Ya hay gente que tiene un particular prejuicio con las personas a las que les gustan los autos Tesla. Se dice que son como quienes presumen de un IPhone de última generación. No está mal compararlos: los autos eléctricos podrían ser celulares gigantes y con ruedas.
Dejar el mundo atrás, la película apocalíptica del año que es furor en Netflix con Julia Roberts y Ethan Hawke, desparrama una especie de sospecha sobre nuestra fe en las nuevas tecnologías.
En el filme, un verdadero hit del streaming, hay una escena muy comentada donde el personaje de Julia Roberts tiene que esquivar los Tesla que se amontonan en una autopista similar a la del cuento de Julio Cortázar.
En este caso los coches fueron hackeados para descomponer el sistema de tránsito urbano. Los Tesla con piloto automático son sistemáticamente estrellados unos con otros de tal manera que las rutas quedan paralizadas.
La escena del choque en cadena de los Tesla autocomandados y a la deriva funciona como metáfora y deja ver una Humanidad que queda a la buena de algún Dios.
En las redes sociales muchos creen que la nueva película de Netflix no es más que un ataque directo a Elon Musk. «No te preocupen Elon, continuá con el buen trabajo. Tendremos un planeta limpio gracias a vos», lo alientan sus seguidores.
¿Qué nos quiere decir la película? ¿Que las nuevas tecnologías pueden volverse contra nosotros?
Julia Roberts, la protagonista de «Dejar el mundo atrás», un éxito del streaming. Foto: Netflix
Qué dijo Elon Musk
Por las dudas, el fundador de Tesla, Elon Musk, salió al cruce de la peli y bancó su movilidad sustentable: «¡Los Tesla pueden cargarse con paneles solares aunque el mundo se vuelva completamente Mad Max y no haya más nafta!»
Dejar el mundo atrás es un filme que dirige el mismo creador de Mr. Robot, Sam Esmail. Está basada en la distópica novela homónima de 2020 de Rumaan Alam.
Trata sobre una pareja cuya escapada familiar se ve súbitamente interrumpida cuando el propietario de la casa que ellos alquilaron se aparece sin previo aviso para pasar la noche. El hombre llega y trae noticias de un ataque que amenaza al mundo, lo que obligará a las dos familias a convivir bajo el mismo techo.
Elon Musk. El magnate no se dio por aludido de la supuesta crítica de «Dejar el mundo atrás» a los autos Tesla. Foto: AFP ¿El filme estará financiado de manera encubierta por las automotrices tradicionales? Se sabe que esta industria enfrenta desafíos y estaría en la transición hacia los autos eléctricos, donde actualmente los fabricantes chinos lideran el mercado al reducir costos y logrando una significativa penetración.
Lo cierto es que todo esto no parece ser una buena publicidad para los coches de la escudería Musk. Es más, sin imaginar nada demasiado nuevo en cuento a pesadillas y alucinaciones varias, la película no hace más que promover una sensación de desasosiego y de amor por lo analógico y lo artesanal.
Dejar el mundo atrás se estrenó el pasado 8 de diciembre en Netflix y está cosechando críticas bastante favorables por su enfoque «catastrofista de la tecnología», en un momento en que los debates en torno a la inteligencia artificial ocurren en organismos, instituciones y redes sociales.
Una escena de «Dejar el mundo atrás». El filme se estrenó en Netflix el 8 de diciembre. Foto: PrensaLa película plantea un escenario temible y el tono dramático pasa por los estados de ánimo y los alcances psicológicos de los personajes. Aunque tiene líneas de diálogo demasiados subrayadas, el suspenso logra dosificar la intriga. En resumidas cuentas, es todo un desastre. Y punto.
