Se trata de Victoria Henao Vallejos (62) – que ingresó al país con la identidad de María Isabel Santos Caballero- y de Sebastián Marroquín Santos (45), viuda e hijo del fallecido narcotraficante colombiano.
La verdadera identidad de la mujer fue descubierta a fines de 1999 cuando, por tareas de inteligencia realizadas por la Dirección Unidad Investigaciones Antiterroristas (DUIA), se estableció un «parecido físico» entre quien figuraba en la Argentina como Santos Caballero y la viuda de Escobar Gaviria.
Pericias dactiloscópicas confirmaron la hipótesis de identidad entre Santos Caballero y Henao Vallejos y la mujer fue arrestada en el barrio porteño de Núñez, donde residía junto a su hijo y nuera.
La viuda y los jóvenes poseían documentos de identidad otorgados por la Registraduría Nacional del Estado de Colombia, circunstancia que evitó pronunciamientos judiciales sobre supuesta falsificación de instrumentos públicos.
En tanto, la mujer y su hijo – además de otras cinco personas- fueron absueltas el 17 de noviembre de 2005 por el Tribunal Oral Federal (TOF) 6, en el marco de una causa en la que habían sido procesadas como integrantes de una asociación ilícita que en la Argentina «blanqueó» dinero proveniente del narcotráfico.
Por entonces, la Sala I de la Cámara había dado por acreditado que, utilizando una empresa con sede en Uruguay (Galestar) los imputados habrían girado dinero a la Argentina, valiéndose en algunos casos y para dificultar el control, de maniobras de «triangulación» con bancos de Estados Unidos.
Mientras que en junio de 2020, casi 15 años después, el juez federal 3 de Morón, Néstor Barral, resolvió enviar a juicio a la viuda de Escobar Gaviria, su hijo, al ex futbolista colombiano Mauricio «Chicho» Serna y a otras seis personas como acusados de lavar unos 3.000.000 de dólares y 1.700.000 pesos provenientes de la venta de drogas mediante inversiones inmobiliarias realizadas entre 2008 y 2017 en Argentina, entre ellas en el emblemático «Café de los Angelitos».
Para los pesquisas, esta organización se dedicaba a «poner en circulación en el sistema financiero local bienes provenientes de maniobras de tráfico ilícito de estupefacientes que cometió el ciudadano colombiano Piedrahita Ceballos por fuera del país, específicamente en la República de Colombia y en los Estados Unidos de América, con el objeto de otorgarles apariencia lícita».
El Ministerio Público Fiscal atribuye a la viuda e hijo de Escobar Gaviria «haber efectuado un aporte de naturaleza esencial para el cumplimiento de los objetivos criminales de la estructura ilícita mencionada».