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26 noviembre, 2024

Prohibición del uso de móviles a los menores de 16 años ¿Qué dicen los pediatras?

Hace unas semanas un grupo de padres en Cataluña comenzó a movilizarse con el objetivo de evitar el acceso de los niños y adolescentes a los dispositivos móviles antes de los 16 años. Este movimiento, que ya está teniendo sus réplicas en otras partes de España, ha abierto un amplio debate sobre la conveniencia o no de la prohibición, si esta debe ser total, etc. 

Un debate en el que están participando padres, educadores y otros sectores sociales. Pero ¿qué tienen que decir los especialistas en la salud infantil?

Pues los pediatras del grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP) quieren también realizar sus aportaciones a la cuestión de retrasar la adquisición de un dispositivo propio más allá de los 12 años y limitar su uso por debajo de los 16 años. 

Así, su posicionamiento frente a este asunto se puede resumir en los siguientes puntos:

1 – Los peligros «médicos» del mal uso del móvil

La apertura de este debate da buena cuenta de que el mensaje de que el uso del móvil por parte de los niños y adolescente sin una instrucción previa y sin un control por parte de los padres tiene efectos muy negativos para la salud en la infancia y la adolescencia está calando en la sociedad. 

Y es que los especialistas recuerdan que existe evidencia científica de que “el mal uso de la tecnología digital afecta a la salud física, mental, sexual y social. En la infancia y en la adolescencia también afecta al neurodesarrollo y al aprendizaje”.

Archivo – Jóvenes utilizando móviles. AYUNTAMIENTO DE TOMARES – Archivo

2 – La solución no está solo en la prohibición

Desde la AEP señalan que los estudios científicos realizados sobre el uso de los móviles “no han demostrado, por el momento, que las prohibiciones indiscriminadas en el uso de los dispositivos móviles supongan un beneficio para la salud de los niños y adolescentes”. 

Esto se debe fundamentalmente a que la edad en la que se inicia el uso de estos dispositivos no es el único factor que influye, sino que hay otros que también tienen un gran peso y se deben tener en cuenta antes de tomar decisiones. 

Entre estos otros factores determinantes los pediatras señalan también:

Como usan los progenitores esos dispositivos, ya que también pueden hacerlo de forma abusiva.  Sí existen límites para su empleo en el hogar. La finalidad para la que se usa ese teléfono inteligente.  El tipo de dispositivo y de contenido que se visualiza. Si los niños y adolescentes utilizan el móvil sin el acompañamiento de un adulto. Los momentos y los lugares en los que se utilicen. La madurez de cada niño o niña al comenzar a usar las pantallas.  “Pensar que, solo instaurando una prohibición, el problema del uso inadecuado de los teléfonos móviles se va a resolver, puede hacer que no se haga hincapié por parte de las familias y las instituciones en estos otros factores”, advierten los pediatras. 

El uso que hacen los padres de los dispositivos influye en los niños y adolescentes. UNSPLASH.

3 – Aumentar y añadir controles para el uso de las aplicaciones móviles

Lo que si consideran necesario los pediatras de la AEP es el desarrollo de una normativa que obligue a los creadores de aplicaciones infantiles a cumplir ciertas obligaciones, como por ejemplo:

Que vengan acompañadas de recomendaciones de acuerdo con la edad de los usuarios Que esté explicitado el tiempo de uso y el límite aconsejable para cada grupo de edad Que no puedan utilizar los datos de menores para personalizar publicidad, etcétera.  Y aunque es cierto que existen limitaciones legales relativas a la edad de uso de las redes sociales, lo cierto es que es fácil saltárselas.

Por eso, los especialistas piden el cumplimiento de estas limitaciones “y que se desarrollen sistemas para que exista una limitación real de acceso por parte de los menores a contenido adulto. No todas las familias tienen la capacidad ni el nivel educativo para proteger en la misma medida a sus hijos, una situación que afecta en mayor medida a las de entornos más desfavorecidos”. 

4 – Es necesario un consenso general

Lo que tienen claro desde la AEP es que para proteger a los niños y adolescentes de los posibles peligros de las pantallas es necesario un consenso general de padres, centros escolares, las instituciones encargadas de la protección a la infancia, las empresas tecnológicas y la sociedad en general.  

El uso de los dispositivos debe ser supervisado por un adulto. Zowy Voeten

5 – Aumentar la información sobre los potenciales peligros de las pantallas 

La mejor forma de evitar los problemas de salud (obesidad, problemas de desarrollo, problemas de sueño…) que el uso de las pantallas pueden tener en los menores es educar y formar “tanto a la infancia y a la adolescencia, como a los padres, a los educadores y a la sociedad en general”. 

Eso sí, esta formación debe basarse en la evidencia científica más actualizada que vaya surgiendo de los diferentes trabajos de estudio sobre este tema.

6 – Solicitar la ayuda del pediatra

Para conseguir la convivencia del uso de los móviles con el desarrollo normal y saludable de los niños y adolescentes los pediatras ofrecen su ayuda.

“Estamos a disposición de las familias para ayudar a resolver las dudas acerca de estas cuestiones. La clave es aprender a hacer un uso saludable de los dispositivos digitales a cualquier edad, tal como se expone en el Plan Digital Familiar de la AEP”. 

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