Oriol Junqueras está de vuelta, aunque realmente nunca se fue del todo. El exlíder de ERC, que dimitió en junio del cargo, ha presentado este sábado su candidatura para recuperar la presidencia del partido en las primarias del 30 de noviembre. Lo ha hecho ante más un millar de personas en el Teatre de la Passió de Olesa Montserrat, y con un ataque frontal a la secretaria general del partido, Marta Rovira, que fue durante 13 años su número dos en la organización.
Sin llegarla a mencionarla directamente, Junqueras ha acusado a Rovira y a otros miembros de la organización como Sergi Sabrià de haber dirigido el partido «al margen» de sus órganos de dirección. La lista de reproches ha sido más larga. También les ha responsabilizado de la derrota electoral de las elecciones catalanas de 2017 y del escándalo de los carteles contra los hermanos Maragall. «Nos han hecho pasar vergüenza a todos y es una vergüenza que no merece ninguna de nosotros», ha proclamado.
Junqueras había rehuido hasta ahora remover en público sus malas relaciones con Rovira y otros dirigentes y exdirigentes del partido. Es por esto que este sábado han retumbado con contundencia sus reproches. «Han traicionado nuestros principios», ha dicho. El exlíder de ERC ha llegado decir que hay que «recoser» el partido de sus heridas internas, pero también ha avisado de que no recoserá «ninguna herida que previamente no haya limpiado».
La estrategia de Junqueras es intentar desvincularse de la gestión del partido de los últimos años, en los que ERC ha perdido sin freno elecciones y poder institucional. Su argumento es que desde que salió de la cárcel en 2021, coincidiendo con la llegada de Pere Aragonès a la Generalitat, fue progresivamente apartado de las grandes decisiones, pese a que era el presidente. Sus detracatores lo niegan rotundamente.
13 años después
La casualidad ha hecho que Junqueras haya lanzado su proyecto 13 años y cuatro días después de que alcanzara la presidencia de ERC por primera vez. En aquella ocasión lo hizo haciendo tándem con Marta Rovira y con el 92% de apoyo de los afiliados -no tuvo rival-. Ahora será muy diferente. Está enfrentado a Rovira y hay tres candidaturas que le disputan el poder. En la ERC de hoy Junqueras sigue teniendo tirón, como ha demostrado hoy, pero ya no es una figura que genera unanimidad. Si este tirón le vale para recuperar el trono se sabrá el 30 de noviembre.
La puesta de largo de Militància Decidim también ha servido para confirmar las principales caras del partido que dan apoyo al ‘junquerismo’. En el escenario han tomado la palabra los exconsellers Raül Romeva y Bernat Solé; la eurodiputada Diana Riba; la senadora Laura Castel y el alcalde de Sant Julià de Ramis, Marc Puigtió. Entre el público se han visto a dirigentes del partido –Pau Morales, Oriol López y Cristian Agudo-, diputados –Jordi Albert y Gabriel Rufián-, la líder de ERC en Barcelona, Elisenda Alamany, y algún exmiembro de la Generalitat como Joan Ignasi Elena.