“Napoleón”, la brutal biopic épica que aspira a conseguir otro Oscar para Joaquin Phoenix y divide opiniones

El director Ridley Scott enfrentó críticas negativas de algunos medios y recibió buenas recepciones de otros sobre su particular mirada de la vida del emperador francés.

23 de noviembre 2023, 05:45hs

Había dos pasiones en la tormentosa vida que llevaba el emperador de Francia Napoleón Bonaparte que no podía controlar: estar al frente de una guerra para conseguir más poder y respirar muy cerca de su gran amor, Joséphine de Beauharnais, a pesar de la evidente toxicidad que reinaba entre ambos.

En Napoléon, Ridley Scott retrata con su mano de director avezado en batallas las principales estrategias que desplegó el militar, como también pone el foco en que detrás de cada una de esas decisiones estaba siempre el halo de la mujer de sus sueños.

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La ambiciosa biopic épica, al mismo tiempo, es el escenario de epopeya necesario para que Joaquin Phoenix saque a relucir su expertise en personajes megalómanos y extravagantes que tan bien le calzan. Su objetivo, por supuesto, es ubicarse en la pelea por llevarse un Oscar en 2024, que significaría el segundo para él.

De que se trata “Napoleón”, la película en la que Joaquin Phoenix encarna al emperador francés

Tras la Revolución Francesa, en 1789, la historia de ese pueblo efervescente cambió. Junto a ese bullicio, mezclado con bronca, pobreza y ansias de libertad, surgieron algunos líderes dispuestos a todo para ascender al poder. Desde el barro de las guerras contra sus enemigos, como los ingleses por ejemplo, un militar que nadie tenía en sus planes tuvo un crecimiento exponencial a partir de su extrema inteligencia para la estrategia bélica.

La película de Ridley Scott se centra en los tres momentos más importantes de su vida, que duró 51 años: el encumbramiento como uno de los generales más importantes del ejército francés tras la revolución, su ascenso a ser un emperador totalmente diferente a lo conocido hasta ese momento y su caída e intento de recuperar el poder con el consecuente exilio y posterior muerte.

Detrás de la figura de Napoleón construida por Joaquin Phoenix aparece todo el tiempo su alter ego femenino, Joséphine de Beauharnais, encarnada con gran rigor por Vanessa Kirby. La sombra del personaje está todo el tiempo detrás de las situaciones, decisiones y circunstancias que Scott plasma en la pantalla y que suceden a lo largo de 30 años, entre 1789 y 1821.

Nadie puede dudar que Phoenix es un actorazo. En Napoleón, el protagonista todo el tiempo se preocupa en mostrar algunas características que la historia enfatiza cada vez que puede sobre el militar: era caprichoso, depresivo y un poco burlón.

Sin embargo, a pesar de todo su repertorio de recursos, la personificación de Phoenix no llega ni al 50% de lo que logró en Joker. En Napoleón, algunos de los rictus que expone son algo exacerbados, sumado a un tono que fue sumamente criticado, sobre todo, desde Francia. Igualmente, puede llevarse el próximo Oscar y no estaría nada mal: lo merece.

El rodaje de Napoleón, un film de otra época

Napoleón está en la lista de películas grandilocuentes que asaltaron los cines en este 2023, año en que parece que terminó de enterrarse para siempre el formato de superhéroes tras los fracasos de taquilla como The Marvels o Blue Beetle, para dar solo dos ejemplos. Oppenheimer, Barby y Los asesinos de la luna son solo tres de los films mainstream que arrasaron con los espectadores y que vinieron precedidos por enorme presupuestos de entre 100 y 200 millones de dólares.

Con una producción de esa índole, Ridley Scott emuló a los grandes films de la historia. El desparramo de equipos técnicos que plantó en diferentes escenarios naturales está a la altura de otros films de la era dorada de Hollywood como Ben-Hur, Espartaco o Cleopatra. A su vez, el realizador de Blade Runner, de 85 años, despuntó el vicio de la historia, como lo había hecho con maestría en Gladiador o El último duelo.

