Hizo historia en el medio del desierto. En un mar de arena, donde el horizonte se pierde en el infinito de dunas, Carlos Sainz agigantó su imagen dentro del motorsport a nivel mundial. Ganó el Dakar, la carrera más exigente del planeta, a los 61 años. Ningún otro piloto logró semejante galardón en la categoría principal de autos a su edad. De hecho aumentó el récord que había logrado hace 4 años, cuando se impuso a los 57, transformándose en el piloto más longevo en obtenerlo, cuando el Dakar desembarcó en Medio Oriente.
Pero además de la figura de Sainz, ex campeón mundial de Rally, su automóvil no es uno más. Esa máquina también entró en la historia grande de la movilidad, al convertirse en el primer vehículo híbrido y eléctrico en vencer en la mítica competencia.
Sainz, a bordo de un Audi RS Q e-tron, se impuso en la edición 2024 con una particularidad: no ganó ninguna etapa. Fue segundo en tres ocasiones, lo que demuestra la estrategia, el cuidado y la técnica del piloto y del equipo para alzarse con el preciado Touareg, pero a no ser jamás el vencedor de las 13 etapas, incluyendo el Prólogo.
Yanbu (Saudi Arabia), 24/08/2023.- Carlos Sainz of Spain celebrates after winning the 2024 Rally Dakar, in Yanbu, Saudi Arabia, 19 January 2024. (Arabia Saudita, España) EFE/EPA/Gerard LaurenssenEl vehículo es asombroso. Con un zumbido que apenas se escucha a pocos metros, el diseño futurista y disruptivo aumenta su magnetismo para despertar asombro y admiración.
La mecánica es compleja: las ruedas son impulsadas por baterías eléctricas, que a su vez son alimentadas por un motor a combustión. Toda una ingeniería para administrar y sortear los inconvenientes que se enfrentan en un Dakar, que son innumerables e intensos.
El proyecto de la casa alemana despertó contrariedades y críticas. La gestión debía contemplar un aspecto que es clave en el mundo Dakar: la confiabilidad. En los primeros dos años, Audi se quedó con las manos vacías. Y los reproches se intensificaron.
Pero la última versión de la casa germana otorgó una evolución al vehículo, para brindar esa confiabilidad que necesitaba.
De a poco, los rivales se fueron cayendo. Afuera y dentro del equipo, ya que Stephane Peterhansel y Mattias Ekstrom sufrieron problemas que los marginaron de la pelea por la punta de la carrera.
Pero fuera de la esfera Audi, los inconvenientes también se multiplicaron. Primero, Nasser Al Attiyah, que había dejado Toyota para usar uno de los Hunter y ser compañero de Sebastien Loeb. El “Messi del Dakar”, según le confesó a Clarín por sus resultados en los últimos 5 años, perdió el ritmo de la carrera, hasta su abandono final.
El propio Loeb, que venía recortando tiempos en la segunda semana, rompió el brazo de suspensión de la rueda delantera derecha, y se despidió de toda chance.
Así, Sainz quedó solo adelante. “La verdad que a veces uno quiere ir más despacio para cuidar el auto, y los neumáticos se rompen igual. Eso demuestra la dureza de esta carrera, que puede darte un cachetazo en el momento menos pensado”, comentó Sainz al celebrar su triunfo en la llegada de la prueba especial, a 100 kilómetros al norte de Yanbú, en una preciosa costa donde las aguas del Mar Rojo se lucen con un color turquesa increíble.
Allí lo aguardaba Carlos Sainz Jr, el piloto de Ferrari, de Fórmula 1, que no paraba de elogiar a su padre. “Semejante vigencia a los 61 años es envidiable. Algún día correré un Dakar yo también”, anticipó.
Carlos Sainz Jr. (EFE)Sainz compartió estos 15 días de aventura y máxima exigencia con Lucas Cruz, otro histórico del rally. El navegante catalán, que suele discutir de futbol con el fanático Sainz de Real Madrid, aportó su experiencia para conducir con las direcciones y hoja de ruta al Audi eléctrico.
Con esta victoria, Carlos Sainz entra en el podio histórico de vencedores en la categoría autos. Stéphane Peterhansel obtuvo 8 logros; Nasser Al-Attiyah, 5 victorias y Carlos Sainz igualó a Ari Vatanen, con 4 triunfos.
La gran particularidad de Sainz es que sus cuatro éxitos los consiguió con cuatro marcas distintas: en 2010 con Volkswagen, en 2018 con Peugeot; en 2020 con Mini, y ahora, en 2024, con Audi.
El Matador no pierde las mañanas. Exhibe su talento y vuelve al ruedo de la forma victoriosa para seguir haciendo historia en el deporte mundial. Sólo ´l dirá hasta cuando seguirá en el exigente mundo del motorsport internacional.
Cómo les fue a los argentinos en el Dakar
Además de la victoria de Manuel Andújar en cuatriciclos, los argentinos tuvieron su participación en este Dakar 2024. En los últimos días tomó protagonismo Nicolás Cavigliasso, que ganó dos etapas en la categoría Challenger.
Si bien no peleaba por la victoria, debido a la rotura de un diferencial tras el día de descanso (finalizó 9°), sus victorias parciales lo ubican en un puesto de privilegio en el Campeonato Mundial de la especialidad, que comienza cada año con el Dakar.
En los autos mayores, el mendocino Juan Cruz Yacopini logró muy buenas etapas, con un tercer y séptimo lugares, aunque múltiples problemas en su Toyota Hilux lo retrasaron, postergándolo en el clasificador. Finalmente quedó 19°,
En motos, los hermanos Benavides tuvieron una muy buena actuación, que no se vio reflejada en los resultados. Enfrentaron varios inconvenientes, que le dan valor a su llegada a la meta. Pro para los competitivos pilotos salteños no es suficiente.
Kevin, que venía a defender el triunfo del año pasado, sufrió la fractura de la pierna izquierda el 3 de diciembre. Con una recuperación récord, llegó a largar el Dakar, y cumplió con excelentes actuaciones, ya que ganó en las etapas 3, 8 y la última. El piloto de KTM quedó en el cuarto lugar de la general, a 38 minutos de la vanguardia.
Su hermano menor, Luciano, terminó en el séptimo puesto. La rotura del motor y la penalizació de 15 minutos para cambiarlo por otro, lo eliminaron de toda lucha. Asimismo, trató de dar pelea aunque admitió que el equipo (KTM cobija al team de esa marca, a Husqvarna y a Gas Gas) está un paso detrás de los rivales, fundamentalmente de Honda, que se llevó el Touareg de la mano del norteamericano Ricky Brabec.
Los otros argentinos tuvieron una labor destacada, en función de los objetivos planteados. El riojano Diego Llanos fue 5° en la etapa final y quedó clasificado en el puesto 19°, dentro de su horizonte ya que pretendía ser un Top 20.
El debutant Santiago Rostan quedó 38°. Un potencial enorme para el chico de Neuquén, que ya prometió que se vendrá el segundo Dakar. Y por último, el cordobés Santiago Urquía, que sufrió un golpe tremendo en la primera etapa, pero lejos de abandonar, continuó y llegó en el 67° lugar.