Jorge Páez y su familia se quedaron sin nada después de que un árbol cayera sobre su casa y la destrozara. Si bien viajaron a otras provincias para empezar de cero, los engañaron y ahora están viviendo en la Terminal de La Plata desde hace tres días. “Estamos sin dormir y comer”, comentó a TN el padre de seis chicos.
13 de enero 2024, 06:00hs
A mediados de diciembre, un fortísimo temporal azotaba con furia a la localidad de Bahía Blanca y causó una tragedia que dejó a 13 muertos, varias personas heridas y miles de destrozos. Una de las víctimas fue Jorge Páez, un gasista de 33 años, que perdió su casa y todas sus pertenencias junto a su esposa y sus seis hijos.
Desde entonces, viajaron a distintas ciudades en busca de trabajo y un techo, aunque no tuvieron muchas posibilidades. Ahora, se encuentran desde hace tres días viviendo en la Terminal de La Plata y buscan ayuda desesperadamente para poder pagar pasajes a San Luis, donde tienen familiares que los pueden ayudar.
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Todo comenzó con el temporal que se desató el 16 de diciembre en el que un árbol de eucalipto se cayó sobre la casa de la familia y la destrozó. A pesar de los intentos por rescatar sus cosas, fue imposible, ya que la lluvia y los fuertes vientos habían acabado con su hogar. “Perdimos todo y nos quedamos sin nada”, aseguró Jorge a TN.
De acuerdo a su relato, tras hacer la denuncia en el gobierno municipal, los agentes de Defensa Civil le indicaron que no podían ayudarlo a edificar de nuevo y que “no podían hacer nada porque había muchas personas afectadas”. Así fue cómo solo le dieron dos colchones y un bolsón de mercadería para “seguir adelante”.
Así fueron algunos de los destrozos después del temporal de Bahía Blanca. (Video: TN)
A pesar de la dura respuesta que recibieron, Jorge no perdió la esperanza y tomó la decisión de mudarse a Neuquén junto a su familia para empezar de cero. Una vez ahí, buscó trabajo como cañista, ya que lo habían recomendado en algunos lugares, pero, desafortunadamente, no pudo establecerse y se quedó en la calle.
Páez, su esposa y sus hijos de 11, 9, 7, 5, 3 y un año terminaron quedándose en un camping por unos días mientras pedían ayuda al gobierno provincial. Pese a las insistencias, solo consiguieron que les pagaran el pasaje a La Pampa, ya que “no podían hacerse cargo de su problema”, según contaron. “Fue un momento muy difícil, no se lo deseo a nadie”, expresó mientras confesaba haber sufrido un golpe de desánimo.
Pero lejos de rendirse, Jorge decidió buscar a un hermano con el cual no mantenía comunicación, aunque sí sabía que vivía en la localidad de Claromecó, provincia de Buenos Aires. Una vez que viajó hasta la ciudad costera, lo buscó hasta el cansancio, pero no tuvo éxito. “Lo busqué por todos lados y no lo encontré”, contó.
Entre la angustia y la desesperación, una luz de esperanza llegaba a sus vidas: un hombre de Mar del Plata lo contactó y le dijo que le iba a dar trabajo para salir de su situación. “Me dijo que me iba a ayudar a pagar el alquiler hasta que nos acomodemos”, explicó.
Por esta razón, la familia llegó a “La Feliz” para empezar una nueva vida. Sin embargo, el hombre que les prometía un techo nunca apareció. “No sé por qué lo hizo, no sé por qué nos hizo eso a nosotros. No me lo hizo a mí, se lo hizo a mis hijos”, manifestó Páez.
Finalmente, llegaron a La Plata gracias la ayuda de una iglesia a la cual asistía Jorge y terminaron instalándose en la Terminal de Ómnibus. Allí están desde hace tres días sin dormir y sin comer: “Ya hicimos una habitación acá y duele porque todos a los que les pedimos ayuda son compatriotas de la misma tierra. Lo único que pido es que se cumpla un derecho para mis hijos: tener un techo digno y un plato de comida”.
Después de más de 25 días sin hogar, los Páez intentan llegar a la provincia de San Luis, ya que allá tienen familiares que los pueden ayudar y darles un lugar para vivir. “Necesitamos plata para los pasajes porque somos 8 y no tenemos nada. Ya vendí mi teléfono y ahora me queda vender el anillo de compromiso”.
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Pese al mal momento que está pasando la familia, se mostraron agradecidos con los empleados de la terminal que les facilitaron un lugar para dormir y con todas las personas que los acompañaron durante estas semanas. “Sólo espero que este año sea mejor”, concluyó Jorge.
Por ahora, siguen ubicados en la terminal y están recibiendo ropa, productos de higiene y comida. Para contactarlo, comunicarse al 223-6892780.