Las cestas de Navidad son un regalo que algunas empresas hacen a sus empleados cuando llega el periodo festivo. En la mayoría de ocasiones, se trata de paquetes de mayor o menor volumen que incluye productos típicos de estas fechas, como dulces; bebidas espirituosas, aperitivos e incluso patas de jamón.
En una cesta de Navidad que se precie no pueden faltar los vinos, los cavas, los turrones, la paletilla o un whisky o una ginebra: hay quienes prefieren entregar una cesta literalmente, baúles e incluso lotes.
Pero, aunque el de la cesta de Navidad es uno de los gestos más apreciados de los empleados de cualquier empresa, desgraciadamente es una práctica que poco a poco ha ido cayendo en desuso hasta el punto de que ya son una minoría los trabajadores que reciben una de los jugosos lotes navideños.
Una de estas empresas, sin ir más lejos, es Zara: que sistemáticamente se hace viral por la generosa cesta de Navidad que hace llegar a sus empleados todos los años.
Empresas obligadas a entregar cesta de Navidad
Pero la cesta de Navidad, además de un gesto de generosidad también es una obligación para muchas empresas: según una sentencia del Tribunal Supremo, hay cierto tipo de compañías que sí estarían obligadas a entregar este obsequio a sus trabajadores.
Las empresas que están obligadas por la sentencia del Tribunal Supremo a dar una cesta navideña a sus empleados son todas aquellas en las que, por haber sido una costumbre de años anteriores, se ha convertido en un «derecho adquirido».
Es decir, aquellas empresas donde año tras año haya sido costumbre el entregar una cesta de Navidad a sus trabajadores, tendrán que llegar a un acuerdo con los trabajadores en caso de que quieran suprimirla.
Además, hay que tener en cuenta que la gratificació de la cesta de Navidad está considerada como retribución en especie y que debería estar incluida en la nómina de los trabajadores. Además, las empresas podrán deducirse su impuesto de Sociedades correspondiente.