Lucía Maidana, la participante salteña de Gran hermano, no es de las que más hablan adentro de la casa. Pero, cuando decide hacerlo, desata polémicas que inmediatamente se convierten en temas de discusión en las redes sociales. Como cuando reconoció haberse robado un camello.
Hace un par de semanas, «Luchi», como la apodan sus compañeros, confesó en vivo que cometió un delito. «Una vez me robé un camello», dijo la salteña, dejando impactados y algo confundidos a los televidentes. Y a sus compañeros. Rápidamente, ante el desconcierto, aclaró que se trataba de «una estatua».
El hecho que relató la participante ocurrió en 2017, cuando ella tenía 16 años. «Lo subí al techo del auto. Con un amigo, borracha», contó la salteña de esta edición del reality (a las 22.30, por Telefe). El clip no tardó en hacerse viral en redes sociales. Además, fue una impactante noticia en Salta, dónde por fin develaron el misterio de aquel robo que habían cubierto los medios de comunicación locales siete años atrás.
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El delito fue en 2017, cuando ella tenía 16 años.
De dónde salió el camello
La estatua, famosa entre los salteños, pertenece al concurrido restaurante de comidas árabes La Beduina, que se encuentra en el corazón de la Avenida del Bicentenario, una de las centrales de la ciudad. Salta es una provincia que cuenta con una amplia población de ascendencia árabe, por lo que el lugar es uno de los más elegidos por los locales.
El camello que se robó Lucía de «Gran hermano» está de nuevo en la puerta del restaurante.La dueña del restaurante (y de la estatua) es Mayada Mikchaiel, una mujer siria que llegó a la Argentina en 1983 y se estableció en la provincia de Salta, dónde ya vivía su esposo, Habib, también de origen árabe. Juntos abrieron La Beduina hace 26 años. Sin embargo, la estatua -de yeso, y justo fue pintada este martes- llegó un par de años después.
“El camello era de un amigo que tenía un restaurante de comidas árabes en Buenos Aires. Se mudó a Salta y trajo el camello con él. Entonces yo le compré el camello, porque el ya no tenía más un restaurante. Me lo ofreció y le pagué un montón de plata para esa época. Pero yo lo quería tener ahí como símbolo del negocio”, le contó Mayada a Clarín.
La «hazaña» de Lucía
Lucía de «Gran hermano» habla poco, pero cada tanto genera revuelo con sus testimonios.Hoy, el restaurante está atendido por los hijos de Mayada y Habib. El que estaba a cargo la noche del robo era Facundo, el menor. “Nosotros guardamos el camello siempre. Justo esa noche llovía mucho y estaba yo sólo en el local. Dije ‘Ya fue, lo dejo‘. Cuando llegué al otro día el camello no estaba. Una noche lo dejé afuera y lo robaron”, explicó el joven de 23 años.
Unos días más tarde, los clientes le avisaron a Facundo que el camello estaba tirado en la calle, a unos kilómetros del local. «Ahí lo rescatamos y le arreglamos todo lo que se le había roto», comentó.
Hasta que Lucía confesó el delito en televisión, los dueños del camello no sabían nada acerca de los responsables del hecho. «Todo fue una sorpresa muy grande para nosotros», dijo Mayada. «El día que salió en Gran hermano mi teléfono no paraba de sonar. Todas mis amistades y mis conocidos me mandaban mensajes y me mandaban la foto de la chica«, agregó.
Si bien muchos abogados lo contactaron hace unos días para iniciar acciones legales en contra de la participante de Gran hermano, la familia no tiene pensando hacerlo por el momento. «Con mi mamá lo vimos como una oportunidad de marketing. Pensamos en darle un canje cuando ella salga de la casa. Eso nos serviría mucho más que denunciar», comentó Facundo.