“Le digo que él me hizo perder a mis cuatro bebés y me responde que no soy la mujer que él conoció”, le contó a TN.
21 de enero 2023, 05:59hs
“Estaba limpiando el piso y Valentine (15), mi segundo hijo, vino corriendo a decirme que caía algo del techo de la habitación. Me doy vuelta y escucho una sucesión de ruidos, como si fuesen balas. Y antes de que pudiera hacer algo, la losa entera se vino abajo y aplastó a mis cuatro bebés”. La que habla es Pamela Nisi, madre de los nenes que murieron en la tragedia de El Jagüel.
Desde el domingo 8 a las 22.40 que no hay lágrimas suficientes para esta mujer de 37 años, golpeada por el dolor más atroz y una angustia que le cierra el pecho. “Necesito sacarme esto de adentro. Por eso, ahora que pasaron unos días, me animo a hablar”, le dice a TN.
Leé también: El minuto a minuto del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa
En la casita de Talcahuano 1135, partido de Esteban Echeverría, Pamela había comenzado a construir un futuro junto a sus hijos y su pareja, Daniel Catalino López (51), hoy imputado por el desastre que se devoró las vidas de Santino (10), Lorenzo (6) y los mellizos Benicio y Noah (4).
“Volví con mi mamá y mi abuela a Boedo, donde viví hasta dos semanas antes del derrumbe. Nada se compara con el dolor de haber perdido a cuatro de mis seis hijos, pero me quedé sin casa también. Perdí todo”, dice.
Los mellizos dormían desde temprano y los dos más grandes jugaban con el celular cuando el techo de la habitación se desplomó. La hipótesis central de la investigación es que la estructura cedió ante los 5000 kilos de escombros y una máquina excavadora que habían sido colocados por encima unas horas antes.
“Le digo que me mató a mis cuatro bebés y me responde que no soy la mujer que él conoció”
“Fue su culpa lo que pasó”, dice Pamela en alusión a López, que estuvo unas horas detenido por pedido de la fiscal Vanesa González -titular de la UFI N°3-, se negó a declarar y luego fue liberado. “Parece que le da lo mismo. Sigue con su vida habitual. Ni siquiera me pidió perdón. Nada”, cuenta.
El hombre fue imputado por homicidio culposo agravado por la multiplicidad de víctimas. “Le dije que no lo quiero ver más. Cuando le digo que es un hijo de puta que me mató a mis cuatro bebés, me responde que no soy la mujer que conoció”, dice Pamela. Y sigue: “Se fija más en lo que me pasa a mí que en lo que él hizo. Actúa como si nada hubiera pasado y a mí se me fue la vida”.
Leé también: Tragedia en El Jagüel: el hermano mayor vio todo y removió escombros para intentar salvar a los cuatro nenes
“Él (López) es arquitecto, profesor de inglés, profesor de taekwondo. Sabe de todo”, ironiza en un intento de contextualizar el desastre. “Puso 5000 kilos de escombros y la máquina excavadora arriba de la habitación de los nenes, sabiendo que estaba hecha con una losa falsa”, detalla.
Pamela y su pareja planeaban construir dos habitaciones arriba. La obra iba a comenzar en esos días y cuenta que ella le pidió a López alquilar un contenedor para guardar los materiales: “Me decía que no, que para qué íbamos a gastar 10 mil pesos en eso”.
La decisión fue colocar todo en el techo. “Yo no sé poner un clavo, pero me daba cuenta de que era riesgoso. Él me decía que la cortara con ‘mis malas presunciones que siempre se cumplen’. Y mirá ahora”. Los vecinos, menciona, también habían advertido que la losa estaba mal hecha.
“Nos cuesta dormir por miedo a que se caigan las paredes”
Antes de iniciar una relación con López, Pamela había tenido seis hijos con otras parejas. Solo Pablo, papá de Santino, se involucraba en la crianza de los nenes y mantenía un vínculo con los dos mayores: Erik (18, no estaba la noche de la tragedia) y Valentine (15), que ayudó a remover escombros tras el derrumbe y rescató a Noah -uno de los mellizos-, que perdió la vida camino al hospital.
“Sufro ataques de pánico y vivo con un dolor insoportable. No sé por qué la vida me castigó tanto”, dice. “A mí y a Valentine nos cuesta dormir por miedo a que se caigan las paredes. No sé si lo voy a superar”, cuenta.
Leé también: “Se me fue la vida”: el desconsuelo de la madre de los cuatro hermanitos muertos en El Jagüel
Como la casa de Talcahuano 1135 fue declarada en peligro de derrumbe, las autoridades judiciales y municipales prohíben a la madre a retirar sus pertenencias y -lo que más le duele- las de sus hijos. “Ya no los tengo a ellos. Al menos quiero recuperar sus cosas. Yo dejé todo allá”, dice.
Pamela espera la citación de la Justicia para declarar, y Valentine dará testimonio en Cámara Gesell: “Ahora me siento un poco más fuerte para contar lo que viví. Lo único que quiero es justicia para mis bebés”.