ella, una cincuentena de supervivientes y familiares de los fallecidos han depositado un clavel blanco en los tres tiestos que ha colocado el ayuntamiento de Barcelona en el lugar donde se detuvo la furgoneta que arrasó las vidas de sus seres queridos. Con llantos y abrazos, han recordado los familiares que perdieron en este lugar de La Rambla mientras un violoncelista interpretaba El Cant dels Ocells en directo. También les acompañaban víctimas de otros atentados terroristas, como el 11M o el Hipercor de Barcelona.
Tras ellos, también han depositado un clavel blanco las autoridades: el nuevo ‘conseller’ de Justícia, Ramón Espadaler, el delegado del Gobierno en Catalunya, Carles Prieto, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el president del Parlament, Josep Rull y la nueva consellera d’Interior, Núria Parlón. No se ha visto al nuevo ‘president’ de la Generalitat, Salvador Illa. También han participado en la ofrenda los resentantes de los cuerpos de seguridad y emergencia que asistieron a las víctimas: Mossos, Guàrdia Urbana, Policía Nacional, Guardia Civil, Bombers, sanitarios del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) y trabajadores del Centre d’Urgències i Emergències Socials (CUESB).
Además, también han participado miembros de todos los partidos políticos presentes en el plenario municipal y líderes de partidos políticos en Cataluña. Entre ellos, Ferran Pedret (PS), Laura Borràs (Junts) i Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll y líder de Aliança Catalana.
En paralelo, una decena de personas han protestado en silencio detrás del escenario donde se ha producido el homenaje de recuerdo. «Estado asesino», «las clavagueras del Estado matan» o «El Estado estañol lo sabía». A pesar que la sentencia, ya firme, de los atentados no lo estipula, estos manifestantes acusaban de las relaciones entre el CNI y el imam de Ripoll y cerebro de los atentados, Abdelbaki Es Satty.
Peticiones de las víctimas
Al finalizar el acto, las víctimas han repartido una carta a los políticos presentes al acto. Piden la creación de un protocolo de atención posterior a los atentados, una legislación autonómica propia como ya tienen la mayoría de comunidades, la creación de una oficina de atención a las víctimas del terrorismo, cerrada en 2010 tras los recortes, y la creación de un centro de memória sobre el Terrorismo en Cataluña.
«Los actos de homenaje están muy bien pero durante el resto del año el trato asistencial es nulo», ha denunciado Robert Manrique, responsable de la ya exitinta Asociación de atención a las víctimas UAVAT. «Las víctimas merecemos un poco más de respecto y sensibilidad, a ver si en un día como hoy reflexionan sobre ello», ha pedido Manrique.