La causa por la desaparición de Loan Danilo Peña (5) -ocurrida el jueves 13 de junio- está entrando en una etapa «contra reloj». Tras indagar a los siete detenidos, la jueza federal de Goya Cristina Pozzer Penzo tiene los días contados para resolver la situación procesal de cada uno. Y las pruebas concretas no le sobran. Ella lo sabe, los fiscales lo saben y, sobre todo, los abogados defensores lo saben.
En ese contexto, una de las medidas más importantes a concretar esta semana es la declaración testimonial, en Cámara Gesell, de los seis menores de edad que estaban en el almuerzo en la casa de la abuela Catalina, cinco de los cuales fueron con Loan al naranjal, último lugar donde se lo vio.
Para evaluar si están en condiciones de hablar viajarán este lunes, de Buenos Aires a Corrientes, dos psicólogos y un abogado del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a Víctimas de Trata (PNR). Y encabezando la comitiva estará la coordinadora nacional del programa, Zaida Gatti, quien ya acompañó a la familia de Loan durante casi un mes junto a otro equipo formado por profesionales del interior del país.
El grupito de nenes, más la hija adolescente de Laudelina Peña y Antonio Benítez, ya declararon en la causa como testigos. Lo hicieron a los pocos días de iniciado el caso, el lunes 17 de junio, por pedido del fiscal correntino Juan Carlos Castillo, que llevaba la causa.
Pero la situación de entonces era muy distinta a la actual.
La foto en la que se ve a los chicos, entre ellos Loan Danilo Peña, caminando hacia el naranjal.En esos días la principal hipótesis era aun que el nene se había perdido, por eso los mayores que lo acompañaban habían sido detenidos por «abandono de persona«. Hoy- aunque no hay una hipótesis firme sobre lo que ocurrió – los investigadores son otros y las aguas están más revueltas, lo que puede beneficiar a un interrogatorio bien llevado en la Cámara Gesell.
Son pocas las certezas que hay en el caso Loan. Pero dos que sí se tienen deberían guiar lo que sigue:
1-Sea cual sea la hipótesis (trata, abuso sexual, accidente, venganza), algo pasó en el naranjal.
2-Quien lo «sustrajo» no fue un extraño porque su entorno más íntimo está implicado en el plantado de su zapatilla con el propósito de desviar o retrasar la investigación.
Esa tarde en el naranjal
Al naranjal fueron tres mayores: Antonio Benítez (37), marido de la tía de Loan Laudelina Peña (45), su amigo Daniel «Fierrito» Ramírez (49) y la esposa, Mónica Millapi (35).
Loan iba entre el grupo de nenes conformado por el hijo de Benítez y Laudelina (de 6 años), la hija de Ramírez y Millapi (de 10 años), los sobrinos de Millapi (de 9 y 11 años) y un nene de 8 años, hijo de un primo.
Macarena Peña, prima de Loan, con su botín en el barro. Esta foto fue borrada en el Facebook de Laudelina Peña.En la casa de la abuela se había quedado durmiendo la siesta la hija de 14 años de Laudelina y Benítez, que también iría ahora a la segunda Cámara Gesell.
Hay mucho de tener «cancha» en hacer una Cámara Gesell y más en un caso tan complicado. Por eso hay bastantes expectativas en lo que los nenes y nenas puedan recordar o contar si los dejan hablar largo y tendido y los escucha gente con experiencia en qué preguntar y cuándo.
Antonio Benítez y su esposa, Laudelina Peña, en el último cumpleaños de su hijo de 6 años.El Programa Nacional (PNR) -dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación- fue convocado por los fiscales federales de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano el 27 de junio.
Un equipo de seis personas, entre psicólogos, abogados y asistentes sociales (de Santa Fe, Misiones y Corrientes) confluyeron en 9 de Julio para asistir a la familia de María y José, los papás de Loan, y a sus siete hermanos, cuya vida se detuvo el 13 de junio.
Una tarea nada sencilla.
Además de convivir con la angustia de la desaparición de Loan -y la posibilidad cada vez mas concreta de que no esté vivo – el interés constante por el caso los ha convertido en miembros de una especie de «farándula del horror«. Hay personas de pueblos cercanos que van a 9 de julio sólo a verlos en persona.
Todo ese estrés hizo que Pozzer Penzo reclamara la vuelta del equipo del PNR, que se había retirado de Corrientes el 20 de julio. Ahora retornarán a 9 de Julio con el primer objetivo de la Cámara Gesell pero su tarea -aclaró la jueza- no tiene fecha de terminación, al menos por ahora que el futuro de la investigación se percibe tan incierto.
EMJ