José Luis Manzano encabeza el holding Integra Capital, sponsor del International Economic Forum of the Americas, que este año tuvo como principal atracción a Rodrigo Valdes, responsable del Hemisferio Occidental del FMI, y quien supervisa el caso argentino. El empresario es accionista de la petrolera Phoenix Global Resources y tiene intereses en Metrogas, Edenor y Edemsa (Mendoza).
Antes de participar como orador del encuentro, el exministro del Interior de Carlos Menem, accedió a responder unas preguntas de Clarín:
-¿Cómo está viendo la Argentina?
-La veo con optimismo, las medidas son en el rumbo correcto. Hay dos ingredientes que hay que construir todos los días y que creo que se vio en esta dinámica entre el Gobierno y el Congreso y los gobernadores, y en la flexibilidad en la política con las jubilaciones, que es tener el rumbo firme; tener sensibilidad para los que se van a quedar atrás y tener más dificultades; y construir un contexto de más armonía en el sistema político. Soy optimista. Hay signos de madurez y claridad en el diagnóstico de que la inflación y volumen de emisión que teníamos no funcionan.
-¿Como dueño de Edenor, cree que aumentará la morosidad?
-Hay que acompañar una transición, hay que ver cómo la industria y las familias reciben las tarifas, tener flexibilidad para poder absorber eso, poder escuchar los casos. El Gobierno va a ajustar su política de subsidios, habrá una caída de demanda acompañando la recesión y, después, habrá una recuperación, pero por lo pronto hay que tener sensibilidad, que nadie se quede atrás, hay que mirar a los que se pueden quedar atrás en este proceso de cambio.
-¿Y la relación de Argentina en el mundo?
La situación global es que vamos a un crecimiento lento, con un desacople de las economías asiáticas de las economías occidentales, eso pone un desafío a los países para conservar sus mercados y encontrar mercados. Va a ser un contexto de crecimiento lento pero el riesgo de alta inflación mundial se pasó y crecimiento lento es mejor que recesión global. Es un contexto no de euforia pero sí de grandes posibilidades, porque aun en ese crecimiento lento, Argentina tiene lo que el mundo está demandando y va a demandar.