El primer mandato de Pere Aragonès no solo será el del diálogo con el Estado, sino también el mandato en que la Generalitat recuperó la bandera de la financiación. Hace días que el president venía dando pistas y este jueves ha hecho el anuncio formal: ha encargado a su consejera de Economía, Natàlia Mas, preparar una propuesta de financiación «singular» para Cataluña para, en un plazo máximo de tres meses poderla llevar a la mesa del presidente Pedro Sánchez para empezar a negociar.
Desde hacía más de una década que la Generalitat no abría la carpeta de proponer una financiación propia. El último intento lo hizo el president Artur Mas que ganó las elecciones al Parlament de 2010 con la propuesta de intentar con el Estado un «pacto fiscal» para instaurar en Catalunya un sistema al estilo del concierto económico vasco y navarro. Cataluña recaudaría todos los impuestos y pactaría un cupo con el Estado. En 2012 se confirmó el portazo del Gobierno de Mariano Rajoy y empezaron los años más intensos del ‘procés’. Sus sucesores en la Generalitat, Puigdemont y Torra, ya no volvieron a coger la bandera de la financiación.
Aragonès ha hecho este anuncio tras reunir a su Govern de forma extraordinaria para encargar a los consellers que empiecen a desarrollar los acuerdos de investidura entre el ERC y el PSOE. Una forma de empezar a ejercer presión sobre los socialistas para que cumplan con los pactos. Uno de estos acuerdos, precisamente, hablaba de mejorar la financiación de Catalunya. Hasta ahora, nunca antes ni del PSOE ni uno del PP han querido ni escuchar que la Generalitat se salga del régimen general de financiación para tener uno singular. Aragonès, sin embargo, lo volverá a intentar.
