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20 noviembre, 2024

Alperovich habló en el juicio en su contra por abuso sexual: «Esto me mató»

La audiencia duró casi seis horas. La víctima declaró durante más de dos y respondió preguntas de cada una de las partes. Dio detalles del calvario por el que pasó durante el año y medio que trabajó para el ex senador y ex gobernador de Tucumán, José Alperovich.

El ex caudillo tucumano llegó al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 29, ubicado en Paraguay 1536 junto a su abogado, Augusto Garrido y sus cuatro hijos.

Se abrazó a Sara Alperovich y esperó, sin más, que comenzara la audiencia.

Alrededor de las 11 el juez Juan Ramos Padilla dio inicio a la sesión y se leyó el requerimiento de elevación a juicio.

La denunciante, hija de un primo de Alperovich, lo denunció en 2019 por abuso sexual. En total fueron 9 hechos: tres casos de abuso sexual –dos de ellos en grado de tentativa– y seis de violencia sexual agravada por acceso carnal, según la acusación.

Alperovich en el ingreso al Tribunal Oral N° 29. Foto TélamAlperovich en el ingreso al Tribunal Oral N° 29. Foto TélamEsos abusos, de acuerdo a la imputación, fueron cometidos bajo “intimidación, abuso de una relación de dependencia, de poder y de autoridad”.

Como fiscal de juicio interviene el titular de la Fiscalía General N° 27 ante los TOC, Sandro Abraldes; la defensa está encabezada por Augusto Nicolás Garrido, y la querella, por Pablo Rovatti, del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delito. También estuvo presente la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, que junto al fiscal Santiago Vismara estuvo a cargo de la acusación.

Alperovich, en el banquillo de los acusados

Alperovich escuchó la acusación en su contra sin demasiados gestos. Miró por momentos el suelo, después a un costado. Escuchó el detalle de las violaciones y los abusos que describió la mujer que fue su asistente durante un año y medio durante la etapa de instrucción.

Poco antes del mediodía Ramos Padilla le ofreció declarar y Alperovich dijo: «Señor juez, voy a desoír las recomendaciones de mis abogados y voy a decir: quiero la verdad. Esto me mató y quiero justicia. Les pido que presten atención, al fiscal, señor juez, a todas las pruebas».

Aclaró que es contador y empresario, que está casado con Beatriz Rojkes de Alperovich, que no lo acompañó durante el juicio, y que tiene cuatro hijos y once nietos.

Además reconoció tener tres empresas de las que retira «más o menos 5 millones por mes”.

Según anticipó al ingresar, declarará y responderá preguntas una vez que pasen por allí los 80 testigos citados, entre los que hay funcionarios y legisladores nacionales y tucumanos.

El ex senador y tres veces gobernador de Tucumán fue acompañado por dos de sus hijos. Foto TélamEl ex senador y tres veces gobernador de Tucumán fue acompañado por dos de sus hijos. Foto TélamDe acuerdo a la denuncia contra Alperovich los abusos y ataques juzgados se produjeron entre el 14 de diciembre de 2017 y el 26 de marzo de 2018, en propiedades ubicadas en San Miguel de Tucumán, Yerba Buena (Tucumán) y en un departamento de Puerto Madero.

La segunda audiencia está prevista para el 15 de febrero.

Estiman que se extenderá hasta mediados de año porque sólo realizarán una audiencia por semana.

La víctima

“Quedó comprobado cómo el imputado, utilizando su fuerza física, ejerciendo abuso intimidatorio de poder y violencia de género, reducía bajo su dominio a la víctima, y la ponía como un mero objeto de satisfacción sexual, de cosificación, sometiéndola de forma violenta, ultrajante y degradante, haciéndolo por el transcurso de un poco más de tres meses”, describió la acusación fiscal.

Pasaron cinco años desde que la joven se atrevió a denunciar hasta que finalmente Alperovich llegó a juicio. El entonces senador nunca renunció a su banca y esperó en uso de licencia a que se terminara su mandato en 2021. Recién ahí avanzó la investigación en su contra.

La joven no estuvo presente en la misma sala que su agresor y, después del mediodía, declaró durante más de dos horas y respondió preguntas de las partes. La defensa intentará tirar por borda la acusación.

