Boca conquistó su tercera copa del mundo ante el histórico Milan de Italia para ponerle el broche de oro al histórico ciclo de Carlos Bianchi en el club.
14 de diciembre 2023, 05:47hs
El 14 de diciembre de 2003 quedó marcado a fuego en la historia de Boca Juniors. Al igual que tres años antes de aquella fecha, cuando ganó la Copa Intercontinental contra el Real Madrid, volvió a levantar el trofeo al vencer al equipo de los 460 millones de dólares: el Milan. El Xeneize, dirigido por Carlos Bianchi, sorprendió con la formación: tuvo la ausencia de Carlos Tevez y la presencia de un héroe insólito.
El entrenador de Boca solía dar los primeros indicios del equipo durante los entrenamientos, cuando paraba una formación titular y otra suplente. Sin embargo, en Japón no hubo prácticas de fútbol y dejó una gran incógnita en la previa: si jugaría Javier Villarreal, quien tenía un perfil más defensivo, o Matías Donnet, quien podía darle mayor poder ofensivo.
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Por otra parte, Carlos Tevez -de 19 años en aquel entonces- llegaba a la final con molestias físicas que le impedían estar en plenitud. La baja del Apache implicaba una dificultad adicional para el equipo de Bianchi, quien decidió reemplazarlo por Guillermo Barros Schelotto, rodeado justamente con Donnet y Pedro Iarley.
El número 10 de Boca fue sincero: “Si fuera (Carlos) Bianchi me pondría en el banco”, admitió en la previa. La lesión que arrastraba se produjo en el Torneo Apertura, luego del partido ante Independiente. Con esa definición se cerró la primera duda en el once, mientras que la alternativa de Villarreal o Donnet demoró un poco más.
El propio Matías, en una entrevista con el sitio oficial de Boca Juniors, explicó la metodología de Bianchi para revelar el equipo: “No recuerdo si me tocó alguna vez que Carlos (Bianchi) viniera a dialogar conmigo un día antes del partido. Cuando viajamos a Japón no hicimos fútbol y normalmente la charla la daba previo a la entrada en calor. La primera hoja estaba en blanco y cuando la levantabas, en la segunda estaban los dos equipos formados y te dabas cuenta si jugabas o no”.
El mediocampista, entonces, posteriormente a la charla técnica se vio en el once inicial. La decisión del Virrey sería acertada, ya que Matías Donnet se convirtió en el héroe insólito: anotó el gol del empate para que el club de la Ribera llevara el partido a penales, instancia en la que luego resultó vencedor y levantó el título. Además, Puchero Donnet se llevó el auto que Toyota le entregaba al jugador del partido.
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Dida, Cafú, Alessandro Costacurta, Paolo Maldini, Giuseppe Pancaro, Andrea Pirlo, Clarence Seedorf, Gennaro Gattuso, Kaká, Jon Dahl Tomasson y Andriy Schevchenko fue la formación del Milan, dirigido por Carlo Ancelotti, repleta de figuras y con un valor estimado en 460 millones de dólares.
Boca salió con Roberto Abbondanzieri, Luis Amaranto Perea, Nicolás Burdisso, Rolando Schiavi, Clemente Rodríguez, Raúl Cascini, Sebastián Battaglia, Diego Cagna, Matías Donnet, Guillermo Barros Schelotto y Pedro Iarley. El único cambio sería el ingreso de Tevez a los 73 minutos.
Un héroe insólito: el gol de Matías Donnet y su presente en Boca
El partido comenzó con malas noticias para el Xeneize, apenas a los 23 minutos, el danés Jon Dahl Tomasson convirtió para el Milan y abrió el marcador. Lejos de la desazón, el propio Donnet explicó el motivo que los impulsaba a buscar el empate: “Nos favoreció que el Milan fuera un equipo tan ofensivo, que por más que ganara no se iba a meter atrás e iba a buscar jugar”.
Muestra de esto fue la velocidad del empate: tan solo cinco minutos después del gol de los italianos, el equipo azul y oro llegó a la igualdad. Schelotto envió un centro a Iarley, quien logró desviarla descolocando al arquero Dida. El brasileño dejó un rebote que recogió Donnet y de zurda, sin oposición, puso el 1 a 1.
Matías Donnet anotó el 1 a 1 de Boca, que luego venció al Milan por penales.
“Uno va leyendo el juego y tiene que estar a la espera de que puede haber alguna falla. Hay que estar ahí. Quise meter una diagonal pero Iarley tocó la pelota, Dida la manoteó y a pesar de estar más alejado tuve la posibilidad de incorporarme rápido a la jugada”, contó años más tarde el jugador.
“Pancaro se terminó cayendo y me dio ventaja a mí, que me había pasado un poco pero estaba más cerca de la pelota. Si Dida o Iarley no la tocaban, la jugada quizás terminaba en otra cosa”, concluyó sobre la jugada. Aquel gol le valió para ser el MVP y anotarse en la historia grande de Boca Juniors.
Su carrera, luego de su paso por el Xeneize, no fue tan exitosa. Puchero pasó por DC United, Belgrano, Newell’s, Unión, Olimpia, Antigua de Guatemala y se retiró en Juventud de Esperanza, en 2019. Una vez que colgó los botines, recibió un llamado esperado: el de Juan Román Riquelme, actual vicepresidente de Boca.
El ídolo del Xeneize, en línea con su objetivo de copar las inferiores con las glorias del club, se contactó con el autor de uno de los goles más importantes de la historia. De esta forma, Matías Donnet se convirtió en el entrenador de la sexta división, donde lo acompaña el Cata Díaz como ayudante de campo.