“Una voz me ordenó que matara a mi padre”, afirmó Diego Iocca, el joven acusado de asesinar el pasado domingo a su progenitor, Eduardo Iocca (58), al declarar esta mañana ante la fiscal Silvia Bazzani, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 23 de Malvinas Argentinas.
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que Iocca hijo confesó el hecho, por lo que continuará detenido imputado del delito de “homicidio agravado por el vínculo”, luego de que la fiscal solicitó dicha medida ante el Juzgado de Garantías 5, a cargo del juez Nicolás Schiavo.
Previo a la audiencia, el joven fue sometido a una evaluación psiquiátrica de urgencia con especialistas que concluyeron que se encontraba en condiciones de prestar declaración indagatoria.
Las fuentes judiciales explicaron que Iocca hijo «estaba internado en un centro de salud mental y podía salir los fines de semana para ir a su casa».
En tanto, la autopsia al cuerpo de Iocca padre determinó que fue asesinado “por múltiples lesiones de arma blanca, en particular una que le dio en el corazón”, sostuvo una fuente, quien añadió que el hombre “fue golpeado con un elemento contundente”.
En su declaración, el joven sostuvo que “remató” a su padre con un martillo, que fue secuestrado en la escena del crimen junto a otras herramientas que serán peritadas para establecer cuál fue utilizada para cometer el homicidio.
El hecho
El crimen ocurrió el domingo por la noche en su vivienda de la calle Darregueira al 1000, en la mencionada localidad del partido de Malvinas Argentinas.
Según la investigación, el joven comenzó a discutir con su padre por dinero, y en ese contexto, comenzó a atacarlo hasta que el hombre se encerró en su habitación para evitar las agresiones de su hijo.
Sin embargo, unas horas después, la esposa de Eduardo y madre de Diego llegó al domicilio proveniente de su trabajo, en el Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de Malvinas Argentinas, y encontró a su pareja fallecida.
A continuación, la mujer llamó al 911 y personal de la Comisaría 2da. de Los Polvorines acudió a la vivienda, donde notaron que el hombre de 58 años tenía una herida que había sido provocada por un elemento contundente.
Con ese dato, los uniformados realizaron una pericia más exhaustiva sobre el joven y le hallaron restos hemáticos en un brazo.
A su vez, se encontraron varias prendas ensangrentadas pertenecientes a Diego dentro de una bolsa, por lo que le joven justificó su accionar ante las autoridades señalando que, tanto su padre como él, habían sido víctimas de un robo y que Eduardo había sido asesinado por un ladrón.
Ante las inconsistencias de su relato, los policías detuvieron a Diego y lo pusieron a disposición de la fiscal Bazzani.