24.4 C
Resistencia
2 noviembre, 2024

Cómo entrenar la capacidad de superar la adversidad

Generalmente, las personas logran adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente su vida y que aumentan su estado de tensión. ¿Qué es lo que les permite adaptarse?

14 de agosto 2024, 09:26hs

Las personas resilientes no se rinden fácilmente. (Foto: Adobe Stock)

Las personas resilientes no se rinden fácilmente. (Foto: Adobe Stock)

Los psicólogos identificaron algunos de los factores que hacen que una persona sea resiliente, como una actitud positiva, optimismo, la capacidad de regular las emociones y la capacidad de ver el fracaso como una forma útil de retroalimentación. Para resumirlo en una frase: la resiliencia es la capacidad de manejar el estrés de manera eficaz.

“Estas personas o actúan como si sus problemas no existieran. Más bien, tienen autocompasión, lo que les permite ver emociones como el estrés o la decepción como oportunidades de aprendizaje”, señala la autora de bestsellers y experta en liderazgo Brené Brown.

Leé también: Resiliencia: las 5 claves para afrontar la adversidad

Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades ni angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes en las personas que han sufrido grandes adversidades o traumas en sus vidas. De hecho, el camino hacia la resiliencia probablemente está lleno de obstáculos que afectan el estado emocional.

La resiliencia emocional se enfoca en la capacidad de gestionar y regular las emociones. (Foto: Adobe Stock)

La resiliencia emocional se enfoca en la capacidad de gestionar y regular las emociones. (Foto: Adobe Stock)

“Las estrategias para aumentar la resiliencia son prácticas regulares y repetidas que han demostrado aumentar el bienestar y ayudarnos a recuperarnos de la adversidad. Entre ellas, se encuentran la gratitud diaria, el movimiento físico, la atención plena, los microdescansos, la autocompasión y el contacto con la naturaleza, entre otras”, aconseja la psicóloga Elaine Shpungin.

“Se puede observar el nivel de resiliencia de una persona viendo cómo se enfrenta a desafíos y adversidades en su vida. Si tiende a adaptarse y recuperarse de manera efectiva, si mantiene una actitud positiva y si busca aprender y crecer de las experiencias difíciles, es probable que tenga un buen nivel de resiliencia”, subrayan.

¿Y en el trabajo?

“La resiliencia en el trabajo se refiere a la capacidad de los individuos para mantener un rendimiento efectivo y adaptarse de manera positiva frente a las demandas y desafíos. Esto puede incluir técnicas de manejo del estrés, como la respiración profunda o la meditación, el establecimiento de límites saludables, la gestión del tiempo y la organización, el desarrollo de una mentalidad optimista y la práctica de la autocompasión”.

La resiliencia es la capacidad de recuperarse después de un shock o estrés. (Foto: Adobe Stock)

La resiliencia es la capacidad de recuperarse después de un shock o estrés. (Foto: Adobe Stock)

Un buen líder es resiliente si tiene capacidad de improvisación para ser flexible y actuar fuera de lo planeado, resistencia ante la presión.

Todos los profesionales sufren presión a diario en su puesto de trabajo. Sin embargo, suele suceder que cuanto más alto es el cargo, más responsabilidades acarrea.

Los líderes o directivos deben absorber la presión y convertirla en algo natural para intentar sacarle partido y convertirla en algo positivo, actitud resolutiva. Mantener la calma en momentos de crisis, – ninguna empresa se salva – y buscar soluciones sin dejarse llevar por el pesimismo, el estrés o la presión.

Últimas Noticias
NOTICIAS RELACIONADAS