El domingo 2 de febrero de 2004 el suizo se coronaba en el Abierto de Australia y llegaba a la cima del tenis mundial. Con el paso del tiempo, construyó una trayectoria impresionante y amasó una fortuna.
02 de febrero 2024, 05:10hs
El 2 de febrero de 2004 fue un día histórico para el tenis. Aquel domingo de hace 20 años Roger Federer le ganaba la final del Abierto de Australia al ruso Marat Safin y llegaba al número 1 del ranking. Ese Grand Slam, en el que obtuvo la corona 6 veces, lo encumbró en una carrera millonaria, a la que le puso punto final en 2022.
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A lo largo de su brillante trayectoria, en la que conquistó 20 torneos de Grand Slam y ocupó el primer lugar del ranking durante 310 semanas, el tenista suizo ganó 1.100 millones de dólares, de acuerdo con un informe de la revista Forbes. De ellos, apenas poco más de 130 millones correspondieron a los premios oficiales de la ATP; el resto llegó por contratos publicitarios.
Además de los suculentos premios que se llevó por sus triunfos, Roger aprovechó su imagen e influencia para firmar acuerdos de publicidad muy ventajosos, a punto tal que las grandes marcas lo siguen eligiendo aún después de haberse retirado.
Federer llegó a jugar Australia con 22 años y un Grand Slam en su haber (Wimbledon, el año anterior). En su camino a ganar la Copa venció a tres figuras, dos de ellas del top ten: el cordobés David Nalbandián (8°), en cuartos de final, y Juan Carlos Ferrero (3°), en semis. En octavos se dio el gusto de despachar al local Lleyton Hewitt (11°), con todo el público en contra. Sólo él y el argentino pudieron arrebatarle un set en el torneo.
A partir de ese triunfo, Roger inició un reinado récord, dado que se mantuvo en el número 1 durante 237 semanas consecutivas. Más de cuatro años y medio después, el 16 de agosto de 2008, el español Rafael Nadal, su archirrival histórico, le quitó ese lugar de privilegio.
Hace 20 años, Roger Federer le ganaba la final del Abierto de Australia a Marat Safin y llegaba al puesto número 1 del ranking.
En la sumatoria total, el suizo estuvo en seis períodos en la cima del tenis, con una particularidad: la última vez, en junio de 2018, le permitió ser el número 1 de más edad del circuito masculino en toda la historia. Tenía casi 37 años y sólo pudo mantenerse una semana en lo más alto.
Nacido en Basilea el 8 de agosto de 1981, Federer está considerado como el mejor tenista de la historia por periodistas y medios especializados, jugadores en actividad y retirados, entrenadores y aficionados en general. Lo que no resiste discusión es su condición de leyenda en el mundo de las raquetas, con una carrera deslumbrante.
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Además de la media docena de títulos que logró en Australia, el suizo conquistó ocho veces Wimbledon (el más ganador en el césped londinense). En el Abierto de los Estados Unidos se coronó en cinco ocasiones y pudo darse el gusto de completar los cuatro grandes (así se denomina a los Grand Slam) con la victoria en Roland Garros de 2009.
El polvo de ladrillo era la superficie en la que se desenvolvía con menos facilidad y, además, tuvo que lidiar con Nadal, el mejor de todos los tiempos en esos courts. De hecho, en aquella final venció al sueco Robin Soderling, quien había eliminado al mallorquín en octavos de final.
La valoración de Federer entre los mejores tenistas de la historia tiene una elevada dosis de subjetividad de quienes lo proclaman como el más grande, porque en las estadísticas quedó por detrás de sus dos grandes rivales de época: está tercero en el podio de títulos de Grand Slam, con 20, detrás de los 22 de Nadal y de los 24 de Djokovic.
Casado con la extenista suiza Mirka Vavrinec, a quien conoció en los Juegos Olímpicos de sidney 2000, Roger fue padre de gemelos en dos oportunidades: Myla Rose y Charlene Riva, de 14 años, y Leo y Lenny, de 9.
Actualmente se dedica a administrar la Fundación Roger Federer y viaja por el mundo cumpliendo las obras de beneficencia de la organización en favor de niños sin recursos. Su fortuna se sigue engrosando por los contratos de publicidad, exhibiciones y presentaciones públicas. Un reconocida marca japonesa le pagará 300 millones de dólares por promocionar su indumentaria hasta 2028 (lo viene haciendo desde 2018).