El monóxido de carbono (CO) se produce por combustiones incompletas de materiales como gas, leña, carbón y/o nafta y puede generarse a través de artefactos como calefones, estufas. termotanques, cocinas y anafes. Su mayor peligro es que no tiene olor ni tampoco color, por lo que es denominado como el “enemigo invisible” del hogar, en el que es vital mantener un flujo de aire natural adecuado en ambientes cerrados.
Los síntomas de intoxicación por CO son identificables en casos marcados de dolor de cabeza, cansancio, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y somnolencia.
No es una estufa: el electrodoméstico que calienta rápido la casa y consume poca electricidad en invierno
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Una mala instalación de los electrodomésticos para calefaccionar o su uso en ambientes sin ventilación, pueden conllevar a la pérdida de conciencia e incluso la muerte, si no se actúa a tiempo.
Los indicios varían según la edad y la presencia o no de enfermedades preexistentes, como afecciones cardíacas o pulmonares (EPOC, asma), alergias, tabaquismo, entre otras.
Las 8 recomendaciones para prevenir las intoxicaciones por monóxido de carbono
-
Mantener siempre una ventana abierta en ambientes donde haya artefactos de combustión. La ventilación salva vidas.
-
Hacer revisar los artefactos a gas cada año por un gasista matriculado, preferentemente en invierno.
-
Revisar el color de la llama: debe ser azul. Si es amarilla o anaranjada, hay mala combustión.
-
Limpiar las hornallas regularmente para evitar obstrucciones que generen gases peligrosos.
-
Instalar solo estufas de tiro balanceado en dormitorios.
-
Si usa garrafas o cilindros, asegurarse de que la ventilación esté a la altura de los pies.
-
No coloques calefones ni estufas en baños ni espacios cerrados.
-
Si tiene detector de monóxido, chequear que esté funcionando correctamente.
Monóxido de carbono: presentaron un proyecto para instalar sensores en los edificios de Córdoba
En algunos casos, el riesgo aumenta porque las personas no logran identificar el cuadro de intoxicación, como sucede con quienes tienen anosmia (falta de olfato), lo que puede provocar un malestar repentino.
Con la llegada del frío y el comienzo de las bajas temperaturas, se incrementa el riesgo de pérdidas de monóxido de carbono generalmente en casas particulares. Esos casos se desencadenan a partir de distintos métodos de calefacción poco seguros, de confección casera o con fallas técnicas, cuya mala combustión genera el gas tóxico, que es altamente peligroso para la vida y la salud.
El gas natural que se usa en los hogares está compuesto principalmente de metano, al que se le agrega un aditivo con olor, el mercaptano, que huele a azufre o a podrido. Este olor característico permite que las fugas de gas sean detectadas rápidamente por las personas.
Un “asesino silencioso”: cómo evitar muertes por intoxicación de monóxido de carbono
La expresidenta de la Asociación de Otorrinolaringología de la Ciudad de Buenos Aires (AOCBA) y experta en olfato, Stella Maris Cuevas, señaló que “estas intoxicaciones provocan aproximadamente 200 muertes por año”.
En tanto que, cuando los artefactos fallan y emiten monóxido de carbono, este es inoloro. Esto quiere decir que, puede estar dentro de la casa sin que nadie lo advierta, salvo que se instalen dispositivos que funcionan como alarmas instaladas en lugares estratégicos del domicilio y emiten un sonido al detectarlo en el ambiente.
PM/LT
