La triste noticia fue confirmada por Miguel Ángel Ojeda, secretario General del Sindicato Petrolero del Chaco; en contacto con Radio Universidad – Hipermedios UNCAus de la Ciudad Termal. “Los trabajadores despedidos son 10 en total, 6 en Sáenz Peña y 4 en Resistencia”, detalló.
El sindicalista aclaró que normalmente “el fuerte del gas es en pleno invierno. Pero pasando el invierno las ventas no repuntaron y tampoco la empresa YPF ayudó con los precios a los distribuidores, que sintieron el cimbronazo. No pueden ya ni pagar impuestos ni sueldos, y en principio la intención de la patronal era despedir a 10 trabajadores en Presidencia Roque Sáenz Peña”.
”Tras arduas negociaciones logramos con el gremio que sean 6 los despedidos, 4 repartidores y 2 administrativas. La verdad que es un cimbronazo bastante grande, entendemos que no se está vendiendo como corresponde, el precio tampoco no los acompaña y la empresa YPF estaba ahogando económicamente también”, remarcó.
Desesperante baja de las ventas
Cabe remarcar que los camiones de la empresa Ruvira Gas recorren grandes distancias llevando garrafas de todos los tamaños y llegan hasta el Chaco Santiagueño, Chaco Santafesino y Chaco Salteño, más todos los pueblos del interior provincial.
“En la empresa nos mostraron con números como bajó la venta de garrafas de manera desesperante, y eso que la venta de gas es algo primordial, pero se siente el cimbronazo económico. Siempre hubo competencia pero en este caso YPF vino con muchas pretensiones, querían cobrar la marca, también la ropa, todo muy caro a los distribuidores y por supuesto que no estaban en condiciones de afrontar todo eso y sobre todo la cantidad de personal. Tenían mucho personal y se empezó a complicar”.
”Y como me dijo el empresario Ruvira: ‘quiero salvar a la empresa y también a los compañeros que quedan’, entonces se tomó esa decisión. La verdad que fue un momento crítico porque veníamos pasando un montón de incertidumbre y ahora se concretó el despido de 10 trabajadores, que también son 10 afiliados menos para nuestro gremio”, lamentó el sindicalista.
Ojeda detalló que “en la sucursal Sáenz Peña de Ruvira Gas YPF fueron 6 los despedidos, 4 de ellos repartidores y 2 empleadas del área administrativa. Además en la ciudad de Resistencia se consumó el despido de otros 4 trabajadores administrativos. Estas no son plantas sino depósitos, donde en Sáenz Peña trabajan 30 empleados y otros 45 en Resistencia”.
”La situación está muy difícil, hay que entender que sale un vehículo de reparto y no vende nada, eso ya es una pérdida brutal porque hay que pagarle al personal, el gasto del vehículo, viáticos, hotel, comida, etc en el caso de los camiones que van lejos. Normalmente son dos o tres días de viaje. Además el personal cobra un plus por traslado de material peligroso, inflamable”, consignó.
“No hay dinero en la calle”
El gremialista explicó que cerraron “una buena paritaria a principios de año con un buen porcentual, todo en blanco, porque suele ocurrir que las empresas quieren poner ítems en negro lo que a nosotros no nos conviene porque a la larga nos perjudica en la jubilación. El sueldo de inicio en categoría 1 está en $1.500.00 pesos de base y ahí va aumentando de acuerdo a la categoría. A ello se le agregan comisión por ventas y horas extras. Ahora ya se está negociando para el mes de septiembre”, anticipó.
Ojeda comentó que la empresa “les da a los vendedores un objetivo de ventas de garrafas por día, pero es imposible llegar porque no se vende. Cada garrafa YPF de 10 kilos puesta en el domicilio cuesta 25.000 pesos y hay mucha gente que no tiene ese monto, en estos momentos está muy complicado porque no hay dinero en la calle”.
”Esta situación económica repercutió en todo porque la gente tampoco está cocinando como corresponde. Además uno de los sectores más castigados es el gastronómico donde el consumo de gas es mucho menor que antes. Se siente muchísimo la baja en la venta en ese sector”, reveló.
El drama de los despidos
Con la lupa puesta en las cesantías, Miguel Ojeda consignó que “es la primera vez que nos está tocando pasar por estos momentos tan tristes donde muchos compañeros se quedan sin trabajo. Me informan mis compañeros del gremio que por ejemplo en Vaca Muerta la semana pasada hubo 300 despidos. Yo la semana pasada estuve en Salta y la Refinería no está trabajando, entonces donde eran 2.000 empleados ahora están quedando 300. Eso demuestra que hay una gran recesión y la gente todavía no se está dando cuenta de eso”.
”Los trabajadores son indemnizados pero después en que invierten porque no hay negocio que funcione y se les termina rápido ese dinero. La mayoría de los despedidos tenían entre 12 y 19 años de trabajo, y arreglaron una buena indemnización con el trabajo y ayuda del gremio. El empresario cree que a fin de año la situación podría revertirse pero si esto sigue así, ya nos advirtieron que no tendrán para pagar sueldos en el verano si no despiden personal”, advirtió finalmente.
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