Valeria Alejandra Gancedo (36) había sido vista por última vez el 27 de noviembre en Córdoba. Tres días después, el lunes, sus familiares denunciaron su desaparición en la comisaría de la localidad Oncativo. Tras una intensa búsqueda, su cuerpo fue encontrado en un descampado cercano a Impira, a unos 15 kilómetros de donde residía.
Por el hecho quedó detenido su expareja. Es el principal sospechoso ya que tenía denuncias cruzadas por violencia familiar, y una orden de restricción que había caducado el 23; es decir, cuatro días antes de la desaparición.
Familiares y amigas de Gancedo contaron que no se había renovado la restricción porque la víctima estaba amenazada. «Le tenía terror», denunciaron.
Manuel Ayan, fiscal del Ministerio Público Fiscal (MPF) de Córdoba, fue quien encabezó este sábado el rastrillaje de búsqueda de Gancedo y fue el que confirmó el hallazgo del cuerpo en un descampado a pocos kilómetros de Oncativo.
Alrededor de 60 efectivos de la División Homicidios, Duar, Personal de la departamental Río Segundo, perros de búsqueda, Patrulla Rural, Bomberos Voluntarios, como así también personal de Seguridad Ciudadana y autoridades locales fueron las encargadas de rastrillar la zona, según publicó ElDoce TV.
El cuerpo de Gancedo fue encontrado en un descampado a 15 kilómetros de su casa. Foto: Facebook.Tras el hallazgo, Ayan ordenó la detención de Alejandro Quinteros, la expareja de la mujer, quien quedó a disposición en la seccional y se cree que declarará en las próximas horas.
Este sábado por la mañana, se había organizado una marcha en Oncativo para buscar a la joven desaparecida y para pedir Justicia.
Un hijo en común y la sospecha de los mensajes de texto
La víctima era santiagueña. Y cuando se mudó a Oncativo conoció a Quinteros que sería el padre de su único hijo de cinco años.
La pareja estaba separada desde hace varios meses. Había denuncias cruzadas acerca de violencia familiar y hasta el 23 de noviembre hubo una orden de restricción para Quinteros. La orden de restricción había sido emitida por la oficina de violencia familiar de Río Segundo, y no iba a ser renovada por pedido de la propia Gancedo.
«Se estaban mensajeando para organizar el cumpleaños del nene que era el sábado (por ayer). Vale le tenía terror y la tenía amenazada. Por eso decidió no extender la restricción», confirmó a los medios locales una amiga de la víctima.
«El 27 fue la última vez que la vimos -siguió la amiga-. Pero sospechábamos que algo le había pasado porque los mensajes de texto que recibíamos desde su celular eran raros. No parecía ella. Tenían muchas faltas de ortografía, algo inédito en ella», dijo.
La mujer confirmó que el nene quedó por unas horas bajo su tutoría hasta el arribo de los familiares de la víctima, quienes viajaban desde Santiago del Estero.
Con información de Télam