Tal como ocurrió en el parque de la casa de verano de Mariano Mores, ahora sobre el verde disponible en una manzana ubicada a cien metros de allí, donde hay una chalé declarado de interés patrimonial y otras casonas marplatenses típicas, finalmente se construirá la torre de departamentos más alta de Mar del Plata. El aval a la constructora se concedió «por excepción», puesto que allí no estaba permitido erigir edificios de más de 7 metros; este tendrá 125 metros.
La aprobación salió más allá de toda polémica, que involucra a vecinos y a entidades profesionales de arquitectos y martilleros que se expresaron contra la postura de los concejales que responden al intendente Guillermo Montenegro más los legisladores de la Libertad Avanza, que dieron la mayoría. Vecinos anticiparon que recurrirán a la Justicia.
La torre la proyectó la firma Fiduciaria Paisajes Urbanos MDP SA, tendrá 35 pisos y la misma altura que el más alto de la ciudad, el famoso Demetrio Eliades, conocido como edificio Havanna. Tendrá más altura que las tres torres diseñadas por César Pelli, que tienen 19, 21 y 23 pisos, y que Torres de Manantiales, que alcanza los 29.
Promovido por el gobierno municipal, incluye además la construcción de un edificio de tres niveles en la manzana delimitada por las calles Alem, Aristóbulo del Valle, Falucho y Gascón. Un puente unirá ambas construcciones.
Esto es un barrio residencial, Stella Maris, a una cuadra del chalé de veraneo del autor de los tangos más famosos, en Aristóbulo del Valle y Gascón, detrás del edificio Cabo Corrientes.
La torre se alzará donde hay otros chalés marplatenses con historia; es el corazón de un barrio típico, ubicado sobre las lomas salientes del sistema de Tandilia. En esa manzana se encuentra «Villa La Robla», es el chalé de María Frers de Mahn, construido en 1927, que tiene declaracion de interés patrimonial. Será preservado, puesto en valor y refuncionalizado, según el proyecto. Otro chalé vecino, de 1939, diseñado por el arquitecto Alberto Rodríguez Etcheto, será demolido.
Para que pueda ser construido, el Concejo Deliberante concedió excepciones al Código de Ordenamiento Territorial (COT) de la ciudad, ya que en esa zona no se pueden levantar edificios de más de 7 metros. El de Paisajes Urbanos MDP S.A. lo supera 18 veces. Al conceder una excepción, el concejo exige compensaciones urbanísticas. La mayoría la dio el interbloque oficialista de Vamos Juntos, UCR y la Coalición Cívica , más la Libertad Avanza; en contra votaron los concejales de Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense.
Aunque no hubo incidentes, se vivió cierta tensión por la presencia de vecinos que se oponen y que anticiparon que recurrirán a la Justicia, y trabajadores de la Uocra (Unión Obrera de la Construcción), quienes llegaron para apoyar el proyecto. César Trujillo, secretario general de la delegación local del gremio, fue pragmático: «No hay obra pública, esto es empleo y es lo que necesitamos. Después, si tiene que ser acá o allá es cosa que tiene que discutir los concejales, y nunca lo hacen».
La concejal Angélica González, de la Coalición Cívica, consideró que se trata de un proyecto interesante para la ciudad, significa crecimiento, desarrollo y trabajo genuino».
Por Vamos Juntos, bloque oficialista, explicó la concejal Florencia Ranellucci que el proyecto ratifica «el rumbo de ciudad que queremos, en la que la construcción privada es un gran motor, trae desarrollo económico y social, fomenta el empleo y mejora la infraestructura».
Desde la oposición criticaron la premura con que se trató el expediente, que al mes de haber sido ingresado fue aprobado. También porque no se oyeron opiniones de urbanistas o arquitectos, nadie del Colegio de Arquitectos, tampoco de la Universidad Nacional de Mar del Plata, como para determinar si quienes califican que en ese lugar la construcción de una torre de 125 metros es «un dislate urbanístico», como sostuvo Valeria Crespo, de Unión por la Patria, o un acierto «de la ciudad del Sí», como le gusta diferenciarse de la oposición al propio intendente.
«Un mes para tratar una excepción de este tenor, para nosotros está mal, hay pocos expedientes con este tipo de antecedente. No sabemos cuántas de estas excepciones va a seguir mandando el intendente. No hemos podido escuchar argumentos que nos dijeran porque hacerlo en este lugar y no en otro, si los servicios de obras sanitarias y de cloacas allí serán suficientes», sostuvo la concejal Maiana Cuesta, de Unión por la Patria.
«No estamos en contra en que se haga una torre, sino que se de el debate de dónde se van a hacer las torres de grandes alturas. No en un barrio patrimonial que es parte de nuestra identidad. No es un debate serio que sea el sí o el no», agregó.
El mecanismo de compensaciones no está del todo claro, y en este caso quedó en evidencia. A pedido del concejal Daniel Núñez, del radicalismo, la compensación que deberá encarar Paisajes Urbanos apuntará a mejoras en la Rambla, espacio que ciertamente necesita de obras urgente pero es de jurisdicción provincial, cuyo gobierno ya avisó que el año próximo, tras una licitación púbica, encarará la puesta en valor.
“¿Desde cuándo un Estado, en el caso del municipal, utiliza los recursos que le corresponden para volcarlos en otra jurisdicción?”, se preguntó Juan Manuel Cheppi, del Frente Renovador, que anticipó una andanada de «cautelares» en la Justicia contra la construcción de la torre cuya silueta modificará definitivamente el skyline de Mar del Plata, además de las consecuencias urbanísticas que puede acarrear.
SC