Se trata de un hombre identificado por la Justicia y la Policía como Marciano Aguiar González, quien fue capturado por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) La Matanza en una quinta ubicada en el mismo predio en el que ocurrió la masacre, donde el acusado se ocultaba.
Voceros judiciales y policiales informaron a Télam que sobre Aguiar González pesaba un pedido de detención -junto a otros seis hombres y una mujer que aún permanecen prófugos- como acusado de ser parte de la banda de «delegados» que disparó contra las personas que habían comprado los lotes, durante una disputa por dinero y obras relacionada a esas tierras.
El hombre quedó a disposición del fiscal Carlos Arribas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial de La Matanza, quien lo indagará el jueves.
Aguiar González se suma a los otros cuatros detenidos que tiene la causa, todos ellos acusados de «homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas (cinco hechos)» y la tentativa de homicidio» de otras seis.
Los apresados son Juana Correa Villalba (43), de nacionalidad paraguaya y supuesta líder de la banda; Walter Escobar (40), Wilson Escobar, apodado «El Chino» (36), y un cuarto hombre que tras la balacera quedó internado en grave estado en el Hospital Rivadavia y cuya identidad de se desconoce aún porque está indocumentado.
El hecho se registró el 14 de enero en inmediaciones de una tosquera abandonada del barrio 8 de Diciembre, cercana al cruce de Debussy y Vega, de González Catán, partido de La Matanza.
Según especificaron las fuentes, allí se llevaba adelante una reunión barrial de la que participaban personas asentadas de forma irregular en esos terrenos con los llamados «delegados» de la zona, quienes al parecer les habían vendido esas tierras tomadas a unas 500 familias.
Siempre de acuerdo con lo determinado por el momento por los pesquisas, en esa reunión se produjo una discusión por dinero entre los habitantes del barrio y los «delegados», en medio de la cual se empezaron a amenazar.
Al parecer, en el grupo había tres personas de nacionalidad paraguaya armadas que, cuando la discusión subió de tono, comenzaron primero a disparar al aire y luego contra las personas del barrio que fueron hacia ellos para rodearlos.
Un vocero policial indicó que los tiradores escaparon tras efectuar al menos 40 disparos con pistolas calibre 9 milímetros, por lo que posteriormente los peritos que trabajaron en la zona pudieron recoger algunas vainas servidas.
Como consecuencia de la balacera, cinco personas, identificadas como Tomás Waldo Velázquez Chávez (28), Eduardo Rivera (23), Gregorio Mamani, Leonel Enzo Tuco Tapia (29) y Luis Fernando Bascope (16), resultaron asesinadas.