Justamente, cuando estaba rodando esta película protagonizada por Matt Damon, Adam Driver y Ben Affleck en Francia es que tuvo la idea de focalizarse en la vida de Napoleón, que se sumó a su interés por el “estilo de vida” de esa región del mundo, según le contó a Deadline.

“A medida que me convertí en un director de éxito, amé tanto París que tuve una oficina allí. Profundicé cada vez más en la historia francesa y su conciencia nacional de quiénes y qué son. Mi primera película fue sobre Napoleón Bonaparte, aunque él no apareciera en ella, Los Duelistas, que ganó un premio en Cannes y fue el puntapié inicial de mi carrera”, contó.

En esa charla, agregó que cuando estaba filmando El último duelo en la misma zona que hizo su primer film, se le vino a la cabeza Napoleón. “En ese momento, pensé en hacer algo con el francés más grande de la historia llamado Napoleón Bonaparte”, dijo.

Cómo se filmaron las grandes escenas de batalla de Napoleón

La película que tiene una duración de 157 minutos fue grabada en solo 62 días cuando, en realidad, podría haberla hecho en el doble de tiempo y nadie le iba a decir nada. ¿Cómo lo logró? Porque Scott graba al mismo tiempo las secuencias de acción, a diferencia de otros directores que repiten los planos varias veces desde diferentes ángulos. Llegó a usar 11 cámaras al unísono. Lógicamente, el proceso para lograrlo no es fácil y requiere de una arquitectura casi perfecta.

“Tengo 40 jefes de departamento, cada uno con su propia pirámide de personal, por lo que la unidad tiene casi 900 personas. Todos los lunes por la mañana decía: ‘Correcto, ¿alguien tiene algún problema? ¿Cuál es tu problema? ¿Has hablado con fulano de tal? ¿No? Bueno, ¡habla con ellos!’”, detalló el cineasta a la revista Vulture.

De las batallas que se muestran en pantalla, una de las más importantes de la historia militar es la de Austerlitz. Allí, Napoleón fue implacable contra el ejército ruso y el austríaco y logró una victoria que consolidó su poder. Lo hizo con una estrategia inesperada: sorprendió a los batallones que combatían cuerpo a cuerpo, los arrinconó y, con inferioridad numérica, bombardeó para romper el hielo por el que trataban de escapar sus enemigos.

El despliegue para esas escenas fue notablemente complejo: se usaron entre 400 y 600 extras y actores, sumado a 100 caballos en las líneas de frente, todos números multiplicados en la pantalla por CGI. Ningún animal fue lastimado, a pesar de lo que parezca. “Amo a los animales, así que los protejo como un loco. Cualquier caballo que veas volando por el aire en esta película es un muñeco”, reconoció el realizador a ese medio.

Por qué hay polémica de Napoleón

La parcialidad de la película se hace evidente en el tono que impera en Joaquin Phoenix. ¿Está mal? No. Es la mirada de un realizador, su decisión y la forma de encarar un proyecto que sueña desde que leyó el guion de una eventual producción sobre el emperador que pretendía hacer Stanley Kubrick.

A pesar de algunos dislates históricos, como la presencia del emperador en el momento en el que le cortan la cabeza a María Antonieta, el film resulta impecable desde el punto de vista de la estrategia militar: numerosas teorías bélicas indican que las batallas que libró fueron así, al igual que el devenir de su relación amorosa con Joséphine.

La recepción de los grandes medios internacionales es divergente: The Guardian afirmó que es “una emocionante película biográfica” y la BBC que es “un logro impresionante”; mientras que el portal Variety sostuvo que es una “versión inflada” del emperador y para The Hollywood Reporter, Phoenix y Kirby “empantanan las batallas” que se libran en la imagen.

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Cuando un periodista de The New Yorker le preguntó a Scott por las divergencias históricas de su film, el cineasta fue bastante brusco. “Conseguite una vida”, le contestó, ofuscado por la consulta. Para obtener una conclusión y tomar una posición en la grieta de Napoleón para la vida, solo hace falta hacer una sola cosa: sentarse frente a la pantalla y admirarla.