El nuevo rascacielos fue diseñado por el estudio arquitectónico estadounidense Pelli Clarke and Partners, fundado en 1977 por el famoso arquitecto argentino César Pelli, responsable de las torres Petronas y otras famosas obras del mundo, y que falleció en 2019.
Esta «ciudad dentro de la ciudad» tiene oficinas para 20.000 empleados y viviendas para 3.500 residentes, según un comunicado del grupo inmobiliario Mori Building.
El complejo, que incluye tres rascacielos en medio de espacios verdes, también comprenderá 150 restaurantes y tiendas, así como un nuevo museo de arte digital inmersivo del colectivo japonés teamLab, que abrirá sus puertas en febrero, consignó la agencia de noticias AFP.
Azabudai Hills supera en altura a un rascacielos en Osaka (oeste) pero no será por mucho tiempo el edificio más alto del archipiélago porque está previsto que la construcción de la Torch Tower y sus 390 metros termine en 2027-2028, también en la capital japonesa.
En Tokio también se sitúa una de las estructuras más altas del mundo, el Tokyo SkyTree (una torre no habitada de 634 metros), inaugurada en 2012.
Pese a tener todos estos edificios, Japón está lejos de albergar los altísimos edificios que pueden encontrarse en otras partes de Asia o Oriente Medio.
Una de las razones es el elevado riesgo sísmico en el archipiélago, lo que obliga a las construcciones de este tipo a respetar normas muy estrictas, como la de tener una base muy amplia para ganar en estabilidad.