Actualmente cursa un embarazo avanzado y viaja desde Tucumán para participar de las audiencias. El tribunal le había ofrecido postergar su declaración para luego del parto pero ella decidió hacerlo al comienzo.

Para dar su testimonio pidió que desalojaran la sala y Alperovich vio por videollamada, en una sala alternativa, la declaración de la vícitma. También ordenaron que la prensa y el público saliera de la sala para preservar a la víctima.

“No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe. El mío se llama José Jorge Alperovich, mi tío segundo y jefe, por quien fui violentada sexual, física y psicológicamente”, escribió la joven de entonces 29 años cuando presentó la denuncia contra Alperovich.

“El avasallamiento fue demoledor. Tanto que ni siquiera pude ponerlo en palabras. Él oscilaba libre y cómodamente en los tres escenarios ante los que me posicionaba: el familiar, el laboral y el del horror de la intimidad que me forzaba a vivir con él”, describió en esa carta.

“No quería que me besara. Lo hacía igual. No quería que me manoseara. Lo hacía igual. No quería que me penetrara. Lo hacía igual. Inmovilizada y paralizada, mirando las habitaciones, esperando que todo termine, que el tiempo corra. Ya saldría de ahí y estaría en mi casa, ya habría más gente alrededor, ya el disimulo y el trabajo lo iban a alejar de mí. Ya se cansaría de mí, de que no quiera, de que sea ‘asexuada’ como me llamaba. Pero su fijación no cesaba, durante mucho tiempo quiso más y más seguido, con más ganas, con más fuerza, con más violencia por mi resistencia”, describió la joven.

Otras denuncias

La defensa de Alperovich estuvo en manos de Mariano Cuneo Libarona, actual ministro de Justicia que, al asumir, delegó la defensa en otro abogado de su estudio.

Durante los cinco años que duró la instrucción, el ex gobernador de Tucumán intentó varias veces que la causa se investigara en su provincia.

Como los hechos se habrían cometido tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en la provincia de Tucumán, la causa se tramitó en las dos jurisdicciones. Pero luego de una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se resolvió que todo sea investigado por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°35.

En su provincia, Alperovich tiene varias causas pendientes que, según denuncian, no avanzan por su injerencia en la política local.

Una de ellas es el expediente 36469/2019, a cargo del fiscal Carlos Sale, de la fiscalía N° 2 especializada en homicidios. Se inició por orden de la justicia en el marco del juicio por el crimen de Paulina Lebbos, una joven brutalmente asesinada.

Paulina Lebbos fue asesinada el 26 de febrero de 2006 cuando salió de una disco en Tucumán.Paulina Lebbos fue asesinada el 26 de febrero de 2006 cuando salió de una disco en Tucumán.Su cuerpo fue hallado el 11 de marzo de 2006 en la ruta 341, a la altura del kilómetro 3, en Tapia, a unos 30 kilómetros de la Ciudad y fue uno de los más resonantes de la provincia de Tucumán.

Recién en 2019 condenaron a cinco ex funcionarios de José Alperovich pero por encubrimiento. Se trata del ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella (condenado 6 años); el ex jefe de la Policía Hugo Sánchez (6 años); su segundo, Nicolás Barrera (5 años); el ex encargado de la Regional Norte Héctor Brito (5 años) y el ex oficial Waldino Rodriguez (3 años).

En febrero de 2021, días antes de que prescriba la causa, la el Supremo Tribunal de Justicia de Tucumán confirmó las condenas, ordenó la detención de los acusados y que se investigue a los responsables del crimen.

En el fallo del segundo juicio por encubrimiento en el crimen de Paulina, el Tribunal había ordenado que se investigara a otras 28 personas.

Entre ellos, la más importante, por «privación ilegal de la libertad y el homicidio agravado». En esa instancia ordenó que se investigue por la posible comisión del delito a César Soto, la ex pareja de Paulina y el padre de su hija Victoria. Y a Sergio Kaleñuk, el hijo del secretario de Gobierno de José Alperovich al momento del crimen, y el responsable de que se señalara a los «hijos del poder» por el caso.

También, en otro expediente, ordenó que se investigue a José Alperovich por incumplimiento de los deberes de funcionario público y por encabezar las maniobras de encubrimiento que impidió dar con los responsables del crimen.

Esas causas, a pesar de las permanentes presentaciones de la familia Lebbos, nunca avanzaron y el crimen permanece impune.

MG

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