A la entrada del polideportivo donde fue asesinado Mateo se acumulan las muestras de cariño hacia la familia de un pueblo roto por la tragedia. Los vecinos han querido depositar velas y flores en memoria del pequeño a las que se suman también los mensajes desgarradores con los que los amigos de Mateo se despiden de él. Ahora, el pueblo, aún sorprendido porque el autor del crimen, este joven de 20 años estuviese vinculado a Mocejón. Un chico al que pocos en el pueblo conocían, pero los pocos que lo recuerdan que tanto él como su hermano no se comportaban de manera normal y que el padre era un hombre al que le costaba también relacionarse con los vecinos del pueblo. Un pueblo que poco a poco espera recuperarse de una tragedia difícil de asimilar.
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